A medida que las personas en todo el mundo están mas ocupadas, se da la situación cada vez más común de que no logran dormir lo suficiente. Incluso, muchas están dispuestas a sacrificar la hora de acostarse para ponerse al día con las tareas diarias. No dormir lo suficiente es peligroso para la salud y puede afectar la vida y las actividades cotidianas. 

La falta de sueño puede conducir a otros problemas de sueño como el insomnio y la apnea, entre otros. Por lo tanto, debemos invertir en dormir y descansar mejor, lo que comienza con mejorar la eficiencia de nuestro sueño.

El SE es la cantidad de tiempo que se pasa en la cama en comparación con la cantidad de horas que se pasan durmiendo. Si bien el SE permanece prácticamente sin cambios desde la niñez hasta la adolescencia, disminuye significativamente con la edad en la edad adulta. Prestar atención al SE es importante porque un SE más bajo significa un tiempo más corto en el sueño profundo, lo que afecta nuestra calidad de descanso.

Los datos de la Fundación Nacional del Sueño sugieren que los adultos necesitan al menos siete horas de sueño por noche, y dormir 30 minutos menos de lo ideal entre semana puede aumentar la diabetes y la obesidad. Tener una cantidad saludable de sueño es fundamental para el bienestar. Aquí hay algunas tendencias actuales que afectan la salud del sueño a través de una lente de envejecimiento.

1. Salud sexual e intimidad

Los estudios demostraron que la actividad sexual puede ayudar a mejorar el sueño. Por lo tanto, es esencial encontrar formas de mantener o reavivar la intimidad y una vida sexual satisfactoria a medida que las personas envejecen. Entre las poblaciones de mayor edad existe el deseo de continuar una vida sexual activa y satisfactoria a pesar de los cambios en el comportamiento sexual. 

Pero la falta de sueño puede disminuir la frecuencia sexual, lo que afecta las relaciones sexuales. Dado que el sueño y la salud juegan un papel clave en la actividad sexual de los adultos mayores, mejorar la calidad del sueño es primordial. Los adultos mayores pueden sufrir enfermedades crónicas, pero las necesidades de la relación, como la cercanía y el deseo sexual, permanecen. 

Muchas condiciones de salud crónicas, como el dolor y la disminución de los deseos sexuales debido a problemas emocionales o de salud, pueden afectar la salud sexual. Hablar con un terapeuta sexual, puede ayudar a abordar cualquier obstáculo emocional o mental que esté causando problemas sexuales o esté relacionado con ellos.

2. Personas mayores que viven con enfermedades crónicas

Una investigación de este año muestra que la falta de sueño es común entre los adultos mayores con enfermedades crónicas y sus cónyuges a cargo del cuidado. Estos problemas incluyen problemas para volver a dormirse, trastornos del sueño entre los cuidadores y problemas para iniciar el sueño. Por lo tanto, los proveedores de atención médica, las comunidades y los sistemas de apoyo social deben abordar los factores relacionados con el cuidador y el receptor de la atención para reducir la interrupción del sueño. 

La posmenopausia, que puede causar trastornos en la salud mental de las mujeres, genera problemas para dormir y afecta las relaciones. Los cambios corporales antes y durante la menopausia pueden provocar ansiedad, depresión y estrés que impiden que el cuerpo se relaje. Estos sentimientos pueden impactar cualquier relación, por lo que la comunicación es clave para empatizar, resolver y comprender los problemas interpersonales.
 
3. Una rutina diaria de ejercicio a través de un programa estructurado

El ejercicio regular tiene muchos beneficios, incluida una longevidad saludable, que los estudios han relacionado fuertemente con una mejor calidad del sueño. Un nuevo estudio muestra que los programas de ejercicio físico pueden mejorar la calidad y la eficiencia del sueño en los adultos mayores. Pero a algunas personas les resulta difícil incluir el ejercicio en una agenda apretada. 

Por lo tanto, una rutina diaria de ejercicio físico a través de un programa estructurado es una excelente manera de inducir el sueño profundo y prevenir la apnea del sueño. Como con cualquier ejercicio, los investigadores generalmente recomiendan que se haga menos de una hora antes de acostarse. Si bien el estrés y la ansiedad a menudo dificultan el sueño para la mayoría de las personas, especialmente para los adultos mayores, los ejercicios como la meditación, el yoga, la respiración adecuada y otras actividades de relajación pueden ayudar a calmar los músculos y los nervios e indicar al cuerpo que libere la hormona del sueño melatonina.
 

Invierta en dormir mejor

Dormir lo suficiente es una recomendación común para lograr y mantener una buena salud. De hecho, la falta de sueño conduce a una serie de enfermedades potencialmente mortales (como diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer), así como a lesiones no intencionales (como accidentes automovilísticos y lesiones en el lugar de trabajo).

La mala calidad del sueño también puede contribuir a otros problemas que afectan la calidad de vida, como irritabilidad, síntomas depresivos e incapacidad para concentrarse y concentrarse en la tarea. Menos de la duración ideal del sueño conduce a dificultad para concentrarse, mala memoria y otros problemas cognitivos. Estos pueden reducir la productividad y provocar accidentes y calamidades.

Nuestra sociedad puede hacerlo mejor cuando se trata de dormir. Algunos consejos incluyen exponerse lo suficiente a la luz solar, poner en orden las actividades cotidianas y hacer que los métodos de relajación sean parte de la vida. No hay alternativa al sueño diario de calidad para mejorar la salud y la longevidad. Un sueño reparador no solo conserva la salud a medida que envejecemos, sino que también mejora la resiliencia y el bienestar en años posteriores.