Las enfermedades infecciosas representan casi una obsesión para Bill Gates. Así lo confiesa el fundador de Microsoft y actual copresidente de la Fundación Bill & Melinda Gates en su libro Cómo evitar la próxima pandemia (Plaza & Janés, Penguin Random House Grupo Editorial), que llegó a las librerías argentinas el 1° de junio. Allí, comparte una serie de claves que, de implementarse, ayudarían al mundo a evitar una nueva emergencia global sanitaria como lo fue -y aún es- el Covid-19.
"Mi pasión por el tema se remonta 25 años atrás, a enero de 1997, cuando Melinda y yo leíamos un artículo en The New York Times firmado por Nicholas Kristof. En él aseguraba que la diarrea mataba a 3,1 millones de personas cada año, en su mayoría, niños", recuerda Gates desde las páginas del libro. Fue a partir de ese momento que el fundador de Microsoft y su ahora exmujer, Melinda French, se propusieron contribuir para resolver ese problema.
"Instituimos becas para ampliar el acceso al tratamiento y apoyar el desarrollo de una vacuna que previniera directamente las enfermedades diarreicas", sostiene Gates, quien confiesa que su página web preferida es Global Burden of Disease, "la mayor fuente para quien esté interesado en saber cuánto viven las personas, de qué se enferman y cómo evolucionan estas circunstancias con el tiempo".
A lo largo de más de 340 páginas del libro, el tecnófilo traza un recorrido por cómo se fue interesando por la investigación de enfermedades infecciosas, analiza cuáles fueron las políticas erradas en la gestión de la pandemia de coronavirus y sienta las bases para que los gobiernos, los científicos, las empresas y los individuos puedan crear un sistema que frene los brotes inevitables e impida que se transformen en pandemias. "La innovación es mi martillo, e intento resolver todos los problemas que veo a martillazos. Creo firmemente en la capacidad del sector privado para impulsar la innovación", sostiene.
Durante la pandemia de Covid-19, de hecho, la Fundación Bill & Melinda Gates, con la que el fundador de Microsoft lleva más de 20 años trabajando para resolver problemas globales de salud y desarrollo, contribuyó con más de US$ 2.000 millones a diversos objetivos, como frenar la expansión del virus, elaborar vacunas y tratamientos, y ayudar a que estas herramientas que salvan vidas lleguen a los habitantes de los países más pobres.
Evitar la próxima pandemia
¿Es posible evitar que una próxima pandemia arrebate la vida a millones de personas y hunda la economía global? Gates lo cree posible. Así lo expresa en el libro que acaba de lanzar, donde detalla lo que se debería aprender del Covid-19, comparte cifras que dan cuenta de cómo viene siguiendo los temas referentes a la investigación de enfermedades infecciosas y aborda, a través de cada capítulo, los pasos que recomienda seguir para que el mundo pueda estar preparado para evitar una eventual próxima pandemia.
Entre otros puntos, Gates sugiere:
-Formar un equipo de prevención de pandemias. "Necesitamos un grupo de expertos cuyo trabajo a jornada completa consista en ayudar al mundo a prevenir pandemias", sostiene. Gates dice la Organización Mundial de la Salud "(OMS) se encuentra infrafinanciada y apenas cuenta con profesionales capacitados en pandemias" y por eso sugiere crear un cuerpo que tenga la potestad de declarar el estado de pandemia y colaborar con los gobiernos nacionales y el Banco Mundial a fin de recaudar dinero con rapidez para la respueta. Según los cálculos de Gates, este organismo, que debería estar gestionado por la OMS, precisaría de 3.000 empleados full time y un presupuesto anual de $ 1.000 millones.
-Encontrar tratamientos nuevos cuanto antes. En tiempo récord, se desarrollaron vacunas contra el Covid-19 seguras y eficaces mientras que los tratamientos tardaron en ver la luz. Si las vacunas no se hubieran desarrollado tan rápido, la tasa de mortalidad habría sido mucho más alta, señala. Los primeros antivirales salieron a fin de 2021, como el Molnupiravir o el Paxlovid. Pero, a pesar de que han pasado más desapercibidos, Gates señala que no son menos importantes. En futuros brotes pueden tener un gran potencial para salvar vidas y evitar que se colapsen los sistemas sanitarios, dice Gates y alienta la investigación de tratamientos.
-Acabar con la brecha sanitaria que separa a países ricos y pobres. Si bien la respuesta a la pandemia fue más rápida de lo que en un principio se esperaba (a los 18 meses ya se habían administrado vacunas a más de 3.000 millones de personas), las desigualdades fueron alarmantes. Tanto entre países como dentro de ellos. Por caso, en los Estados Unidos las personas negras, latinas y de pueblos originarios tienen más probabilidades de morir de Covid-19 que las caucásicas. Entre países, los habitantes de los mercados más pobres tuvieron menos posibilidades de acceder a testeos o tratamientos. Con las vacunas las diferencias son también enormes.
Aunque, como comparte Gates, los argumentos morales no suelen ser del todo suficientes para convencer a los países ricos de que deben invertir para acabar con enfermedades que no afectan a sus ciudadanos, como la malaria, el HIV y la mortalidad materna e infantil, hay argumentos prácticos: una mejor salud global se traduce en un mundo más estable. Luchar contra enfermedades como la malaria es útil para combatir futuras pandemias y viceversa. De hecho, Gates propone seguir el ejemplo de Noruega y Suecia, que destinan al menos el 0,7% de su PBI en ayudar a los países pobres. Gran parte de ese dinero se invierte específicamente en salud.
Sobre las teorías conspiranoicas
A lo largo del libro, Gates desarrolla detenidamente cada punto que, cree, ayudaría a evitar una próxima pandemia. Pero también hace referencia a otros asuntos que cobraron espacio en la agenda pública a partir de marzo de 2020.
Durante la pandemia, Gates no escapó a estar en el centro de fake news y de teorías conspiranoicas. Sobre este punto, sostiene: "No han dejado de maravillarme las demenciales teorías de la conspiración que ha surgido en torno a mí. Los ataques se han intensificado. Nunca he sabido si conviene entrar entrar al trapo o no. He llegado a la conclusión de que la mejor manera de seguir adelante es continuar realizando mi labor y confiar en que a la larga la verdad prevalecerá sobre las mentiras".
Asimismo, y ya en el epílogo, Gates destina espacio para reflexionar sobre la innovación y el cambio del paradigma laboral. Allí subraya el rol clave que tuvo esta última gran emergencia sanitaria global para impulsar la digitalización del trabajo. "Mientras escribo esto a principios de 2022, muchas empresas y trabajadores todavía están intentando averiguar cómo va a ser su 'nueva normalidad'. Algunos ya han retomado el trabajo presencial. Otros han apostado por trabajar totalmente remoto. La mayoría está entre dos aguas, intentando dilucidar qué les viene mejor", comparte Gates.