Pasados 30 días desde que se inició la campaña de Kickstarter en la que se dio a conocer el nuevo producto de Loog Guitars, un piano digital 100% portátil, el balance que hace Rafael Atijas, fundador y director de la marca, es “superpositivo”.
La campaña captó el interés de casi 3450 personas, lo que se traduce en un total de US$ 908.361. “Creo que los números son buenos. Hay campañas de Kickstarter que les va mucho mejor, algunas que les va mucho peor y hay algunas que no llegan a su objetivo, o sea que llegar está bueno”, contó durante su participación en la segunda edición local de Forbes CEO Summit.
“Si lo comparás con los números de venta de Apple fue medio pelo, pero para nosotros, que hacemos instrumentos musicales para niños, con una impronta bastante de nicho, desde Uruguay (si bien no son hechos en Uruguay), creo que es un pequeño triunfo”, aseguró.
Atijas indicó que abrir la gama de productos y agregar otro instrumento a su portafolio, responde a una necesidad de innovar para captar la atención del público y a continuar “un camino de expansión natural” que permita el crecimiento de la empresa.
“La idea de que el siguiente paso fuera un piano era algo que teníamos bastante decidido, pero nos costó mucho entender de qué forma tenía que ser para que valiera la pena traerlo a la mesa”, expresó.
Después de varios intentos, diseños y diez años de trabajo, finalmente se lanzó el instrumento en la plataforma de financiamiento colectivo, donde más de una década atrás presentaron su primera guitarra de tres cuerdas. “Siempre decimos que nunca más vamos a volver a Kickstarter y lo terminamos haciendo”, confesó Atijas.
“Por un lado, hacer campañas ahí nos involucra mucho y, por el otro, es un éxito o un fracaso muy público”, dijo y agregó: “Cuando sacamos un producto nuevo o modificamos una cuestión lo suficientemente incremental que no sea 'cambiamos una cosita', lo llevamos a Kickstarter y por ahora nos ha funcionado bien. Además, siento que ya tenemos una comunidad ahí”, contó.
Durante un mes, las personas tuvieron la oportunidad de conocer el producto a través de las imágenes, videos y características publicadas. “Si les gustaba ponían plata en lo que sería una precompra. Es decir que no es que estaban invirtiendo ni donando, pero sí estaban haciendo un voto de confianza bastante grande. A la empresa le sirve porque nos hacemos de los fondos bastante antes y es también un termómetro de mercado para ver si gusta o no. Estamos copados”, confesó el fundador.
El piano —que tiene paneles de madera en los costados, parlantes incorporados, teclas bien definidas y un tamaño que lo hace fácil de transportar— será entregado a los compradores en marzo. Junto con este producto, además, se ampliaron los contenidos educativos asociados a los instrumentos, lo que permite que tanto niños como adultos puedan aprender a tocarlos de una manera fácil y didáctica.
“Es un producto del que estoy super orgulloso, creo que está realmente bueno”, aseguró.