La cultura del trabajo, plagada de fenómenos como el "susto del domingo" y la "melancolía del lunes", dificulta cada vez más el equilibrio entre el trabajo, la vida personal y el cuidado personal. La incesante presión para rendir al máximo puede dejarnos exhaustos, fatigados y abrumados.
Según un artículo reciente de LinkedIn y Headspace, casi el 75% de los estadounidenses con empleo afirman sentirse ansiosos por la próxima semana laboral los domingos, lo que pone en evidencia la necesidad de soluciones que puedan transformar esta ansiedad y estrés en hábitos más productivos.
En otra encuesta de YouGov de 2021, en la que participaron 4.000 encuestados, el 58% manifestó que no le gustaban los lunes, lo que pone de manifiesto una laguna que una tendencia en el lugar de trabajo como el "lunes mínimo" podría llenar eficazmente.
La creadora de TikTok, Marisa Jo Mayes, popularizó esta tendencia después de sentirse constantemente estresada los domingos y perpetuamente atrasada cada lunes por la mañana. A menudo se sentía culpable e improductiva cuando no podía completar su extensa lista de tareas pendientes. En uno de sus vídeos, afirmó: "Inicié esto porque me estaba presionando demasiado a mí misma, lo que me dificultaba lograr algo".
En esencia, el lunes mínimo es una respuesta a la dinámica cambiante del trabajo. Promueve un enfoque equilibrado que reconoce la importancia del bienestar junto con la productividad.
A continuación una lista de dos razones importantes por las que adoptar esta tendencia puede transformar no sólo tus lunes, sino también tu perspectiva sobre la productividad y la gestión inteligente del tiempo.
1. Hacé que tu semana sea lenta, no corta
Los lunes son famosos por inducir estrés y ansiedad al volver a la semana laboral. Adoptar el concepto del lunes mínimo permite reducir deliberadamente el ritmo y dedicar tiempo al cuidado personal. Al igual que la idea de tomarse las mañanas con calma y sin prisas, esta tendencia permite a las personas empezar la semana con calma en lugar de sumergirse de inmediato en tareas estresantes, lo que reduce la ansiedad.
Como se afirma en un artículo de CNBC, Mayes dedica las dos horas iniciales de su lunes a actividades que marcan el tono de la semana.
"Durante las dos primeras horas, evito las reuniones y me lo tomo con calma", explica Mayes a Insider. Este tiempo lo dedico a leer, escribir en un diario o hacer tareas domésticas. Son dos horas libres de tecnología -sin correos electrónicos-, simplemente haciendo lo que me hace sentir bien para empezar el día.
El resto del día, normalmente tres horas, lo dedica a tareas esenciales que puede realizar fácil y cómodamente un lunes.
Una de las principales motivaciones para adoptar esta tendencia es, por tanto, controlarse a uno mismo antes de lanzarse a la jornada laboral. Un comienzo lento de la semana laboral puede garantizar que seamos capaces de gastar nuestra energía de forma sostenible a lo largo de la semana en lugar de empezar a toda máquina y quemarnos a la mitad.
Ya sea practicando la atención plena, dándose un largo baño o simplemente saboreando un desayuno tranquilo, este enfoque intencionado del autocuidado establece un tono positivo para la semana que comienza.
Por ejemplo, un estudio de 2022 explicaba cómo la incorporación de un simple paseo por la naturaleza y los espacios verdes durante la semana puede hacer maravillas por el estado de ánimo y la calidad del sueño, independientemente del entorno estresante en el que uno se encuentre.
Adoptar esta tendencia, por lo tanto, no sólo alivia la tristeza del lunes, sino que también conduce a un enfoque más saludable y equilibrado del trabajo y la vida.
2. La recarga del lunes dura toda la semana
La filosofía del lunes mínimo puede parecer una práctica autoindulgente que conduce a la improductividad, al menos para los detractores. Sin embargo, cuando se hace bien, un lunes de mínimos puede aumentar el rendimiento laboral al combatir eficazmente el agotamiento y mejorar la concentración.
Mayes, impulsora de la tendencia, reveló su experiencia personal al New York Post, señalando que solía empezar los lunes sintiéndose agotada e improductiva.
Frustrada por su falta de productividad, creaba extensas listas de tareas para intentar compensar.
Mayes experimentó una transformación positiva cuando ajustó sus expectativas de los lunes y descubrió que este cambio aumentaba su productividad general. Los resultados de investigaciones recientes corroboran este efecto.
Por ejemplo, un estudio de 2021 en el que se realizó un seguimiento de los trabajadores suecos durante un periodo de diez años reveló que la reducción de las horas de trabajo se asociaba a una disminución del estrés, del agotamiento y de las emociones negativas, mientras que un estudio de 2017 demostró que una reducción del 25 % de las horas de trabajo conllevaba una mejora de la calidad del sueño y una disminución de los niveles de estrés.
A medida que el mundo avanza lentamente hacia prácticas más saludables en el lugar de trabajo, como la semana laboral de cuatro días, tiene sentido que cuestionemos las formas arbitrarias que elegimos para organizar y apilar nuestras tareas y evaluemos si realmente nos están sirviendo o no.
Si lo que necesitas para pasar el resto de la semana al 100% es un lunes suave y más consciente, el experimento del lunes mínimo merece una oportunidad. Más horas de trabajo no siempre equivalen a más rendimiento. Cuanto antes nos demos cuenta de esta verdad, más cerca estaremos de un sistema que nos funcione.
Conclusión
En una cultura centrada en la productividad, lograr el equilibrio entre la vida laboral y personal es un reto permanente. Pero tendencias como el "lunes mínimo" nos llevan a reevaluar nuestras prioridades.
Las investigaciones demuestran que los acuerdos laborales flexibles, como los lunes fáciles, pueden reducir el agotamiento y aumentar la satisfacción laboral. Aunque las empresas tarden en adoptar este cambio, los individuos pueden tomar la iniciativa en el ámbito personal. Adoptar el lunes mínimo no es cuestión de mediocridad, sino de encontrar un equilibrio.
*Con información de Forbes US