+Uruguay: cómo es el programa impulsado por Ceres que se propone el desafío de incubar líderes públicos
Ignacio Munyo, director ejecutivo de CERES, contó los detalles y las metas del proyecto que en una primera instancia busca alcanzar 80 personas que aspiren a integrar lugares estratégicos de liderazgo público.

El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) presentó una innovadora propuesta en Uruguay: constituir una incubadora de líderes públicos. 

En su primera edición, el foco está en alcanzar 80 personas que aspiren a integrar lugares estratégicos de liderazgo público, de cara a las próximas elecciones departamentales y municipales de 2025 y ofrecerles una beca completa para que puedan formarse.

Durante el intercambio con Forbes Uruguay, el director ejecutivo de Ceres, Ignacio Munyo, se encontraba en Pepe Núñez, un pueblo del interior profundo ubicado a siete horas de Montevideo. 

Esta parada era un mojón de su viaje que lo llevaba de Rivera a Salto en el marco de una gira por todo el país dedicada a presentar el programa +Uruguay.

La iniciativa fue presentada formalmente a principios de julio en la sede de CAF (banco de desarrollo de América Latina y el Caribe) frente a los expresidentes de la República y a otras personalidades que también contribuyeron al servicio público del país.

¿Cómo surgió +Uruguay?

Se trata de un largo proceso que arrancó en 2020 con lo que llamamos Expo Democracia, un homenaje a la democracia uruguaya en sus 35 años de vida desde la restauración democrática en 1985 (el período de democracia más extenso en la historia del país).

En aquel momento, pensamos que teníamos que hacer algo para fortalecer el sistema político del país. 

Se trató de una experiencia enriquecedora porque logramos conectar con todo el espectro ideológico. De hecho, fue la primera vez que se reunieron en simultáneo y en público a dar sus respectivos discursos los expresidentes Julio María Sanguinetti, Luis Alberto Lacalle y José Mujica

Desde entonces, tuvieron múltiples apariciones en conjunto hablando de la importancia de la democracia en Uruguay.

Este trabajo nos llenó de orgullo, tuvo impacto en la capital y en el interior del país. También fue presentado en Washington D. C. (Estados Unidos), Lima (Perú) y Madrid (España), donde fue comentado por el expresidente del Gobierno español entre 1982 y 1996, Felipe González.

Este proyecto apuntó a valorar la democracia que tenemos y pretendemos continuar en esta línea desde Ceres.

En el año 2020 comenzaron a organizar cursos básicos en valores democráticos, llamados Escuela de Democracia.

Ignacio Munyos de CERES. Fotos: Nicolás Garrido

¿Cómo funcionaron?

Exacto. Estos cursos funcionaron durante los años 2020 a 2023, con charlas a militantes de todos los partidos políticos.

Se trató la importancia de los valores democráticos, los partidos políticos, sus ideas y sus diferentes visiones. Fue algo muy lindo porque se logró generar una confianza generalizada en todo el sistema, algo que ha venido disminuyendo en los últimos años.

A lo largo de estas instancias, encontramos una complejidad creciente en la interlocución público- privada

Es decir, encontramos que, más allá de las decisiones a nivel de la cabeza de gobierno (el presidente y los ministros), se complica la ejecución de muchas políticas asociadas a nuevas inversiones con regulaciones difíciles de mover, con trabas burocráticas y tiempos que son de otras épocas e impiden avanzar.

Muchas veces, estas dificultades están relacionadas con las intendencias y las realidades locales. Esto nos hizo darnos cuenta de la necesidad de hacer algo al respecto. Entendimos que ese hueco está íntimamente relacionado con la valoración de la democracia.

Según datos recientes de Latinobarómetro, hay una diferencia entre la valoración de la democracia y la satisfacción con sus resultados en Uruguay.

¿Cómo lo analiza?

Los últimos datos del Latinobarómetro indicaron que para el 85% de los uruguayos, la democracia es el mejor sistema, pero solo el 59% afirma estar satisfecho con los resultados de la democracia. Ahí hay una brecha que preocupa.

A nivel internacional —en un contexto de crisis de este sistema—, hay evidencias que indican que la democracia es valorada cuando logra satisfacer las necesidades de la población con políticas públicas efectivas y servicios de calidad. 

Esto nos dice que, para sostener esta democracia plena que tiene Uruguay, tenemos que lograr un sistema que consiga, a través de las personas que trabajan en el sector público, generar servicios que cumplan con eficacia las tareas que se les asignan. 

Eso no es nada sencillo. A estas situaciones se le suma la complejidad en los desafíos que asumen los gobiernos locales. El conjunto de estos factores son los que explican la iniciativa que lanzamos: +Uruguay.

Mencionaste la importancia de la formación adecuada para los gobernantes locales y, de hecho, +Uruguay apunta a este nicho.

En Uruguay tenemos una ley de descentralización relativamente nueva, comenzó a regir en 2010 y se mejoró en 2014. Esto genera que hoy tengamos 125 municipios y pueden llegar a ser 150 en la próxima gestión. 

