El dominio del inglés es un factor cada vez más importante para los solicitantes de empleo, el éxito de las empresas y los ingresos del turismo en todo el mundo.
El Índice de Competencia en Inglés de EF muestra lo bien que hablan inglés las personas de todo el mundo: en general, desde hablantes muy competentes en naciones europeas culturalmente cercanas y muy desarrolladas hasta niveles de competencia mucho más bajos en países poco desarrollados, a menudo aquellos en los que la educación y la vida cotidiana giran en torno a una lengua europea totalmente diferente.
Pero los resultados también revelan algunos resultados sorprendentes, entre ellos un gran actor turístico que no domina bien la lingua franca internacional, una nación asiática muy competente y otra del continente que es una potencia mundial, pero que no siempre predica con el ejemplo.
Las naciones de Europa occidental y septentrional se impusieron el año pasado en la categoría de dominio muy alto, con los Países Bajos a la cabeza.
El segundo país con mejor puntuación fue Singapur, con 631 de 800 puntos, muy por delante de Filipinas (578), Malasia (568) y Hong Kong (558). Esta ciudad-estado se beneficia de su población altamente urbana, sus inmigrantes internacionales y su destreza empresarial. Otra ciudad-estado asiática, Hong Kong, obtiene más de 70 puntos menos.
Un dominio relativamente bajo del inglés se observa en China, con 464 puntos sobre 800. A pesar de haber ascendido a la prominencia económica y cultural mundial, el otrora cerrado país sigue mirando hacia dentro -ayudado por la censura que mantiene el discurso público en el ámbito doméstico-, al tiempo que mantiene una población rural relativamente grande. Sin embargo, la situación del inglés es más grave en Tailandia. A pesar del gran número de turistas que pululan por el país, en 2022 se midió un dominio muy bajo, con 416 de 800 puntos.
Europa del Este se pone al día
Con el sur y el este de Europa con una puntuación más baja en conocimientos de inglés, Grecia, Croacia y Portugal son los valores atípicos con un dominio calificado como muy alto. Sudáfrica recibió la misma calificación.
Considerado con frecuencia un país de angloparlantes nativos, sólo alrededor del 10% de los sudafricanos habla inglés como primera lengua, por detrás de los africanos (13,5%), los xhosa (16,0%) y los zulúes (22,7%). Aunque la encuesta no permitía declaraciones de bilingüismo, sigue mostrando que la lengua inglesa no es ni mucho menos universal en el país. Sólo el 31% de los sudafricanos se consideran conocedores del inglés entre los que lo hablan por primera vez y los que lo aprenden por segunda vez.
Francia, un país con frecuencia objeto de burlas por su escaso dominio del inglés, obtuvo un dominio moderado con 531 puntos sobre 800, en la misma categoría que España e Italia, pero algo por detrás de vecinos europeos con un alto dominio como Polonia (598), Rumanía (596) y Bulgaria (589). Francia también fue superada por Argentina (560 puntos), Honduras (544), Costa Rica (534), Uruguay (533) y Bolivia (532), lo que demuestra las puntuaciones relativamente decentes que recibió América Latina.
África ocupa los últimos puestos
A pesar de ser una región centrada en el español, el dominio del inglés en América Latina osciló entre el alto nivel de Argentina y el bajo de México (451 puntos), Ecuador (467), Colombia (480) y Brasil (487).
La situación es muy diferente en las naciones francófonas de África, donde sólo se obtuvieron puntuaciones de moderadas a muy bajas. Los tunecinos conocían el inglés moderadamente bien en la parte más baja de esa horquilla (502 puntos), los argelinos y marroquíes alcanzaron competencias bajas por término medio y el dominio muy bajo del inglés fue la norma en una serie de naciones francófonas del África subsahariana, como la República Democrática del Congo (385 puntos), Costa de Marfil (409), Benín (416) y Senegal (438). Lo mismo puede decirse de otras naciones africanas no anglófonas, como Angola, Somalia y Libia, mientras que las que heredaron el inglés de la época colonial, como Nigeria, Ghana, Kenia, Tanzania y Uganda, obtuvieron mejores resultados.
Las diferencias entre el África septentrional y la subsahariana, así como el contraste con Sudamérica, apuntan a las carencias de la enseñanza del inglés en algunas partes del continente africano, ya sea por la preferencia por otras lenguas europeas o por la debilidad del sistema educativo en general.
Nota publicada por Forbes US