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El dilema del líder: ¿El problema es el jinete o el caballo?

Valentín Videla CEO de Crack Consulting

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Cuando se gana, nadie cuestiona al jinete ni al caballo, la discusión estará acotada solo acerca de quién se lleva la mayor porción de responsabilidad sobre el éxito. Ahora bien, cuando se pierde, comienza otra carrera; la grieta surge de manera inmediata, natural y brutalmente. 

11 Julio de 2022 20.59

Tengo el recuerdo muy presente de la primer jineteada que vi en vivo. Tendría unos diez años, fue fuerte, me atravesaron muchas sensaciones nuevas: la respiración del animal era profunda y tensa, la cara del jinete encarando el palenque era de pura adrenalina. Los padrinos, impecables, transmitían seguridad, casi una garantía de que todo iba a salir bien. 

Y ahí salió carpiendo del primer palenque, una yegua tobiana que desbarrancó al jinete en unos pocos segundos. Todos aplaudieron. Yo no podía entender si aplaudían al caballo o al jinete, no entendía cuál era el criterio que todos evaluaron en solo segundos para llegar a una decisión colectiva tan evidente para todos. 

 

Fotos de stock gratuitas de caballos, costa, dice adiós
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Pero de repente a mis espaldas comienza una discusión entre dos paisanos sobre las virtudes de la yegua y las deficiencias del jinete. Sin mediar muchos más comentarios, salió a la segunda monta que concluyó con el jinete sobre la yegua sin demasiados sobresaltos. Todos aplaudiendo nuevamente la monta. Sin saber mucho del tema, era evidente que esta última monta había sido sustancialmente más sencilla que la primera, pero me llamó la atención que el mismo paisano a mis espaldas solo se limitó a aplaudir y a comentar un tibio: “la tuvo fácil”. 

Cuando se gana, nadie cuestiona al jinete ni al caballo, la discusión estará acotada solo acerca de quién se lleva la mayor porción de responsabilidad sobre el éxito. Siempre será una discusión en positivo entre sonrisas y aplausos, y existirán pocas probabilidades de que esa discusión pase a un tono combativo. El triunfo endulza y empatiza: “cuando el agua esta alta, tapa todas las piedras”. 

 

Liderazgo femenino
Liderazgo

 

Ahora bien, cuando se pierde, comienza otra carrera; la grieta surge de manera inmediata, natural y brutalmente.  

Muchos atribuirán la derrota al caballo, a su carácter, sus deficiencias físicas, a su capacidad de adaptarse a las condiciones de la pista, etc., etc. La otra mitad se montará sobre la responsabilidad del jinete, su falta de experiencia, la mala racha, su carácter, su entrenamiento, su estilo, etc. La derrota pone en evidencia que cuando “el agua está baja, aparecen todas las piedras”.  

 

El triunfo y la derrota

 

El triunfo es la síntesis para declarar que se ha cumplido con un objetivo, pero además que ha sido cumplido en un entorno competitivo, y en detrimento de otros que no lo han logrado. El triunfo le da un sabor especial a la manera en que se han logrado las cosas. De igual manera, ser derrotado, no es solo no haber alcanzado el objetivo, sino que también debemos lidiar con digerir el sabor de ver a nuestro lado a quien sí lo ha logrado

Cuando un líder se centra en resolver, si el problema es el caballo o el jinete, ingresa en un dilema del que no podrá salir fácilmente. Y no podrá hacerlo, porque el problema nunca es el caballo o el jinete, el problema es siempre qué jinete, para cual caballo.  

 

Liderazgo (Pexels)
 

 

Por supuesto que hay mejores jinetes que otros, al igual que mejores caballos. Pero sólo excepcionalmente nos encontraremos en el escenario de liderar el mejor proyecto (caballo) con el mejor jinete (persona). En el otro 99% de los casos tendremos un caballo promedio, combinado con un jinete regular, o cualquier de las otras casi infinitas combinaciones entre un jinete de principiante a experto y un caballo de rengo a pura sangre. 

El arte de liderar tiene que ver con encontrar la mejor ecuación entre el proyecto y la persona que deberá ejecutarlo. Incluso frente a la peor de las combinaciones en la que deba liderar a un jinete principiante con un caballo rengo, es crítico al menos, poder definir claramente las expectativas del resultado.  

Muchos líderes eligen un equipo sin aún saber cual es el desafío, subestiman que gran parte de la gestión de líder es la de definir el equipo que se adapte mejor al desafío que tiene por delante, y no la de enfrentar al equipo a cualquier desafío.  

 

Líderes vs jefes
Líderes vs jefes

 

Cuando un jinete no comprende las características del caballo, lo que prevalece son los instintos del animal y produce una natural desarmonía, que es el punto de partida para el fracaso y la posterior discusión acerca de quién fue el culpable. 

Las autopsias organizacionales sobre las derrotas son muy habituales, comienzan en la máquina de café o en una mesa de directorio; no diferencian nivel, ni industria, y son alimentadas por el “radio pasillo”, e incluso institucionalizadas en vergonzosas reuniones formales.  

A quien le interese recorrer otro camino constructivo como líder, solo debe analizar el producto de la combinación del jinete y caballo, y desnaturalizar la distribución de culpas o elogios individuales como único factor para explicar un éxito o fracaso.  

 

 

Un líder focaliza en entender qué hace bien el caballo, qué hace bien el jinete, y qué es lo que, por condiciones naturales e instintivas, uno puede o no puede aprovechar del otro. Recién en ese momento podrá evaluar que jinete performará mejor sobre cada caballo

Esta habilidad es crítica en el liderazgo, y no solo para conformar buenos equipos, sino también para instalar una cultura que potencie una mirada menos triunfalista o derrotista.  Es sumamente habitual ver a ejecutivos que fracasan en una organización, triunfar rápidamente en otra. ¿Qué cambio? Solo cambió el caballo. 

 

Recomendaciones para entrenar esta mirada

 

- No analizar personas y proyectos como compartimentos estancos, analizarlos de manera integrada. 

- Comenzar por describir los desafíos que tiene el proyecto y cuales son las habilidades que necesitamos poner encima para dominarlo. 

- Listar a las personas que tiene esas habilidades, si no las encuentras, no pretendas fingir que las va a desarrollar, nadie aprende durante la jineteada, aprende luego de perderla. 

- Aplicar la regla del 80/20. Es improbable encontrar un ensamblaje perfecto, si logras un 80% es un gran comienzo, ese 20 restante será el desafío que empodere al jinete a superarse. 

- No jinetees a los proyectos, te quedes arriba o abajo del caballo, siempre va a haber un paisano en la tribuna para criticarte

 

CEO – Crack Consulting 

www.crackconsulting.com 

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