El día que estaba esperando ha llegado. Hoy es su primera ronda de entrevistas para ese puesto que lleva tiempo buscando. Su currículum y su carta de presentación ya han hecho su trabajo para que se fijen en usted de cara a la entrevista. Y ahora, ¡es el momento de brillar frente a el reclutador!

Pero, por supuesto, no se trata de pasar directamente a la ronda de contratación. Todavía tiene que responder a las preguntas que el representante de Recursos Humanos ha preparado.

La mayoría de las veces, las entrevistas laborales son sólo una forma de ver si usted encaja y puede hacer el trabajo, y normalmente pasarán por una serie de preguntas habituales, entre las que se incluyen: "Hábleme de usted", "Por qué quiere este puesto", etc.

Siempre habrá algunas preguntas que pueden hacerle tropezar. He entrenado a miles de candidatos en el pasado, así que permítame que le ayude a repasar las 3 preguntas más molestas de las entrevistas laborales y la mejor manera de responderlas.

1. ¿Cuál es su mayor debilidad?

Al principio puede parecer una pregunta capciosa. Pero responderla con sinceridad y con conciencia de sí mismo puede hacerle ganar algunos puntos extra y, eventualmente, ese asentimiento de aprobación para la siguiente ronda. 

Seamos sinceros: nadie es perfecto. Incluso su potencial jefe tiene sus propias debilidades.

Lo más importante aquí es que no intente forzar su "debilidad" para que parezca una fortaleza. Las viejas frases de "soy un perfeccionista" o "estoy demasiado obsesionado con los detalles", en realidad pueden morderle por el otro lado y salir como una bandera roja. También pueden sonar guionizadas o poco sinceras, que es lo último que quiere hacer para impresionar a un futuro empleador.

Es mejor que dé una respuesta sincera que demuestre que es consciente de sí mismo y que está trabajando para hacer mejoras. 

 Es normal tener debilidades, pero lo que distingue a los ganadores es cómo asumen sus debilidades y se esfuerzan por mejorar.

Algunos ejemplos incluyen cosas como ponerse nervioso antes de una gran presentación o tener un conocimiento limitado del trabajo con una herramienta específica. También pueden decir que tardan demasiado en adaptarse a un cambio de entorno o que les cuesta gestionar las expectativas de su jefe.

La regla de oro para todo esto es dar la vuelta a la tortilla sobre cómo está trabajando para mejorarlo. Puede decir cosas como que está trabajando en su miedo escénico asistiendo a reuniones, clases o cursos, tomándose un descanso mental cuando se sienta abrumado o reservando tiempo para aprender una nueva herramienta que le ayude en el trabajo.

2. ¿Por qué dejó su último puesto?

Hay una gran variedad de razones por las que la gente deja su trabajo. Las hay buenas y otras no tan buenas. Cuando le pregunten por qué cambia de un trabajo a otro (¡ya ve, por eso presenta su candidatura!), debe evitar a toda costa hablar mal de su anterior o actual empleador.

Verá, no se trata de ellos. La entrevista le concierne a usted y a su posible nuevo empleo. Sea lo que sea lo que haya podido experimentar con su anterior empleador, lo más probable es que no le importe a su futuro jefe. Además, hablar más de sus puntos fuertes y de la evolución de sus intereses será más pertinente para responder a esta pregunta.

Todas las empresas preferirían contratar a un soñador que innove y amplíe sus horizontes. Así que podría decir que deja su anterior empleo para encontrar más espacio de crecimiento y desarrollo.

He aquí un ejemplo de respuesta que puede ayudarle: “He tenido algunas grandes experiencias en mi carrera y, en este momento, estoy realmente buscando llevar mis habilidades en Análisis de Datos al siguiente nivel”.

O, en otro caso: "Aprendí mucho de mi último jefe, pero sentí que había tocado techo con mi desarrollo después de pasar allí los últimos 3 años. Este papel apareció en mi feed de LinkedIn, y simplemente parece una oportunidad increíble para aprender de expertos en este campo. Estoy realmente emocionada por aprender más hoy".

Al final, es importante reconocer que su antiguo empleador contribuyó considerablemente a su crecimiento profesional, pero todas las cosas, incluso las buenas, alcanzan su fin. Y en ese momento, es hora de iniciar un nuevo viaje.

3. ¿Cuál es su salario actual (y sus expectativas)?

No siempre se trata del dinero, pero por supuesto, importa. Normalmente, hacia el final de la entrevista, su entrevistador le preguntará cuál es su salario actual y sus expectativas. Antes de decir nada, haga una pausa y procure hacer de esto una conversación, no una confrontación.

En el mejor de los casos, siga adelante y pregúnteles primero cuál es su presupuesto para este puesto concreto, y ellos le darán un rango. A partir de ahí, puede darles su opinión si se ajusta a lo que usted está buscando.

Sin embargo, no siempre funciona así y puede que esperen que sea usted quien dé la primera cifra. Si ese es el caso, ponga de su parte para mantener la calma y trabajar con ellos, no contra ellos. 

Hágales saber que estará encantado de discutir el salario y las expectativas una vez que sepa más sobre el puesto, después de que ambas partes estén de acuerdo en que puede ser una buena opción.

Aquí es también donde su investigación resulta útil, para saber lo que otras empresas están pagando por funciones similares en este sector. 

Conocer su valor de mercado puede darle una buena idea de cómo negociar su salario en el futuro. Algunos de los mejores recursos que existen para consultar información salarial son Glassdoor, Levels.fyi y Salary.com.

Recuerde que nuestro objetivo es nunca mentir. Ser verídico y sincero sobre lo que sabe y lo que no sabe siempre le resultará beneficioso a largo plazo. 

Saber quién es usted y todo el valor que aporta le guiará en última instancia hacia su trayectoria profesional ideal.  ¡Prepárese para tener éxito en su entrevista!

Nota publicada en Forbes US.