Instalar un aire acondicionado. Contratar personal para un cumpleaños. Llamar a un experto para que arme un mueble. Acciones que parecen de la vida cotidiana son también parte del mundo insurtech, un sector que como indica su nombre (formado por las palabras en inglés insurance y technology) une a las empresas aseguradoras más tradicionales con la tecnología.
“Cuando las personas contratan un seguro a veces no lo utilizan o esperan no tener que utilizarlo, es decir que saben que están protegidas —algo que es muy importante— pero quizás no se les prende fuego la casa o no les roban el auto. Ahí es donde aportamos valor agregado a las aseguradoras, ayudando a migrar el concepto de asistencia y de que los servicios no estén tan vinculados a un hecho fortuito”, explicó Diego Sayanes, CEO & founder en RUA Asistencia - Grupo RUA.
A esto se suma la innovación tecnológica, que en el caso de RUA Asistencia permite que la experiencia de los clientes sea totalmente multicanal. “Buscamos que no sea necesario hacer uso del teléfono para solicitar el servicio. Se puede hacer desde un chatbot o a través de un código QR, por ejemplo, que pueden tener en el parabrisas o en la heladera de su casa. Lo único que hace el asegurado es escanearlo y de ahí la persona solicita el servicio y tramita todo de manera 100% digital si así lo quiere”, graficó durante la primera edición local de Forbes Insurance Summit.
El sector insurtech también permite un aspecto clave para las aseguradoras tradicionales: recoger información o, como indica Nicolás Cremona, director y cofundador de Smartway, “cosechar datos”.
Su empresa se encarga de resolver el peritaje de los seguros agrícolas con un esquema de rendimiento que después puede ser aprovechado por las aseguradoras y reaseguradoras. “Las cosechadoras agrícolas tienen la capacidad no solo de cosechar granos sino también de cosechar datos. Nosotros lo que hacemos es homologar esas máquinas y seguir el procedimiento desde la siembra hasta el cultivo, que también se certifica”, explicó.
“Básicamente, aplicamos Internet de las Cosas, combinado con inteligencia artificial, para determinar en el momento de cosecha el rendimiento real de un campo. Esto tiene un sinfín de beneficios, pero lo más importante es que da mucha transparencia, precisión y objetividad al determinar el valor de la indemnización. A partir de ahí, también nos empezamos a preguntar qué pasa si usamos toda esa información que estamos obteniendo de las máquinas y la usamos para otro tipo de seguros”, agregó.
Lo mejor de los dos mundos
Mientras que las insurtech son las que marcan el camino de la innovación en las compañías de seguros y las que transforman las experiencias de los aseguradores, las compañías tradicionales tienen el dominio del mercado, la concentración de clientes y la capacidad financiera para hacer inversiones. “Por esto, la mejor ecuación posible es la colaboración de estos dos mundos”, consideró Gustavo Martello, managing partner en Globant Ventures & VP Corporate Development en Globant.
Con respecto a dónde mirar al momento de invertir en este sector, Martello opinó que la tecnología que más se ve es el desarrollo de integraciones de APIs. "Pero también es tremendo todo lo que se nos viene en big data o analítica y en lo referido a los análisis predictivos. Son esas tecnologías en las que tendríamos que poner más foco al momento de invertir”, aseguró.
“De acá en adelante, mirando al futuro, creo que en la industria del seguro hay que ver por un lado la ciberseguridad, que es un gran reto y, por el otro, lo que yo llamo 'la distribución inteligente', que es saber llegar al asegurado, saber qué necesita, en qué momento y en qué periodo. En consecuencia también está todo lo que se refiere a los modelos de seguros on demand, que es algo que creo que va a llegar”, consideró.
Por otra parte, las aseguradoras también han comenzado a usar la tecnología como una herramienta que permite acelerar los procesos y aumentar la productividad. Este camino lo empezó a recorrer Mapfre hace siete años, cuando inició un proceso transformación digital tanto dentro como fuera de la compañía.
“El cambio más radical fue pasar de ser una compañía desarrollada en procesos hacia adentro de control y de gestión administrativa, a ser una compañía hacia el mercado y sus clientes. Generamos portales dirigidos a que los intermediarios, como productores y brokers, tuvieran capacidad de autogestión e independencia para responder en tiempo y forma las necesidades de los clientes”, indicó Marcelo Trigo, director de TI en Mapfre.
De forma interna, donde se entendía que había “un cierto rezago”, se incorporaron sistemas de gestión documental, un aspecto clave para las compañías de seguros y para el compliance. “Impulsamos todo lo que tiene que ver con el máximo uso de las herramientas colaborativas, por ejemplo con el uso de Microsoft 365”, lo que permitió un aumento en los tiempos de gestión. Sin embargo, explicó, la transformación digital “no es solamente el tema de incorporar herramientas, sino modificar la cultura interna".
"El secreto no está en incorporar la mejor tecnología, sino en incorporarla de la mejor manera, que a nivel de los usuarios sea realmente fácil de utilizar, fácil de emplear y que se le pueda sacar el máximo provecho, porque el resultado final de cara al cliente depende de eso”.