Le decisión de la candidata presidencial demócrata Kamala Harris de elegir al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como su compañero de fórmula, es un recordatorio para los directores ejecutivos sobre la importancia de los criterios que utilizan al elegir a un segundo al mando.
Por supuesto, Harris tuvo sus propias razones para preferir a Walz como su vicepresidente. Ahora, su tan esperada elección está sujeta a la aprobación de los delegados de la próxima Convención Nacional Demócrata.
“Tim es un líder experimentado que tiene una trayectoria increíble en lograr resultados para las familias de Minnesota. Sé que aportará ese mismo liderazgo basado en principios a nuestra campaña y a la oficina del vicepresidente”, escribió Harris en un mensaje de recaudación de fondos, según USA Today .
El atractivo político de Walz también fue un factor a considerar, según informes de prensa.
Sus credenciales “como veterano y propietario de armas que anteriormente representó a una zona rural de Minnesota con tendencia republicana en el Congreso, podrían ayudar a Harris a atraer a los votantes blancos de clase trabajadora que se alejaron de los demócratas y ayudaron a impulsar el ascenso político de Donald Trump”, informó el Washington Post .
Factores adicionales
Lo que los líderes empresariales buscan en un segundo al mando puede depender de las preferencias personales y profesionales, la química y la experiencia en el sector o la profesión de la empresa. Sin embargo, hay otros factores que los ejecutivos podrían incluir en la ecuación de selección.
“Es necesario que se observe una combinación de fiabilidad, credibilidad, adaptabilidad y determinación. Hay que poder confiar en ellos y en su capacidad de ponerse de pie, hablar y actuar en nuestro nombre cuando no estamos presentes. Si algo nos sucediera hoy, ellos serían los que podrían intervenir mañana”, advirtió por correo electrónico Emily Walton, coach de desarrollo de liderazgo y exgerente de contratación en la industria tecnológica.
A la hora de elegir un número dos, evaluar su desempeño pasado puede arrojar pistas importantes sobre su posible desempeño en el futuro.
“Un historial de desempeño consistente es muy importante para determinar quién debe ser tu segundo al mando. ¿Cumple con sus obligaciones? ¿Entiende el panorama general? ¿Tiene sus prioridades claras? Cuando ves a alguien que te recuerda a ti, pero mejor, dale todo lo que puedas. Es tu segundo al mando en ciernes”, comentó Walton.
“Buscá a alguien con experiencia en la obtención de resultados y que demuestre potencial de liderazgo. Su desempeño anterior puede ser un indicador confiable de su capacidad para manejar mayores responsabilidades”, aconsejó por correo electrónico Smita D Jain, coach ejecutiva.
Mirar más allá de las evaluaciones convencionales
“A la hora de elegir un segundo al mando, es importante mirar más allá de las evaluaciones convencionales de calificaciones y experiencia”, recomendó Adam García, asesor de liderazgo y fundador de The Stock Dork, en un correo electrónico.
Analizar demasiado en detalle las cualificaciones de un candidato podría hacer que los ejecutivos pasen por alto otros factores importantes que pueden arrojar información crítica sobre un individuo.
“La inteligencia emocional, la adecuación cultural, la diversidad cognitiva, la confianza y la compatibilidad práctica pueden ofrecer perspectivas más holísticas que realmente amplificarían su liderazgo. Un segundo al mando bien elegido no solo te respalda , sino que impulsa a toda la organización hacia sus objetivos”, señaló García.
Mitigación de debilidades
Un segundo al mando no necesariamente tiene que ser una copia exacta del CEO.
“Los líderes deben elegir un segundo al mando que complemente sus fortalezas y mitigue sus debilidades. Esto garantiza un equipo de liderazgo equilibrado, capaz de manejar diversos desafíos de manera eficaz”, señaló Jain.
Sin embargo, tener a alguien que esté ansioso por complacer y que esté de acuerdo con todo lo que dice o hace un CEO puede no ser la mejor opción.
“Buscá un pensador estratégico que pueda desafiarte de manera constructiva e impulsar la organización hacia adelante. La integridad, la lealtad y la capacidad de inspirar y liderar equipos son cualidades innegociables. En última instancia, tu segundo al mando debe ser alguien que pueda asumir tu rol sin problemas si es necesario, asegurando la continuidad y la estabilidad”, observó Steve Taplin , director ejecutivo de Sonatafy Technology, en un correo electrónico.