Marcel Schowb decía que tenemos un corazón doble. Por un lado, tenemos nuestro corazón y por el otro nuestro corazón social aquél que nos conecta con el mundo. Para vivir se necesitan los dos, decía Marcel. Entrar en las oficinas de Medtronic es encontrarse con un grupo de personas que se dedican a darle a nuestro cuerpo energías y herramientas que a veces le faltan. Es una mezcla de corazón social con tecnología que puede llegar incluso literalmente hasta nuestro propio corazón.
Todo comenzó con la curiosidad de Earl Elmer Bakken quien fue un pionero en rescatar ideas que surgieron a mediados del siglo XVII con el italiano Luigi Galvani cuando comenzó a estudiar los secretos eléctricos que albergan las formas de vida. Earl logró desarrollar el primer marcapasos con una batería propia y a partir de ahí nada fue lo mismo. Hackear el paradigma eléctrico del cuerpo humano produjo una revolución que hoy, al unirse a la inteligencia artificial, dará nuevos saltos.
Los desafíos en materia de investigación y desarrollo, así como también en la forma de llevar nuevas tecnologías al ámbito de la salud pública son múltiples. María Magdalena Moret, vicepresidenta para el clúster Sur de Latinoamérica en Medtronic, recibió a Forbes para revelar los adelantos que están llevando a cabo y hacer una demostración de sus tecnologías de punta en su sala de simulación.
La historia de Earl Bakken es fascinante. Sin dudas fue un pionero. ¿Hay algo que rescates de su legado?
Hay que decir que Earl fue un creador de impacto. Lo fue hasta en sus últimos días donde siempre siguió pensando en cómo hacer cosas nuevas para ayudar a la sociedad. Hizo cosas increíbles en educación en Hawaii donde vivió sus últimos años. En Medtronic hay algo que nos queda que es la misión de la compañía. En eso no hemos cambiado, y por el contrario nos marcó el camino de innovación que estamos orgullosos de seguir. Nuestra misión se apoya en tres pilares: nos dedicamos a aliviar el dolor, mejorar la salud y prolongar la vida.
Medtronic fue creciendo y adquiriendo otra compañías pero nunca perdió su foco. Hoy somos la compañía de dispositivos médicos más grande del mundo. Tenemos más de 95.000 empleados y estamos en más de 150 países en forma directa. Vamos de la investigación y desarrollo hasta el impacto real en los pacientes. Son más de 40.000 patentes las que hemos creado. Esa es una muestra de la magnitud de lo que es Medtronic.
¿Y en el área local cuántos son?
Mi responsabilidad es liderar lo que es el Cono Sur que son seis países: Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay. Y en la región somos alrededor de 500 personas donde nos manejamos con ventas directas en algunos casos y con socios estratégicos en otros.
Dentro de eso nosotros estamos en forma directa o híbrida con un socio estratégico o distribuidor. En Argentina tenemos una fuerza más o menos de más de 250 empleados que nos acabamos de mudar a este edificio inteligente que compartimos con compañías como Mercado Libre.
Debe ser complejo el tema regulatorio de cada país. ¿Cómo logran implementar las nuevas innovaciones?
Una empresa como Medtronic tiene similitudes con otras compañías, o sea tenemos áreas funcionales como: logística, compliance, finanzas, seguridad y calidad. Pero también tenemos un área de gente especializada en lo que es el acceso al mercado de salud. Cada país tiene sus propias complejidades donde hay que hablar con diversos actores tanto del sistema de salud público como el privado, y donde también debemos trabajar en los aspectos regulatorios. Trabajamos para que nuestras tecnologías se incorporen en el PMO o sea Plan médico obligatorio. De esta forma la tecnología de punta puede llegar a todos.
También debemos hacer análisis de lo que llamamos costo - efectividad que es sumamente importante a la hora de traer tecnología nueva al país. Se trabaja también mucho en la parte de educación porque es fundamental entrenar a los profesionales de la salud. En este caso no se trata solamente de médicos, sino también de capacitar a nutricionistas, instrumentadoras, bioingenieros, etc. Digo que es fundamental porque uno puede tener una buena tecnología, pero sino se la utiliza de manera adecuada puede fallar. Por eso invertimos muchos esfuerzos en lo que es la capacitación.
Son muchas las áreas médicas en las que trabajan. ¿Cómo se las puede describir?
En Medtronics tratamos 70 condiciones humanas que dividimos en cuatro grandes áreas: Cardiología, Neurociencias, Diabetes y Médica quirúrgica. Cada una de estas áreas tiene un portafolio muy amplio. Y tenemos gente especializada en cada una de las terapias en particular.
