La inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados y no descansa ni en vacaciones. Esta revolución es tema de conversación en los asados, en las playas y también en charlas de gran nivel entre empresarios e innovadores del Río de la Plata. En Las Garzas (Rocha, Uruguay) se realizó el sábado -previo al boom de DeepSeek- por tercer año consecutivo una Forbes Talk powered by Consultatio, donde el cofundador de Globant Guibert Englebienne compartió hacia dónde va la IA, analizó los desafíos en su implementación de forma masiva en las compañías y hasta reveló cómo lo ayuda a prepararse para su examen de piloto. Extractos de una entrevista exclusiva con Alex Milberg, publisher de Forbes Argentina, Uruguay, Ecuador y Paraguay.

¿Qué fue lo que más te impactó en estos dos años, en esta nueva etapa de IA?

La misma noche que los argentinos celebramos el gol de Julián Álvarez que nos ponía en segunda fase en la Copa del 2022, sucedía el lanzamiento de ChatGPT. Lo que a mí y los propios integrantes de Open AI más nos sorprendió fue la rápida adopción que tuvo. Se convirtió en la primera aplicación que más rápido llegó a un millón de usuarios, mucho más rápido que una red social. Se integró de una forma que fue absolutamente accesible para todos. De repente doña Rosa y cualquiera podía practicar y acceder a un poder increíble. Ahora, las organizaciones han sido mucho más lentas en adoptar la IA de lo que han sido los individuos, porque generalmente hacen las cosas de una determinada manera, necesitan consenso y el consenso lleva tiempo. Igual, en 2024 vimos más compañías adoptando y pensando en IA.

¿Cuál fue el desarrollo que más te sorprendió?

Tal vez, de todos los desarrollos de este año, los más importantes han sido los agentes con un alto grado de autonomía. Me refiero a procesos que de alguna manera razonan y deciden por sí solos, sin la supervisión o con la supervisión de un humano, para hacer tareas que antes estaban solamente para para los humanos. 

¿Una etapa previa serían los chatbots de customer experience?

Esa fue una etapa primitiva que mostró aplicaciones primitivas. Antes se pensaba: "vamos a hacer una aplicación, ¿qué me van a venir a preguntar? Me pueden preguntar A, B o C. ¿Qué respuesta tengo que dar? Puede ser esta o aquella. Si no está contemplada, entonces lo mandamos a hablar con un humano". Hoy las aplicaciones que podemos hacer cambian, porque tienen flujos no predefinidos. Nosotros desarrollamos inteligencias a las cuales les damos determinadas reglas. 

¿Cómo ves la evolución de la IA?

Las computadoras han avanzado increíblemente con la aparición de estos modelos multimodales que hablan, escriben, leen, escuchan. Cuando tenemos la interfaz resuelta y pasa a ser mucho más conversacional o por audio, nos encontramos con que además tiene comprensión de texto. Empieza a haber un diálogo que es muy distinto y no es tan estructurado como el de los chatbots, y el resultado pasa a ser decidido por el mismo agente con o sin supervisión. Eso me parece que cambia todos los procesos de negocio. 

El otro día estaba en la oficina y les pregunté: ¿quién de ustedes utiliza algún tipo de IA? El 100% levantó la mano. Si voy a cualquier organización, va a pasar lo mismo. ¿Pero cuántas organizaciones realmente le dieron acceso, permiso, al uso de IA?

Ahí está el otro dilema del desafío de la ciberseguridad, los accesos, la burocracia de la compañía.

Mientras nos debatimos acerca de los desafíos de la ciberseguridad, nuestra gente está exponiendo nuestra información y utilizando su propia tarjeta personal, porque ganan tanta productividad con esto que prefieren hacerlo e irse a pasear el perro. Liberan mucho más tiempo, son mucho más productivos con el uso de este tipo de este tipo de herramientas. La gente ya se dio cuenta, lo está utilizando y es necesario que las compañías resuelvan muchos de estos miedos, de estas inseguridades, que hacen que todavía muchas no hayan puesto a disposición de todos la capacidad de la IA. 

