La mayoría de las personas piensan que la autocompasión es una idea que poco tiene que ver con la calidad de su vida o con su carrera. Pero la ciencia demuestra que es mucho más que darse un baño de burbujas. Los científicos están descubriendo que hace una gran diferencia en el bienestar de los empleados, incluso en la rentabilidad de las empresas.
La autocompasión es una habilidad esencial -una herramienta que hay que aprender y desarrollar- que puede potenciar su capacidad para superar obstáculos y sobresalir profesionalmente.
Examinarse internamente aumenta su bienestar
Los científicos están comprobando que si uno no se gusta a sí mismo, no estará motivado para sobresalir al máximo de su potencial. Los estudios demuestran que el auto juicio, la autocrítica y el descuido de uno mismo crean barreras para el compromiso laboral, la motivación y el avance profesional.
Piense en uno mismo como en una autopista de dos carriles, uno exterior y otro interior. La mayoría de la gente pasa la mayor parte del tiempo en el "carril exterior" - gestionando las condiciones de su vida, prestando menos atención al "carril interior" - lo que ocurre en su mente. Eso equivale a lavar y sacar brillo a su auto y nunca revisar debajo del capó.
Los científicos comprobaron que cuando pasamos todo nuestro tiempo en el carril exterior, podemos oxidarnos, averiarnos o quemarnos. Pero cuanto más nos tomamos unos minutos para observar hacia dentro con autocompasión durante la jornada laboral, más aumenta nuestra claridad, compromiso, energía, productividad y mejora la trayectoria de nuestras carreras.
El poder del microcuidado
Un equipo de investigadores de Berkeley publicó recientemente un artículo que muestra un hallazgo sorprendente. Descubrieron que 20 segundos de lo que ellos llaman una micropraxis diaria de autocompasión se asocian con un aumento de la autoestima, el bienestar emocional y la reducción del estrés.
La simple práctica de colocar las manos sobre el corazón y el vientre mientras se tienen pensamientos amables hacia uno mismo puede hacer una gran diferencia en su bienestar.
Cuanto más frecuentemente practiquemos este ejercicio, mayores serán los beneficios.
Otra forma de autocompasión es el cuidado de uno mismo, que consiste en tomarnos tiempo para tratarnos con amabilidad y respeto. Una investigación realizada por científicos de North Carolina State University muestra el valor de lo que ellos denominan micro descansos a lo largo de la jornada laboral.
Cuando los empleados se regalan breves descansos -cinco minutos o menos- se benefician de estas estrategias de gestión de la energía.
Las micro pausas pueden ser tan sencillas como estirarse, subir y bajar escaleras, contemplar la naturaleza desde una ventana, tomar un tentempié o realizar una meditación consciente de cinco minutos. El estudio concluye que después de hacer microdescansos, los empleados tienen más energía, mayor compromiso laboral y menor fatiga.
La nueva ciencia de las micro pausas muestra cómo se pueden desarrollar los beneficios desestresantes de la meditación en cuestión de minutos sin interrumpir las rutinas de la jornada laboral. Piense en los micro descansos como un ejercicio para la mente, que fomenta la claridad mental, la calma, la concentración y el rendimiento laboral -todas las claves del éxito profesional- mientras continúa con su rutina habitual a lo largo de la jornada laboral.
Puede practicar estos ejercicios sencillos y fáciles de aplicar -cinco minutos o menos- en cualquier lugar y en cualquier momento porque son rápidos, portátiles y no cuestan nada. Le ayudarán a prestar más atención a momentos que de otro modo pasaría por alto rápidamente, implicándole plenamente en el presente y aportándole una calma instantánea.
Mientras camina del estacionamiento a su oficina, lleve intencionadamente su atención a las sensaciones de sus pies contra el suelo o note el cielo abierto, las vistas y los sonidos que le rodean. Atrapado en el tráfico o en la cola de un supermercado, escuche los sonidos del entorno o sintonice con las sensaciones corporales.
La práctica continuada desarrolla su capacidad para controlar sus pensamientos y sentimientos, reducir el estrés acumulado y restablecer su nivel de energía. Puede que ahora mismo su mente esté divagando. Si es así, sea consciente de su mente errante, deje que la distracción esté bien y devuelva suavemente su atención a las palabras de la página impresa. Eso también es un ejercicio de autocuidado.
La autocompasión y conexión mente-cuerpo
Uno de los descubrimientos científicos más sorprendentes es que la autocompasión no se limita sólo a factores psicológicos. Estudios respaldados por la ciencia descubren que cuando las personas practican la autocompasión, tienen menos riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
De hecho, los científicos midieron los vasos sanguíneos de los participantes. Descubrieron que los que obtienen puntuaciones más altas en autocompasión tienen las paredes de las arterias carótidas más delgadas y menos acumulación de placa que los que tienen una autocompasión más baja.
Años después, estos indicadores se relacionaron con un menor riesgo de sufrir infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares.
Los resultados positivos persistieron incluso cuando los investigadores controlaron los comportamientos y otros factores psicológicos que podrían influir en los resultados de las enfermedades cardiovasculares, como la actividad física, el tabaquismo y los síntomas depresivos.
Estos hallazgos se alinean con un conjunto de investigaciones que demuestran que la autocompasión es como la gasolina que pone en su auto. Cuando dedica breves segmentos de tiempo a llenar el depósito con gasolina de calidad, su auto funciona más y mejor.
Pruebe la autocompasión
En momentos de angustia -durante desafíos profesionales o después de una derrota-, hablar consigo mismo en un tono tranquilo y reconfortante le ayuda a recuperarse como si estuviera aplicando un bálsamo a una herida. Acá tiene cinco ejemplos de cómo practicar la autocompasión y estar a favor en lugar de en contra de uno mismo:
- Coloque las manos suavemente sobre el corazón y el estómago de modo que sienta el calor de sus manos contra el pecho y el abdomen, enviándose pensamientos y sentimientos amables. Deje que los sentimientos cálidos le inunden, respirando suave y profundamente durante unos minutos, notando cómo sus manos reconfortan su cuerpo.
- Practique la autoconversación compasiva, hablándose a sí mismo de forma afectuosa -utilizando su nombre de pila en lugar del pronombre yo-, sentirá como si le consolara alguien más que usted mismo. "Bryan, tú puedes".
- Utilice palabras de ánimo, expresiones de admiración y afirmaciones positivas para darse un empujón instantáneo.
- Levántese el pulgar cada vez que termine un proyecto, alcance una fecha límite o logre un objetivo profesional, recompensándose.
- Utilice la curiosidad y la autocompasión, en lugar del juicio, cuando cometa un error, fracase o se sienta rechazado. El autojuicio le frena sus posibilidades, añadiendo el insulto a la herida. Un marco mental de curiosidad le ayuda a volver a ponerse en marcha y avanzar con autoapoyo.
Si la autocompasión es lo suficientemente poderosa como para reducir las enfermedades cardíacas, los derrames cerebrales, el estrés y la ansiedad, la irritabilidad y la depresión, además de aumentar el compromiso y el rendimiento en el trabajo, es lógico que motive a los líderes empresariales a crear un lugar de trabajo compasivo para fomentar estas ventajas para la salud mental y física.
Ese mensaje aún no está presente en las organizaciones. Pero a medida que la ciencia siga demostrando que la autocompasión es una habilidad que hace mejores a los empleados y da a las organizaciones una mayor rentabilidad, los empresarios empezarán a escuchar.