En cuanto a la forma de llegar al mercado, salvo el área de diabetes trabajamos con los diversos prestadores de salud. Pero en el caso de la diabetes es diferente porque usan directamente nuestra tecnología y hay un relacionamiento con ellos.
¿Cuál es el tipo de diabetes que tratan y qué diferencial tienen?
Hay dos tipos de diabetes. En la diabetes tipo II hay temas que se puede prevenir con ejercicio, alimentación sana etc. Pero la diabetes tipo I ya se da desde jóvenes. El páncreas ayuda a capturar la glucosa gracias a la secreción de insulina para llevarla a cada célula y que ésta funcione correctamente. En la diabetes tipo I esa insulina no se genera y la glucosa queda en sangre y eso genera un montón de situaciones para el paciente. Entonces hay que estar midiéndose la glucosa en sangre para lo cual el paciente se debe pinchar continuamente para ver qué dosis de insulina necesita.
En el caso de los adolescentes tienen complicaciones tanto en su vida social como el entorno que lo cuida que también sufre un tema que es muy complejo de seguir en el día a día. En cambio, con nuestro producto la glucosa se mide continuamente y si es necesario se inyecta la insulina, que va logrando que el rango de glucosa se mantenga, es un cambio rotundo para los chicos y para quienes los cuidan.
Estuve en sala de simulación donde me mostraron Micra, el nuevo marcapasos que diseñaron. Nunca imaginé que yo iba a instalar un marcapasos y que sería tan fácil. Es muy bueno como se pueden hacer simulaciones en las que se usan los instrumentos reales. Ahora sólo con mirarlo uno se da cuenta que es un tipo de marcapasos muy diferente, ¿Podrías contar de qué se trata?
Estamos con los marcapasos desde que se inventaron. Y efectivamente llegaste en un momento especial: hoy estamos ante una nueva disrupción. El Micra es un marcapasos sin cables que además es tan pequeño que se instala en el corazón a través de la vena femoral. Es una revolución también en su tamaño y peso. Mide sólo 2cm lo cual es un 93% menos de tamaño que el anterior. Es de titanio puro así que no produce alergia, y su peso es de solo 2 gramos.
La nueva generación alcanzará una duración de batería de 16 años. Y como tuviste la oportunidad de probarlo instalarlo es muy sencillo: se introduce por el catéter y luego podés sentir en la punta de tus dedos los latidos del corazón, cuando ya esos latidos se sienten fuerte es que el marcapaso se ancló y listo. Se trata de un procedimiento rápido y seguro. Luego Micra tiene un sistema de conexión Wireless que automáticamente envía los datos del médico al paciente.
Estos marcapasos se utilizan en los casos de bradicardia y ayudan a que el paciente recupere su frecuencia cardíaca cuando lo necesita.
Además logran bajar el riesgo de las operaciones. ¿Ese es uno de los drivers de innovación?
Por supuesto es parte de nuestra misión. Bajar la complejidad de las operaciones es algo clave y que siempre buscamos. Otro ejemplo es nuestro reemplazo para la válvula aórtica.
En lugar de hacer la cirugía abierta convencional que además de tener más riesgo conlleva un postoperatorio más difícil, logramos hacer una válvula que se logra ingresar por cateterismo y se instala sobre la válvula natural. Esto se comenzó con pacientes de alto riesgo y ahora ya estamos con pacientes de bajo riesgo. Para todos estos adelantos hay un equipo que certifica a los médicos. Los entrenamos y hasta no haber participado en una cierta cantidad de casos no pueden operar con nuestras tecnologías. Miramos todo el proceso no sólo el dispositivo que fabricamos.
Por otra parte, se invierte mucho también en lo que denominamos el Pre, o sea si tenemos la tecnología después vienen otras preguntas: ¿Para qué pacientes?, ¿Cuándo, dónde y cómo lo vamos a lanzar? Sería muy fácil lanzarlo para todo el mundo para todos los médicos pero eso implicaría no mirar la capacitación y la calidad de atención. Buscamos siempre tener el máximo cuidado. Somos una empresa que cotiza en bolsa, tenemos beneficios y repartimos dividendos. Sin embargo, la compañía siempre tuvo el máximo foco en hacer las cosas bien desde esta forma holística que señalo.
La PillCam también parece ser una revolución para evitar tratamientos invasivos. ¿Es lo que parece, o sea es píldora que se traga?