¿Qué cambios harías en las empresas?

Creo que la IA debería ser como el wifi. Hoy hay una expectativa de que en cualquier espacio físico hay WiFi.  Lo lógico sería que en cualquier organización, en cualquier escritorio, yo pueda acceder al poder de la IA, pero lo quiero hacer de manera segura, de manera observable, quiero saber quién se consume todos los créditos de IA (porque tampoco es barato) y lo que quiero es que solamente accedan los empleados de mi organización. No quiero que cualquiera pase por la calle y empiece a consumir una IA que tengo que salir a pagar.  Quiero que cada persona, en cada escritorio, sea capaz de sacarle el jugo. 

Nosotros distribuimos la capacidad de que todo el mundo en Globant desarrolle con IA, utilizando su propio lenguaje. y así aparecieron, por ejemplo, los que se encargan del reclutamiento. Ahora tienen un asistente que escucha las conversaciones con una persona que entrevistan, se fija nuestra base de datos para ver otras colaboradores, la performance que tuvieron y nos dice: este candidato es muy parecido a otro que tenemos y con el que nos fue muy bien. 

Ahí está el tema de los sesgos. Hace un año y medio Bloomberg hizo un informe sobre Estados Unidos y detectó que en base a la fisionomía de las personas podían indicar exactamente qué tipo de profesiones ejercían, lo que generaba la pregunta de hasta qué punto el desarrollo de IA ya tiene un sesgo per se que condiciona. ¿Quién programa al programador?

Sin duda hoy, 15, 17 años después de la aparición de las redes sociales nos damos cuenta de que tienen un montón de efectos colaterales que tal vez en aquel momento no se veían: el tiempo de adicción en pantalla, el cyberbullying, el texting and driving, la polarización, las burbujas de información... hay infinidad de problemas que la tecnología tiene y que nos cambia. Yo creo que para el desarrollo de la IA cada uno tiene que tener una brújula o una serie de principios para cualquier proyecto. 

Es cierto que los modelos tienen sus fallas en términos de la información con la cual han sido entrenados. Estos modelos son como si fuese un cerebro que se alimenta de un montón de información. Tarde o temprano empieza a hacer ciertas conexiones y a comprender determinados patrones. Es lo mismo que nos pasa a los humanos. La cantidad de información que tenemos y qué información utilizamos es importante. Hace falta una brújula para poder ir midiendo, regulando o estar alerta a estos distintos riesgos que tiene el avance de la tecnología, que a su vez tiene infinidad de beneficios. 

¿Como manejan los dilemas éticos en una empresa como Globant, que tiene 30.000 empleados en 35 países?

Nosotros desarrollamos hace tiempo un manifiesto que indica qué es lo que buscamos. Vemos a la IA con la posibilidad de amplificar nuestras capacidades, más que reemplazarnos. Entendemos la importancia de la privacidad dentro de los datos, creemos que hay ciertos usos permitidos y los tenemos todos en el manifiesto. Me parece que uno tiene que ser muy cuidadoso, porque realmente la IA es muy poderosa, y tratar de prever qué es lo que se viene. Por ejemplo, dentro de unos pocos años ninguna de las contraseñas que utilizamos van a sobrevivir a las computadoras cuánticas que con capaces de decodificar todo. Eso nos está haciendo trabajar mucho en cómo nos preparamos para que la información que almacenamos hoy, el día de mañana venga la computadora que venga, siga segura. 

¿Qué esperás que te sorprenda en 2025?

Creo que el tema de los agentes, porque recién comenzamos en esto. Además, va a ser el año en el cual las compañías empiecen a legalizar el acceso a la IA. Es necesario que nuestra gente acceda en cada escritorio. Hay que habilitar que las personas puedan desarrollar una IA mucho más rápido. Me parece que los partnerships con varias tecnológicas como la nuestra van a ser necesarios en un mundo que va mucho más rápido. Esto va a llevar a que muchas tareas sean hechas por agentes autónomos y que muchas áreas empiecen a informatizarse. Del lado del afuera, lo que nos vamos a encontrar es una competencia feroz entre los grandes proveedores de IA para que nosotros los elijamos. 

