La escritora y periodista española Marta Peirano, es una de las voces más críticas del uso de la Inteligencia Artificial (IA) y, sobre todo, de los gigantes tecnológicos que encabezan su desarrollo -en especial de OpenAI-. "Tiene un consumo energético disparatado, un consumo hídrico disparatado, una extracción de datos para entrenar los modelos y una concentración de poder que no tiene precedentes", señaló en su charla en el Punta Tech Meetup, el pasado 13 de enero. 

Sin embargo, en entrevista con Forbes Uruguay, Peirano aclara que es crítica porque tiene esperanza. No cree que la IA sea la panacea, pero tampoco la caja de pandora. De acuerdo con la especialista, es necesario plantear un nuevo abordaje entre las relaciones informáticas y el poder que exija más transparencia de parte de las empresas que desarrollan estos modelos. 

¿Crees que la filosofía de "muévete rápido y rompe cosas" que predomina en Silicon Valley ha mostrado tener consecuencias negativas?
Creo que la idea de moverse rápido y romper cosas, que era el primer motor de Facebook, tiene que ver con el impulso de experimentar. En una empresa que se mueve tan deprisa, que apenas recibe dinero lo tiene que gastar para que le den más dinero, tiene sentido. Para mí lo más peligroso de Facebook es su base en la venta de datos, lo pervierte todo. Independientemente de la idea que pudieran tener cuando hicieron cualquiera de estas empresas, el que tu puedas explotar los datos personales, privados, el geoposicionamiento de tus propios usuarios para vendérselos a cualquiera que te pague por ellos, es tóxica. Entonces para mi el problema nunca fue el "muévete rápido y rompe cosas", porque esto es lo que hace la gente en los laboratorios. Como dicen en los americanos: "no puedes hacer una tortilla sin romper huevos".

¿Qué aspecto de las empresas tecnológicas es el que te merece más objeciones?

La tecnología sigue siendo para mí lo más importante, lo más interesante, lo más excitante. Pero al mismo tiempo, cuando la industria tecnológica está utilizando el marketing para vender productos que no existen y colarnos cosas que no nos dicen, yo tengo que denunciarlo, porque es mi trabajo como periodista. 

Los gigantes tecnológicos son empresas completamente opacas que operan protegidas por patentes, por propiedad intelectual, por diferentes sistemas y piensan que te pueden vender cualquier cosa porque tú nunca vas a poder entender la tecnología. Si tú quieres venderle tecnología a las administraciones (de los diferentes países) y convertirte en un proveedor de los gobiernos, tu tecnología tiene que ser transparente. 

He publicado un libro que se llama "El enemigo conoce el sistema", que es una cita de Claude Shannon, que sostenía que la seguridad de tu sistema no puede depender de que el enemigo no la conozca, porque siempre va a lograr descubrir tu sistema. Eso significa que tú no puedes decir que tu tecnología es opaca para que sea más segura. Esto es técnicamente mentira. Tu tecnología es opaca para que puedas mentir, para que puedas explotar y para que puedas hacer cosas que no son legales.

¿Usas ChatGPT personalmente?

A mí ChatGPT me parece increíble, me vuela la cabeza. Sin embargo, no puedo ocupar mi tiempo hablando de las cosas maravillosas que hace porque el CEO de la empresa (Sam Altman) está diciendo que va a hacer una superinteligencia. Yo uso ChatGPT para redactar un mail, creo que es súper útil. Me gustaría que no estuviera en manos de una empresa tan tóxica. Sam Altman también está detrás de WorldCoin, que está recolectando datos biométricos de miles de personas que nunca van a poder eliminar y no sabemos qué hacen con ellos, cómo los guardan, a quién se los venden, para qué los quieren. En un momento en el que la política se está torciendo hacia un control absoluto, por ejemplo, de los grandes movimientos migratorios, yo no creo que estos sean casualidades, son cosas que están vinculadas unas con otras. Están haciendo una arquitectura de la opresión.

La popularización de herramientas de IA han hecho que internet se llene de contenido no hecho por humanos. ¿Creés que esto revaloriza el trabajo de los periodistas, artistas y fotógrafos?

Absolutamente, en ese sentido soy un poco optimista. He visto como la gran industria de los objetos ha hecho que lo hecho a mano tenga un valor que no han tenido en mucho tiempo y siento que lo que hace ChatGPT sustituye el trabajo engorroso y el contenido de relleno que ahora mismo, por ejemplo, se come la vida de los becarios en los periódicos. He montado tres periódicos, y a todos mis redactores que han venido frescos de la facultad les he dicho siempre: "Salid a la calle, no os quedéis mirando Twitter. Si salió en Twitter ya no es noticia".

¿Ser crítica es opuesto a ser optimista?

No, yo tengo esperanza, pero la esperanza para mí no es pensar que todo va a salir bien, es pensar que merece la pena intentar hacer todo lo posible para que todo salga bien, aunque no tengas la garantía de que vaya a pasar. Es decir, para mí la esperanza es pensar que tiene sentido no ser una fanboy de la inteligencia artificial, es poder decir cuando algo no es verdad o me resulta peligroso. Pienso que merece la pena porque pienso que mi trabajo es contribuir a un mundo mejor, no a uno peor.