Así es. Se trata de una píldora que tiene una cámara y una vez que el paciente la traga va grabando todo lo que ve del aparato digestivo. Si la píldora se mueve mas rápido la cámara aumenta la frecuencia en la que toma las imágenes. Parece de ciencia ficción, pero es una demostración de lo que es Medtronic. Son tecnologías para ayudarnos a diagnosticar mejor y a la vez ofrecen una mejora cualitativa para el paciente por sobre lo que existía previamente. Pillcam además es una tecnología qie incluso se va especializando para diversos tipos de diganóticos que venimos desarrollando desde hace años y ya estamos en la tercera generación.
Me asombró el caso del niño que prácticamente no podía caminar y ahora, ¡Se lo ve en el video corriendo por los médanos!
Es como decís. Es realmente asombroso y eso es lo que a su vez nos da una motivación. Quizá en otras empresas es más difícil aquí todos sienten que están haciendo algo que vale la pena. Entendemos mejor que nadie como podemos con electricidad dar el soporte que a veces falta. Este es un implante que se coloca en la parte baja de la espalda y va generando unos impulsos eléctricos que reestablecen la conexión que no estaba funcionando bien con el cerebro.
Te toca liderar un gran grupo en una industria de ingeniería médica que antes era bastante masculina. ¿Cómo notás el cambio?
El cambio no tiene que ver sólo con el género. Me enorgullece nuestra certificación en Great Place to Work. No buscamos retener a los empleados sino que nos elijan que para nosotros son cosas muy distintas. Y esto requiere una escucha activa. Los escuchamos a todos: desde la generación Z hasta los +50 porque todos son importantes. Trabajamos para ser inclusivos. No es solamente decirlo sino también hacerlo.
También veo y aprendo de lo que pasa en otras compañías. Soy miembro de Women Corporate Directors que es una organización a nivel mundial, donde participan empresas de todas las industrias. Son 100 mujeres con las situaciones que nos pasan a todas. Y armamos grupos de trabajo que nos nutren para seguir creciendo como compañía.
Soy la primer mujer de esta región con esta responsabilidad. Pero hay que señalar que Medtronic está muy avanzado en el tema de la paridad de género. Hay un objetivo que dice que al menos 40% de las mujeres tienen que ocupar posiciones de liderazgo. En nuestra región tenemos 48% porque además tenemos talento y nos ocupamos de formarlo. En este tema trabajo con Medtronic Women Network donde junto a 25 referentes a nivel global sentamos las bases estratégicas para desarrollar el talento de nuestra mujeres.
¿Hay temas de innovación que desarrollen localmente?
Una de las áreas donde más nos destacamos es como generadores de contenido. Tomemos por ejemplo el acceso al mercado. ¿Cómo hacer para que todos los pacientes tengan acceso a la insulina? Son problemáticas que resolvemos a nivel local y a veces escalan globalmente.
Además y esto es muy interesante tenemos una visión de innovación abierta. No nos quedamos sólo con nuestras ideas. Si bien tenemos economistas y médicos propios además trabajamos consultores externos que nos aportan valor.
Por otra parte también nos interesa tomar ideas para desarrollar nuevos productos o relacionarnos con Startups. En ese sentido prestamos mucha atención a lo que hizo Earl Bakken, nuestro fundador: hay que prestarle atención al médico. Es él quien se enfrenta al problema y si sugiere una idea es muy posible que haya un producto disruptivo que fabricar. Si existe algún diseño local hacemos un acuerdo de confidencialidad donde se analiza si es factible de desarrollar a nivel mundial.
Estas tecnologías tienen su costo, ¿Cómo logran llevarlas al sistema de salud?
Sabemos que nuestro rol debe influir para que el sistema de salud sea sustentable. En la actualidad, las personas viven más y el sistema los tiene que atender bien. Llegamos al punto en que mostramos los resultados que esperamos en un paciente que está en terapia y si esos resultados no se cumplen entonces nos hacemos cargo como Medtronic del costo. Son formas de que la ecuación económica de los centros de salud sea mucho más previsible.
Otro caso es cómo optimizamos salas de hemodinamia, donde hacemos todo un análisis para ver cómo se pueden mejorar las guardias y los tiempos de atención. Son proyectos que se ponen sobre la mesa y que podemos implementar trabajando en forma conjunta donde aprendemos de ambos lados. Tenemos entonces proyectos ya definidos que son como un paquete de servicios, pero también participamos de proyectos que surgen por necesidades de nuestros clientes.
En definitiva nos ocupamos de hacer realidad nuestra misión. Y cada paso que damos el beneficio social se nota: es un chico que puede correr, o una persona mayor que ahora vivirá más y mejor. Lo logramos con tecnología y también con nuestra forma única de llegar a cada paciente. Todos estamos comprometidos en lo mismo: tenemos pasión por mejorar la vida de las personas.