¿Para el usuario hay mucha diferencias usar ChatGPT o Copilot, por ejemplo?

No mucho. Es como cuando necesitás Internet: si es Antel o Movistar no te importa. Elegís al que mejor performance te dé. Me parece ese tipo de estrategias son importantes.

¿La competencia de estos modelos sigue siendo en modelo cerrado como ajedrez, por ejemplo?, ¿cómo medís cuál modelo es mejor?

La verdad sea dicha: no para todos los problemas hay un benchmark, pero es fundamental que uno empiece a desarrollar medidas estrictas de cómo medir la eficiencia, porque la verdad es que cuando uno le tira a un modelo una pregunta te va a responder siempre. También lo que hay que desarrollar mucho es el ojo crítico y preguntarse si tendrá o no sentido. A veces le preguntás algo y vas a chequear por otro lado y dijo cualquier cosa. Necesitamos desarrollar una serie de formas de poder verificar la autenticidad de determinadas cosas. 

¿En cuanto te lo imaginaste esta precisión va a ser muy alta? 

Creo que ya es bastante alta. 

Sí, pero hoy le preguntás algo y encontrás vacíos. 

Aparecen herramientas y modelos que te dan una referencia de dónde sacaron la información para llegar a eso. Ya es un salto importante para poder generar esa confianza. La verdad es que los modelos han sido entrenados con información públicamente disponible en internet, mucha información no necesariamente es verdadera.

¿Qué pasaría con nosotros si la superinteligencia adquiere conciencia propia por fuera de el interés máximo de servir a los humanos?

No tengo tanto miedo por eso. Me gusta ocuparme las cosas que sí me puedo ocupar hoy. Lo que más me preocupa es que la aparición de la IA nos empieza a separar mucho entre aquellos que la utilizan y los que no. O sea la diferencia de productividad entre una persona que lo usa y aquel que no es abismal. Si mi competidor adquiere determinadas herramientas que yo como compañía no tengo. eso me da miedo porque me saca de la cancha. Al mismo tiempo no es difícil adivinar que muchas profesiones van necesitar reinventarse y eso va a requerir que estemos continuamente aprendiendo. Si bien hoy gozamos de los beneficios de la Revolución Industrial, me imagino que haber estado en ese momento de la historia tiene que haber sido muy estresante para muchas personas en muchas profesiones.

Tenés un objetivo personal que es ser piloto de avión. En una pasión como esa, ¿también usás IA para prepararte y capacitarte? 

¿Qué es lo que me mueve a estar todo el día aprendiendo cosas nuevas? La curiosidad. Creo que la curiosidad es fundamental en esta época. Cuando me presento en el avión y veo todas las cosas que hay que hacer, pienso que podría hacer un asistente que me haga el plan de vuelo: chequear las rutas aeropuertos, combustibles, el viento, generar documentación...  todas esas tareas se podrían resolver tranquilamente con IA. 

¿No creaste el asistente?

Todavía no, pero ya estoy usando IA. El otro día, como me estoy preparando para el examen de vuelo, agarré un documento y se lo tiré a una herramienta que usamos en Globant para hacer asistentes. Le dije: vos vas a hacer un profesor de vuelo que vas a tomar examen sobre preguntas que solamente tiene que ser las que están contenidas en este texto. Quince minutos más tarde yo ya estaba chateando con un asistente que me decía: bueno, vamos a hacer una pregunta multiple choice de Meteorología. En cuanto uno empieza a desarrollar estos agentes y estos asistentes no puede volver atrás, no podés ver la vida sin tener esa óptica de que esto te va a resolver casi cualquier problema que tengas.