Cómo eliminar las 10 muletillas más frecuentes en las empresas
Daniel Colombo Facilitador y Máster Coach Ejecutivo
Daniel Colombo Facilitador y Máster Coach Ejecutivo
Ya sabemos qué son las muletillas a la hora de hablar: son esas frases que no aportan sentido y que ocupan espacios en blanco, porque, vamos, algo hay que decir para rellenar.
Pero si pensaste que las muletillas eran terreno exclusivo de la oratoria y el arte de expresarse en público, quizás puedas sorprenderte de la cantidad de ellas que están tan metidas en el lenguaje empresarial cotidiano. Tantas que conforman un diccionario propio.
En este artículo invito a que conozcas lo que he dado en llamar el diccionario de la R.A.E. (Real Autenticidad Empresarial), versión ampliada y actualizada. Es una forma de expresión más honesta y realista, versus modelos que vienen de la época industrial y postindustrial que, tal vez, sea hora de desafiar.
No estamos hablando de términos técnicos específicos de alguna industria en particular, aunque bien sabemos la afición de ciertos profesionales cool por hablar con palabras en inglés casi permanentemente, cuando podrían expresarlas sin inconvenientes en el más puro castellano, y así, todos las entenderían rápidamente en forma verbal o escrita.
¿Qué pasa cuando una empresa empieza a plagarse de muletillas? Pierde potencia su mensaje. Porque de tanto repetirlas, las palabras se van "lavando" de significado y se van convirtiendo en frases hechas.
Como el lenguaje crea estados de consciencia, y éstos, emociones que luego se transforman en acciones, el repetir constantemente esos latiguillos no sólo lleva a una pérdida de sentido comunicacional, sino que lograrán el efecto opuesto al deseado.
Por si no lo habías pensado, cada empresa tiene un diccionario corporativo propio, que se comparte entre todos sus miembros, y que forma parte de su cultura y rituales. De las palabras, ideas y símbolos, dependerá el resultado de la aplicación práctica de dicha cultura organizacional.
Estas son, desde mi percepción, diez de las muletillas más usadas en todo tipo de empresas, y propongo algunas ideas como si fuesen "sinónimos" de reemplazo:
Esta frase repetida hasta el cansancio implica que desean que las personas prácticamente se tatúen el nombre de la empresa en un brazo, y que lo exhiban orgullosamente por el mundo.
El asunto es que para ponerse la camiseta las empresas necesitan hacer su parte. Esto significa, ni más ni menos, que cumplir sus compromisos, fomentar en primer lugar el eje del bienestar laboral (incluyendo lo personal, ético y emocional) acompañado de una compensación salarial lo más equilibrada posible. Además, poner atención al desarrollo del potencial individual de cada persona.
Y otro aspecto esencial: tener un propósito que se contagie y que se identifique con el propósito individual de cada persona del plantel.
Algunos "sinónimos" podrían ser: aumentar el compromiso, generar más involucramiento, entusiasmar a través de un propósito que identifique a todas las personas, Desarrollar el espíritu intra-emprendedor en cada persona, motivar para lograr iniciativa propia.
Siempre se desea que ciertos comportamientos y nivel de compromiso de los altos directivos, baje en cascada hacia toda la organización. El anhelo es que haya un derrame que llegue a cada integrante.
Para lograr un sistema en cascada del liderazgo, necesitarás hacerlo sistemático y deliberado:
▪ Sistemático significa que se empezarás a ver a toda la organización como un gran sistema interconectado, donde cada parte cumple un rol virtuoso mirando el objetivo a alcanzar. No hay áreas más importantes que otras, por lo que la red de jerarquías cambia y se pasa a una visión más horizontal.
▪ Y necesita ser deliberado porque requiere de planificación, determinación, consistencia y transparencia, además del compromiso, que es el pegamento indestructible que hará que las personas colaboren juntas y se sientan identificadas con el propósito de la empresa.
Podríamos hablar de Liderazgo en cadena, Liderazgo de ida y vuelta, Sistema de liderazgo y autoliderazgo basado en el compromiso individual.
Esta frase seguramente tuvo su origen en las empresas familiares, donde quien la fundó la utilizaba en los brindis y celebraciones. Ahora, ¿las empresas actuales son una gran familia?¿Cómo encajan los nuevos modelos de familia en la realidad de la empresa?
Si bien es un aspiracional interesante, sabemos que no todas las familias son estables, auténticas y bien concebidas. Quizás sea hora de dejar esa analogía, y verificar si hay otras expresiones que se adapten más a la realidad. Y, claro está, si son una gran familia, ¡adelante y a celebrar comiendo la pasta del domingo!