Es crucial capacitar técnica y profesionalmente a quienes sientan la vocación de servicio público a nivel local. Los gobiernos locales, que son el primer contacto del Estado con la población —y el único en muchos casos—, tienen que dar respuestas a problemas sumamente delicados, como, por ejemplo, a los relacionados con el cambio climático. 

Sin ir más lejos, todo indica que las inundaciones y fuertes sequías serán cada vez más constantes.

En la misma línea, las inversiones que llegan a distintos puntos del territorio tienen asociados problemas complejos desde el punto de vista ambiental y de las comunidades que viven allí. Por lo tanto, esto también les exige a los gobernantes locales estar preparados para lidiar con estos temas, tener la formación adecuada, hablar el idioma internacional que manejan los estándares de calidad para tener un desarrollo sustentable.

Encontramos acá una necesidad de darle capacitación técnica y profesional a todos aquellos que sientan la vocación del servicio público a nivel local, que tengan liderazgos a desarrollar (tanto con como sin experiencia), para generar un gobierno de cercanía.

Todos estos factores determinaron que el país surgiera como una incubadora de liderazgo público en estos días, después de varios años de gestación, a través del programa +Uruguay.

¿Qué objetivos concretos tienen con esta capacitación y cómo se estructurará el programa?

El foco está puesto en las próximas elecciones departamentales y municipales de 2025, en las que se elegirán cerca de 1.500 cargos relevantes de gestión local, a los que se les pide liderazgo y gestión profesional.

El objetivo es seleccionar, entre todos los que se inscriban, a 80 personas, que, si bien no tienen por qué ser militantes, sean representativas de todo el espectro ideológico y territorial del país, con un compromiso profundo con los valores democráticos y una vocación de servicio público.

También buscaremos representatividad por edad y por género. 

El programa se compone de 60 sesiones interactivas de formación en gestión local, diseño, ejecución, evaluación y comunicación de políticas públicas. Tendrán lugar durante los meses de setiembre, octubre y noviembre; el cierre será en diciembre a través de una sesión presencial en el Complejo Jacksonville.

El programa tiene una fuerte impronta en la transparencia y mejora de políticas basado en el conocimiento de las normativas. En la actualidad tenemos problemas de pragmatismo grandes a nivel local, que hace que se tranquen muchos procesos de inversión.

Ignacio Munyos de CERES. Fotos: Nicolás Garrido

¿Esta iniciativa se implementó en otros lugares?

Para el desarrollo de esta iniciativa, contamos con el apoyo de +Democracia (organización política ciudadana que busca la mejora del sistema democrático).

Hasta el momento hubo experiencias en Costa Rica hace un año, también a nivel municipal. Fue una experiencia exitosa. La clave para que esto funcione es ofrecer un producto de alta calidad, porque estamos convencidos de que las personas que asumen esta responsabilidad son vitales para el desarrollo del país.

¿Cómo fue la recepción de este programa hasta ahora a nivel local?

Muy positiva. Profesionales de distintas áreas se contactaron con nosotros para participar y ofrecer su conocimiento.

Cada vez que presentamos el programa en un lugar, la repercusión es tremendamente positiva, igual que cuando se lo contamos a los tres expresidentes, quienes lo consideraron relevante. 

Lo mismo cuando lo consultamos al contador y expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, quien asumió el compromiso de ser referente de las garantías de calidad del programa.

También contamos con un consejo consultivo político conformado por la ex vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky y el exsenador Juan Martín Posadas, dos referentes históricos del Uruguay que cubren todo el abanico ideológico. 

No está sesgado; el único compromiso que tiene esta instancia es con la democracia y el compromiso público.

¿Cómo está Uruguay en términos de liderazgo público? ¿Cuáles son los principales desafíos?

Según el Banco Mundial, un 86% de los funcionarios públicos uruguayos demuestra orgullo nacional por trabajar para el país, pero solo el 39% cree que puede desarrollar su potencial profesional dentro del Estado. 

Esto es un problema que queremos abordar, atrayendo gente al servicio público y dándole la motivación y el brillo que hoy no tiene. 

Hoy tenemos problemas de regulación, de selección y de asignación de tareas. Esto genera frustración en los funcionarios públicos, que se terminan por ir al sector privado. Nosotros queremos traccionar personas al servicio público a través de este programa para darle brillo.

Ahora tenemos un objetivo ambicioso. 

Queremos que la gente que pase por este programa ocupe cargos de primera línea en los gobiernos locales con una formación adecuada. Queremos seguir fomentando la motivación y la calidad en el servicio público.

¿Cómo proyectás el proceso electoral de este año?

Uruguay no es ajeno a una realidad mundial. Están a la vista los números de participación en política partidaria, pero este país a los ojos del mundo sigue siendo una democracia plena.

Sigue manteniendo una reserva de valor que nos distingue. Tenemos que lograr mantener el nivel de la discusión democrática

Queremos escaparnos de lo que vemos en otros países de la región, que permanentemente acechan al Uruguay. 

Ese es el gran desafío: trascender la miseria que se ve en campañas electorales de otras partes del mundo y que se aspire a generar políticas públicas relevantes para mejorar la calidad de vida de la gente.
 

Fotos: Nicolás Garrido

*Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de Agosto de 2024