Por fin encontraste lo que crees que es el trabajo de tus sueños y decidiste presentar tu candidatura. Pocos días después, la empresa se pone en contacto con vos para una entrevista de preselección, que es emocionante.
Antes de que te des cuenta, te piden que completes un test para llevar a casa, una evaluación de personalidad, un estudio de caso, cinco entrevistas de 30 minutos con el equipo, dos entrevistas de una hora con el director de contratación y una entrevista final con el director general. Después de soportar un proceso de entrevistas excepcionalmente largo, que dura varios meses, no conseguís el trabajo.
Cada vez son más los solicitantes de empleo que se ven sometidos a un interminable proceso de entrevistas. De hecho, la cantidad de tiempo que se tarda en contratar a un nuevo empleado alcanzó un máximo histórico en 2023, según un informe de Josh Bersin Company y AMS.
Los datos muestran que el tiempo necesario para contratar aumentó de forma constante en los últimos cuatro años. Una de las razones es que el aumento del trabajo a distancia crea más competencia por los puestos de trabajo. Ahora que los empresarios sienten que tienen opciones, quieren tomarse su tiempo para encontrar al mejor candidato. Además, la contratación y la incorporación son costosas.
Con la actual incertidumbre económica, las empresas temen tomar una decisión equivocada y quieren acertar.
Pero, como demandante de empleo, es fácil sentirse frustrado por un proceso de entrevistas interminable. Esto es especialmente cierto si no conseguís el trabajo o, peor aún, si el empleador acaba rechazándote. Si estás experimentando una búsqueda de empleo larga e interminable, estas cinco estrategias te ayudarán a mantener la motivación y el control.
Pedí detalles sobre el proceso
Como candidato, tenés todo el derecho a saber cómo es el proceso de la entrevista. De ese modo, vas a tener más posibilidades de acudir preparado o de decidir retirarte si así lo deseas. La mayoría de las empresas siguen un proceso de entrevista prescrito.
Si no es así, puede ser una señal de alarma. Cuanto antes pidas detalles, mejor, preferiblemente al final de la primera entrevista. Pero si no lo hiciste, podés enviar un correo electrónico al responsable de selección o de contratación para solicitar información actualizada sobre los siguientes pasos.
Mantené tus opciones abiertas
Lo más importante es que no dejes de entrevistarte con otras empresas. Aunque te sientas favorito, pueden ocurrir muchas cosas. Por ejemplo, podrían decidir contratar a otra persona, posponer su búsqueda o incluso rescindir una oferta de trabajo después de haberla hecho.
Si resistís el impulso de interrumpir todos los demás esfuerzos, es más probable que tengas varias ofertas entre las que elegir. Las ofertas múltiples también te dan más ventaja para negociar si llega el momento.
Protegé tus ideas
Cada vez es más habitual que los responsables de contratación pidan a los candidatos que creen tareas especiales durante el proceso de entrevista. Por desgracia, el riesgo es que no te contraten y la empresa utilice tus ideas de todos modos. Para protegerte, registra previamente los derechos de autor de tu trabajo.
Si se trata de algo sencillo, podés incluso presentar vos mismo una solicitud en línea visitando copyright.gov. Si tenés un producto o invento que te gustaría mantener a salvo, solicité una patente. Luego, cuando estés en la entrevista, hacele saber al empresario que tus ideas son propiedad intelectual tuya.
Encontrá un sistema de apoyo
Otra forma de sobrevivir a un proceso de contratación prolongado es encontrar a gente que esté pasando por lo mismo. LinkedIn es un lugar estupendo para obtener apoyo y conectar con otros solicitantes de empleo, publicando tus experiencias y uniéndote a grupos.
Además de los amigos y la familia, también ayuda contar con un confidente de confianza, como un mentor, un terapeuta o un orientador profesional. Un orientador profesional te va a ayudar a rendir cuentas y a mantenerte en el buen camino para conseguir tu próximo empleo.
Pensalo como una red de contactos
Otra forma de gestionar la frustración de la búsqueda de empleo es replantearse cada entrevista como un ejercicio de creación de redes. En lugar de centrarte sólo en "conseguir el trabajo", pensá en el proceso como un proceso en el que estás construyendo relaciones a largo plazo.
Aunque no te contraten para ese puesto concreto, la misma empresa podría volver a llamarte para hablar de otra oportunidad. O puede que impresiones tanto a un entrevistador que inmediatamente te tenga en cuenta para puestos vacantes cuando pase a otra empresa.
Soportar un proceso de entrevistas penosamente largo puede resultar enloquecedor.
Pero aunque estés a punto de explotar de pura frustración, resiste el impulso de enviar un correo electrónico desagradable. En última instancia, el objetivo es entablar relaciones que puedan servirle en el futuro. Recordá que el proceso de entrevista dice mucho de la cultura y los valores de una empresa. Si tu experiencia te deja abatido, probablemente sea hora de tachar a esa organización de tu lista y seguir adelante.
*Con información de Forbes US