Psicología y cinco razones: Por qué el minimalismo hace bien a la salud mental
Mark Travers Psicólogo estadounidense egresado de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.
Mark Travers Psicólogo estadounidense egresado de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.
En general, se comprobó que el minimalismo tiene un profundo impacto en la salud mental, fomentando una sensación de calma, claridad y bienestar general.
Por ejemplo, un artículo publicado en el Journal of Positive Psychology sugiere que adherirse a una filosofía de minimalismo y simplicidad voluntaria tiene ventajas psicológicas evidentes.
El autor principal, Joshua Hook, de la Universidad del Norte de Texas, comenta: "En nuestra sociedad actual, a menudo nos empeñamos en ir a por 'más' -por ejemplo, más dinero, una casa más grande, un coche más lujoso, etc.- pensando que eso nos hará felices. Pero los estudios demostraron que reducir el consumo y centrarse menos en los bienes materiales estaba realmente relacionado con una mayor felicidad."
Aquí hay cinco formas en las que el minimalismo puede influir positivamente en tu salud mental.
Uno de los principales beneficios del minimalismo es su capacidad para reducir el estrés y la ansiedad. Nuestro entorno desempeña un papel importante a la hora de determinar el estado de nuestro bienestar mental, y vivir en un espacio desordenado puede resultar abrumador. Cuando se elimina el desorden físico, también se experimenta una reducción del desorden mental, lo que puede elevar el estado de ánimo.
En un estudio publicado en Personality and Social Psychology Bulletin, las mujeres que describieron sus hogares como menos desordenados y más organizados experimentaron una disminución del estado de ánimo depresivo a lo largo del día. En otras palabras, un entorno doméstico libre de desorden y desorden puede contribuir a un estado emocional más positivo.
El enfoque del minimalismo basado en las necesidades básicas puede ayudar a las personas a mantener su espacio vital libre de estrés, eliminando una gran parte de la ansiedad y el trabajo que antes les preocupaba. Esto también libera espacio cerebral para dedicarse a otras actividades que son más agradables que ordenar la propia casa.
El minimalismo aumenta la productividad y la concentración al eliminar eficazmente el desorden y las distracciones. Cuando nos rodeamos de menos posesiones, minimizamos las posibilidades de sentirnos abrumados o desviados por objetos innecesarios. Esta reducción intencionada del desorden físico crea un entorno más claro y organizado, que nos permite concentrarnos en nuestras prioridades.
El psicólogo Asaf Mazar explica que un entorno desordenado puede crear una "fricción" figurada, que se refiere a la sobreestimulación y las distracciones que dificultan el comportamiento positivo. Para reducir esta fricción, es importante eliminar las pequeñas distracciones que interfieren en nuestra concentración.
Con menos distracciones compitiendo por nuestra atención, podemos dirigir nuestra energía y recursos mentales hacia las tareas que realmente importan.
El minimalismo promueve la abundancia financiera fomentando el gasto consciente y el consumo consciente. Al adoptar una mentalidad minimalista, somos más conscientes de nuestras necesidades reales frente a nuestros deseos. Este cambio de perspectiva nos permite tomar decisiones informadas sobre nuestras compras, distinguiendo entre artículos esenciales y caprichos innecesarios.
Cuando frenamos las compras impulsivas y evitamos gastos innecesarios, ahorramos dinero y asignamos nuestros recursos de forma más inteligente. Nuestras decisiones financieras son más intencionadas y damos prioridad a las inversiones que se ajustan a nuestros valores y objetivos a largo plazo.
Una serie de estudios publicados en el Journal of Economic Psychology descubrieron que las personas con valores materialistas mostraban mayores niveles de preocupación financiera, peor capacidad para gestionar el dinero y mayor tendencia a comprar y gastar compulsivamente. El estudio también halló vínculos directos entre el gasto excesivo y las grandes deudas financieras.
Por lo tanto, el gasto consciente no sólo puede prevenir el despilfarro, sino que también cultiva una mayor sensación de seguridad y libertad financiera.
En una sociedad que a menudo equipara las posesiones materiales con la autoestima, el minimalismo redirige nuestra atención hacia las experiencias, el crecimiento personal y las conexiones significativas.
Según un estudio publicado en el Journal of Consumer Research, cuando los individuos equiparan el éxito con la acumulación material, pueden sentirse obligados a adquirir y exhibir constantemente posesiones para validar sus logros. Este énfasis en el éxito material puede aislar involuntariamente a las personas de las interacciones sociales significativas, ya que la búsqueda de posesiones tiene prioridad sobre la creación y el mantenimiento de relaciones. Como resultado, estas personas pueden acabar sintiéndose solas.
Cuando reducís tu búsqueda constante de posesiones materiales, conseguís invertir más tiempo y energía en cultivar las relaciones, crear vínculos sociales y encontrar la satisfacción a través de la interacción humana.
Simplificar nuestras vidas y reducir el desorden puede crear un espacio que promueva la tranquilidad y la armonía. Vivir en un entorno libre de pertenencias excesivas nos permite apreciar la belleza de la sencillez y estar más presentes en el momento.
Por ejemplo, un estudio publicado en International Journal of Applied Positive Psychology descubrió que las personas que adoptan el minimalismo dicen experimentar una serie de efectos positivos en su bienestar general. El estudio identificó cinco temas clave, a saber
Estos hallazgos refuerzan la idea de que los enfoques intencionados y conscientes del consumo y la posesión pueden tener efectos positivos que van más allá de facilitar un poco el día a día. No tener que preocuparse por acumular más cosas puede ampliar el horizonte y generar cambios significativos en la visión del mundo.
*Con información de Forbes US