Martín Migoya: "Es el momento de 'Pensar en Grande' para los emprendedores argentinos"
El CEO de Globant sumó un nuevo rol como presidente de Endeavor Argentina, la organización de emprendores más reconocida del mundo. En esta entrevista exclusiva con Forbes repasa algunos hitos que lo llevan a consideran que éste es un momento bisagra en el país para impulsar una nueva generación de startups.

En Silicon Valley se habla de Argentina como nunca antes en su historia. Lo más alto de la pirámide tecnológica habitada por genios como: Sam Altman, Tim Cook, Sundar Pichai, y Mark Zuckerberg, o sea nada más y nada menos que los CEOs de OpenAI, Apple, Google y Meta se encontraron con el presidente argentino Javier Milei. Y a esa ráfaga se sumó antes Elon Musk. Por supuesto que el cambio de gobierno y su visión libertaria tuvo mucho que ver. 

Sin embargo, se puede afirmar con bastante certeza que si hubiese sido otro país lo más posible es que no hubiese habido tantas fotos. Mucho menos con los pulgares hacia arriba. Además del cambio de gobierno, Argentina tiene algo más. Hace unos 20 años un grupo de amigos lo vieron. No eran los inventores del outsorcing del software ni de los servicios profesionales. Ya había compañías locales e internacionales que lo hacían. Pero tuvieron la visión de no mirar el mercado local y poner todo el foco en el exterior. 

Ahora la palabra nearshoring es mas conocida. Se trata de la ventaja competitiva que tiene Argentina en cuanto al uso horario con Estados Unidos y Europa sumada a su mayor cercanía cultural. Pero quizá la mayor innovación de Globant fue la organizaciónal. "Nos dimos cuenta que había que invertir la pirámide. Yo como CEO estoy al servicio de los demás tengo que entender cómo ayudarlos. Invertir la pirámide, para así empoderar a los equipos de forma tal que tomen decisiones junto a los clientes sin tener que preguntarnos a nosotros nos dio una agilidad increíble y logró que nos diferenciemos de nuestra competencia. No hay burocracia, vamos al ritmo de nuestros clientes", señala Martín Migoya, CEO de Globant.

Invertir la pirámide responde a algo más profundo. Quizá si la empresa estaba en la India o en otra geografía no lo hubiesen hecho. Invertir la pirámide tuvo que ver con desbloquear el potencial del talento argentino, que es uno de los valores que le permitió a Globant crecer en el mundo. Después claro se fueron sumando más países, pero la visión centrada en talento ya estaba instalada. No se trata de decirle al cliente a todo que sí. Algo bastante común en las empresas que bridan estos servicios desde la India, Pakistán y otros países. A veces hay que decirle que no, o proponerle otra cosa. Señalarle el rumbo que no ve. 



Hay un punto que Migoya destaca y tiene que ver con la inflación. Se trata de algo que padece la Argentina recurrentemente pero para él tiene una consecuencia muy fuerte en el emprendedorismo. "Mi primer referente fue mi padre. El abrió mercados. Vendía telas en diversos lugares de Europa ya en los 70. Sin embargo un día reunió a la familia y nos dijo: sólo quedan 3000 dólares. De golpe tomé conciencia de que habíamos quebrado y tuve que crecer de golpe. Y esto no se debió a que mi padre hiciera mal las cosas simplemente deudas que había tomado se multiplicaron con la inflación. Para mí implicó alejarme del emprendedorismo. No quería saber nada. Y por eso mis primeros trabajos fueron en compañías como YPF", señala. 

Eventualmente las organizaciones no contuvieron el pensamiento inquieto de Migoya. Quizá una de las mejores formas de verlo es cuando realizó su primer producto: una interfase para utilizar varios equipos musicales electrónicos. La idea era muy buena y su especialidad de ingeniería electrónica junto a unos amigos hizo que pudieran resolver localmente un problema que tenían en su banda de música y a la vez darle una solución a terceros. Una vez listo el producto, del que pensaban vender sólo algunos cientos, estaba el tema del packaging.
 

Martín Migoya asume la presidencia de Endeavor que antes ocupaba Guibert Englebienne

"Salí a buscar unos cartones como los corrugados para armar las cajitas. Fui a una librería cercana y no tenían, lo cual me sorprendió. Seguí a otra y tampoco. Terminé yendo con el auto como a ocho librerías y ninguna tenía. No lo podía creer. Pero me dí cuenta de algo: no había que vender nuestro producto sino cartones a las librerías. Y fue precisamente lo que hicimos", se ríe Migoya. Quizá ese es un gran secreto del emprendorismo. Como decía Pablo Picasso: "Yo no busco encuentro". Era una frase crítica a esos artistas que están en la búsqueda de algo, que siempre es etéreo y que en definitiva no lleva a nada. Para Picasso se trataba simplemente de estar alerta a lo que la realidad que cada día nos iba a mostrar. Ese día Migoya encontró algo más que cartón corrugado: encontró una forma de ver negocios, saber dar la vuelta al cubo de Rubik para descubrir todos sus colores. Siempre hay algo más de lo que vemos. 

El otro hito que muestra Globant es cómo crecer junto a los clientes. "La realidad es que la tecnología nos fue llevando a descubrir nuevos mundos. De mobile a backend, y a lo que está pasando ahora con la IA y cómo acelera innovación", afirma Migoya. A ese movimiento hacia la innovación permanente le agregaron un componente clave. Quizá por el hecho que además de tecnólogo, Migoya es músico siempre tuvo en cuenta un triángulo en el que se unen innovación con diseño e ingeniería. Y así volvieron a encontrar otra cara del cubo de Rubik y compraron una participación mayoritaria en la agencia de publicidad GUT. "Con esta adquisición, le podemos ofrecer a las marcas, desde el inicio mismo de su proceso creativo, una combinación única de ideas audaces y tecnología de clase mundial", enfatiza Migoya que sigue plegando cartones para materializar nuevos sueños. 

Esta forma de escalar, de "Pensar en Grande" es la nueva etapa que Martín Migoya está inaugurando en Endeavor Argentina. Se trata de ver siempre un poco mas allá, y no dejarse llevar por el "no se puede". A dos meses del mundial se armó una charla dentro del equipo de Globant donde salió el tema de auspiciar el mundial. "Enseguida alguien saltó diciendo que ya faltaba poco que estaría todo vendido. Era lo lógico. Sin embargo no nos quedamos con eso llamamos y quedaba un lugar. Luego los precios eran demasiados caros, de nuevo se venía un 'no se puede'. Pero vimos que le podíamos ofrecer servicios en canje por la publicidad. Tres semanas antes del mundial firmamos el contrato y así logramos tener nuestro cartel. Y las fotos del mundo lo mostraron cuando le hicimos el gol a Polonia. La probabilidad de que suceda eso era bajísima. Pero esas son las cosas que suceden cuando uno sigue el norte de: 'Pensar en Grande'. No es algo que está en la Data. Los datos nos dirán que no. Pero se trata de hacer. Y ahora todo el cambio geopolítico creo que le está dando a la Argentina una nueva oportunidad para 'Pensar en Grande' y llevar las ideas de nuestros emprendedores al mundo" concluye Migoya.