Para el nuevo diccionario: somos un grupo o equipo que trabajamos en pos de los objetivos de la empresa con compromiso y lealtad, somos profesionales con capacidad de respuesta y nos apoyamos mutuamente, somos leales en nuestros vínculos, Nos tenemos confianza y tratamos con afecto, generamos sentido de pertenencia con la empresa.
Alcanza con observar las ofertas laborales y esta frase aparece en el noventa por ciento de las descripciones de empresas. ¿Y qué otra cosa buscaría una empresa que no sea resultados en cualquier área y rol?
Algunas opciones: aquí se mide el desempeño en base a tus resultados, productividad permanente hacia el resultado de la empresa, la empresa vive en base a resultados.
Aquí tenemos la frase más recurrente en discursos internos, pronunciada especialmente por alguien del board directivo, que pocas veces tiene contacto directo mano a mano con la operación diaria.
Sabiendo que puede haber excepciones, lo mejor es no tener que decirla, ya que cuando la comunicamos, es porque, internamente, no siempre es así. Si estuviese tan arraigada en los valores y en la cultura, ¿por qué deberíamos declamarla a los cuatro vientos, y reafirmarla frente al personal? ¿Por qué la pones en tu página web cuando tu cliente quizás tiene un servicio de relativa calidad, que revela que la realidad interna es todo lo contrario?
Para el nuevo diccionario: El objetivo de la empresa es cuidar lo mejor posible a cada persona, El capital de trabajo se compone por el esfuerzo y talento de las personas y por lo que ofrecemos al mercado.
Los valores declamativos de la forma en que nos presentamos revelan que quizás no seamos tan así como decimos; aunque de ser cierto, bienvenido sea.
Si quieres incluir estas palabras, piensa si realmente tienes una cultura de innovación permanente (que no es lo mismo que cambios) y de disrupción (que no es lo mismo que hacer a veces algo que sea apenas un poquito distinto de la media que venías entregando).
Algunos frases para considerar: Producimos transformaciones significativas, Creamos antes que nadie soluciones inéditas, Somos una empresa que se desafía a desarrollar lo que aún no existe en nuestro mercado.
Malas noticias: todos tenemos competencia, directa o indirecta. Por lo que creérselo podría ser una falacia. Más bien, quizás no tengas competencia en determinado punto de tus servicios o productos, o tu sistema de soluciones inéditas sea tan revolucionario que marcas la diferencia.
Podemos pensar en: Permanentemente rompemos el molde de nuestro sector, Estamos por delante de la competencia con soluciones propias, La reinvención continua nos posiciona en un lugar diferencial y preferente frente al resto.
En general, el subtítulo podría decir: “Vamos a hacer dos o tres retoques en tal cuestión para ver si así le sacamos más plata”. Eso sería más honesto.
En el diccionario quizás se pueda expresar como: Haremos algunos cambios y mejoraremos la oferta de tal cosa en función de la necesidad de ventas que tenemos; Vamos a mejorar tales aspectos con el fin de conseguir mejores ganancias.
Sinergia significa cooperación, y es un término de origen griego, "synergía", que significa "trabajando en conjunto".
El trabajo mancomunado es esencial para cualquier empresa. ¿Pero siempre somos un "equipo", o aún no te has animado a decir que, por ahora, son un "grupo"? Hay enormes diferencias entre uno y otro aspecto.
Para considerar: Mejorar la cooperación entre nuestros miembros, Fomentar el vínculo colaborativo entre el personal, Estimular que las áreas trabajen juntas y se potencien mutuamente, Aprender colaborativamente y desaprender para estar siempre adelante con lo nuevo.
Para hablar de compromiso, entrega y efectividad, se invoca la metáfora del 110% pa significar que se debería entregar más de lo humanamente posible.
¿Siempre hace falta dar el 110%? ¿No alcanza con el 100%? ¿Qué pasa si a veces con el 90% se obtiene igualmente un resultado extraordinario?
No se trata de ser mediocres, sino de saber discernir qué potencia poner en cada acción. A veces con el oficio alcanza sin que deba ser siempre un porcentaje full.
Algunas expresiones para la versión actualizada del diccionario de la academia R.A.E., Real Autenticidad Empresarial: Da el máximo cada vez con los recursos que tenemos disponibles, dar con enfoque permanente en la excelencia, superarse permanentemente para lograr y sobrepasar lo que nos hemos propuesto, con máxima efectividad.
La invitación es a dejar de utilizar expresiones que quizás van perdiendo sentido. Esto nos permitirá priorizar lo esencial y descartar todo lo superfluo. De esta forma, la comunicación será más sencilla, directa y efectiva, y los aspiracionales, definitivamente mucho más realistas.
*El autor, Daniel Colombo, es facilitador y Máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos; mentor y comunicador profesional; conferencista internacional; autor de 31 libros. LinkedIn Top Voice América Latina 2019. Coach certificado ICF; coach y Miembro de John Maxwell Team. www.danielcolombo.com.