Con la crisis del costo de la vida, la estabilidad financiera es más importante que nunca. Para algunos, la respuesta es el sobreempleo, es decir, trabajar en varios empleos, sobre todo en funciones remotas de cuello blanco, para asegurarse múltiples fuentes de ingresos estables. A veces esto es eficaz, pero otras veces no funciona porque los empleados que están sobreempleados, o bien se arruinan, las prioridades chocan, están sobrecargados de trabajo y quemados, o simplemente no es una manera de mantener la vida a largo plazo.
Para otros, ascender y aspirar a un puesto directivo o de gestión dentro de su empresa es la respuesta a la seguridad financiera y a poder vivir cómodamente para llegar a fin de mes, y algo más.
Pero, independientemente de la carrera profesional que elijas, tener fuentes de ingresos pasivos, sobre todo múltiples, es quizá una de las mejores decisiones que podes tomar para asegurar tu futuro financiero y profesional, y garantizar que seguís viviendo cómodamente. Incluso podés tener ahorros para invertir en tu propio negocio cuando llegue el momento, independientemente de tu situación laboral.
Acá tenés en cinco ideas de ingresos pasivos para, literalmente, hacer dinero mientras dormís como siempre soñaste:
1. Alquilá tu propiedad
Comprar una propiedad y alquilarla es una forma clásica y bien establecida de ingresos pasivos. Hoy en día es incluso más fácil con la estructura de Airbnb; no necesitás esperar a comprar una nueva propiedad para sacar provecho de la que ya tenés. Si te sobra una habitación o una parte de la casa, convertila en un Airbnb. Si tenés previsto irte de vacaciones durante unas semanas o meses, podés convertir toda tu casa en alojamiento para turistas, de modo que va a hacer dinero incluso mientras estás de vacaciones.
2. Creá un curso
La creación de cursos es bastante sencilla, gracias a plataformas de alojamiento como Udemy, Thinkific y LearnWorlds. Lanzá un curso que aporte un valor significativo a las personas que buscan respuestas que tu experiencia puede satisfacer. Una vez pregrabado y preparado y publicado el contenido del curso, las personas que visiten tu página web o busquen el tema a través de la plataforma de alojamiento de cursos van a ver tu curso y van a tener la opción de pagar e inscribirse.
3. Desarrollá una GPT personalizada
Gracias al lanzamiento de la tienda GPT de OpenAI, podés usar el mercado para crear y lanzar fácilmente tus propias GPT personalizadas. Y lo mejor de todo, es que no necesitás ser técnico para publicarlo, y no se requieren conocimientos de codificación. Sólo necesiás entender los mecanismos de consulta y cómo funciona ChatGPT, y tener una base de datos sólida desde la que el GPT pueda proporcionar respuestas.
A continuación, asegurate de que la creación de tu aplicación cumple con las directrices de OpenAI, y publicala en la tienda GPT para que otros puedan pagar por ella y utilizarla.
4. Empezá a escribir un blog
Escribir un blog es una opción popular para establecer una marca personal y generar ingresos pasivos. Una vez que hayas dado en el clavo con tu estrategia SEO y te hayas asegurado de que tu blog o sitio web tiene un volumen de tráfico elevado y constante cada mes, podés usarlo para generar ingresos.
Por ejemplo, podés probar el marketing de afiliación de Amazon, en el que creás una cuenta de afiliación de Amazon, escribís sobre un tema en particular, como un hobby o un tema profesional que te apasione, y despues haces un hipervínculo con tu enlace de afiliación a productos, libros, etc. a lo largo del artículo de una forma no spam que complemente el contenido de tu blog.
También podés crear una cuenta de Google Ads y generar ingresos a través de la colocación de anuncios específicos en todo tu blog o página web; cuando los visitantes hacen clic en el anuncio o enlace de afiliado y pasan a hacer una compra, generas una comisión.
5. Invertí en acciones con dividendos
Las acciones de dividendos son la opción perfecta para los inversores que desean hacer dinero sin la responsabilidad de gestionar activamente su cartera de inversiones. En términos sencillos, una acción de dividendos es simplemente una empresa que cotiza en bolsa y que reparte beneficios entre unos inversores llamados accionistas. Si comprás sus acciones, te convertís en accionista. Los pagos suelen hacerse trimestralmente, pero pueden tener otros calendarios, como el anual.
Para beneficiarse de esta opción de bajo mantenimiento, todo lo que tenés que hacer es poseer acciones a través de una cuenta de corretaje o de jubilación, como una cuenta IRA, y los fondos se abonan en tu cuenta una vez que se paguen los dividendos.
Entonces, ¿Es posible hacer más dinero trabajando más inteligentemente, no más duro? Por supuesto que sí. Con una investigación diligente, la comprensión de tu mercado y tu campo, y una planificación cuidadosa, podés garantizar la estabilidad financiera a largo plazo para vos y tus seres queridos, la mejora del bienestar, la independencia financiera, y, quién sabe, tal vez podría renunciar a su trabajo tóxico o estancado por completo.
El viaje empieza ahora.
*Con información de Forbes US
