En la antesala de la campaña electoral, la politóloga y directora del think tank Ágora, Victoria Gadea, analizó los desafíos del entorno digital, una arena muy codiciada por los candidatos. “Al igual que en el mundo fuera de la virtualidad, en este entorno hay muchos espacios como el chat con amigos, diferentes redes, grupos cerrados. ¿Dónde se libra la batalla del voto? En todos los espacios”, dijo en la primera edición local de Forbes Game Changers Summit.
Con el avance de la inteligencia artificial (IA), es esperable que el contenido generado por computadora para confundir al electorado sea complejo de sortear. La tecnología se ha sofisticado al punto que es posible generar videos con la cara y la voz de los candidatos (o de cualquier persona) en situaciones ficticias. Son los llamados deepfakes, creados con IA.
Esta es una nueva herramienta que en Argentina ya fue utilizada para “ensuciar” la campaña presidencial. Aunque por razones éticas los búnkers de los candidatos “deberían evitarlos cuando es una práctica perjudicial hacia otros”, Gadea relativizó su peligrosidad.
“No hay evidencia de que el deepfake manipule el comportamiento de las personas”, dijo.
Sin embargo, explicó que muchas veces surgen de los propios usuarios individuales, más como forma de humor que como estrategia de campaña, por lo que no es partidaria de apresurarse a legislar en su contra. “No es civil, pero también es divertido, y quitarle el humor a la gente es complicado. Debemos considerar qué se regula en ese aspecto", consideró.