Pionera por naturaleza, Margarita Carrau fue parte de la creación de "los caminos del vino", una iniciativa turística de recorridas por las principales bodegas de los departamentos del sur del Uruguay. Pero la vida la puso frente a nuevas oportunidades para desarrollar una bodega en un territorio nuevo para el vino en el norte del país, más exactamente en las sierras de Rivera.

 Un entorno diferente para un proyecto que inició de cero y forjó su propia identidad. Así capitalizó lo que había aprendido en los emprendimientos familiares y apostó a generar su propia marca motivada por el amor y la pasión. "Lo que nosotros pasamos en 2016 fue una división de la empresa. Así aprovechamos la oportunidad. Teníamos dos bodegas, así que dos hermanos quedaron en el sur y tres nos fuimos a Rivera. Me tocó a mí encarar y mover una nueva etapa", compartió. 

Nuevos horizontes

En el norte del país no había camino del vino ni tampoco una infraestructura armada en torno al producto como sí existía en el sur. Un gran el desafío fue conocer a la comunidad de ese departamento que para ella, hasta el momento, era poco conocida.

 Paso a paso descubrió restaurantes, comercios, hoteles y generó una red de contactos para acercarse a la gente y la ciudad. "Eso me fue llevando a integrarme a la comunidad que me dio una mano y fue un gran apoyo para empezar con el enoturismo", dijo.

 En ese escenario "la dificultad más grande fue que no éramos Bodegas Carrau, sino que debíamos empezar con esta nueva marca que era Cerro Chapeu", reflexionó.

Sin embargo, pronto encontró su lugar, en principio, "gracias a los visitantes que llegaban por compras a Rivera y buscaba qué programas había para hacer en la zona". La bodega está a 12 kilómetros de la ciudad y es una buena opción, "es lindo enseñar y educar a disfrutar del vino, eso es lo que más me gusta, siempre lo hice", reconoció Carrau.

 Salir de su zona de confort para iniciar algo nuevo demandó trabajo y esfuerzo. "Uno se repone y vuelve y en definitiva es algo que nos impulsa", agregó. 

Mujeres que cosechan

Para Carrau los desafíos son buenos y, más aún, para las mujeres que ante situaciones difíciles le ponen más ganas. Tal fue su caso cuando en plena pandemia y en esa situación crean la mesa de turismo en Rivera que reunió a la hotelería, la gastronomía, los paseos turísticos y los freeshops. Una mesa qué hoy tiene 300 socios y es mucho más que solamente el camino del vino en el norte. 

La empresaria resaltó el apoyo de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE) por ejemplo al momento de conseguir los recursos humanos necesarios que no se encontraban con facilidad en Rivera. En este camino encontró a la persona clave para acompañarla en su equipo, eso hizo la diferencia y fue un punto de quiebre para el crecimiento y el posicionamiento que logró Cerro Chapeu. 

Todo el trabajo comenzó a dar frutos, las visitas comenzaron a llegar y también las buenas referencias. Reseñas que fueron también a Trip Advisor lo que hizo pasar a Cerro Chapeu del puesto 30 al primer lugar en la plataforma turística. Ese reconocimiento cambió la situación y generó un gran impacto en la marca.

 Hoy por hoy la empresa familiar se consolidó con el arribo de Pía Carrau como gerenta general. Para Margarita que su sobrina ocupe ese rol es un gran logro que marca el lugar de las nuevas generaciones y de las mujeres en la empresa. "El rol de la mujer en esto del vino es increíble, somos una tribu" finalizó.