El dengue es una enfermedad causada por la infección con alguno de sus cuatro virus (dengue-1, -2, -3 y -4). En los últimos dos años, las infecciones aumentaron de manera dramática, mientras que los desarrolladores de medicamentos y vacunas abandonaron sus esfuerzos de investigación y desarrollo. Como resultado, los funcionarios de salud pública y los médicos están cada vez más preocupados por las limitadas opciones disponibles para mantener a las personas seguras.
El problema del dengue está empeorando
Los virus del dengue circulan principalmente en los trópicos y subtrópicos, y son transmitidos a las personas por mosquitos infectados. Cada año se estima que ocurren 400 millones de infecciones, enfermando a alrededor de 100 millones de personas. Muchos pacientes que se recuperaron me contaron que el dengue los hizo sentirse tan mal que pensaron que iban a morir. Las muertes anuales por dengue oscilan entre 8.000 y 40.000 personas, siendo los niños muchas de estas víctimas.
Cuando te infectás con un virus específico del dengue, desarrollás inmunidad contra ese virus y quedás protegido de enfermedades futuras por años. Sin embargo, podés infectarte nuevamente con otro virus diferente. En estas segundas infecciones, el riesgo es severo y el porcentaje de muerte es más alto. Las terceras y cuartas infecciones generalmente no te hacen sentir tan mal gracias a la inmunidad desarrollada con las primeras dos infecciones.
A partir de 2023, el problema global del dengue empeoró significativamente. Los casos se dispararon en todo el mundo, no solo en lugares conocidos por ser endémicos, como América Central y del Sur y el sudeste asiático, sino también en nuevos lugares como Nepal y Bangladesh. Este año, las infecciones en el Caribe y América son más del 300% mayores que el promedio de los últimos cinco años. También empezaron a aparecer casos en climas más templados. Francia tuvo más infecciones locales adquiridas por dengue en 2024 que en cualquier año previo.
En 2023 y 2024, en Estados Unidos se observó un aumento en el número de personas que se infectaron mientras viajaban (4.730). También hubo un aumento de infecciones locales en lugares como Florida (249), Texas (2) y California (17). Puerto Rico, que frecuentemente tiene brotes de dengue, reportó un incremento significativo con 6.452 casos registrados.
¿Dónde están las vacunas y medicamentos contra el dengue?
Al mismo tiempo que las infecciones de dengue están en aumento, los desarrolladores de vacunas y medicamentos comenzaron a abandonar la lucha contra esta enfermedad. Sanofi, que tenía una de las dos vacunas licenciadas contra el dengue, denominada Dengvaxia, y la única vacuna aprobada en Estados Unidos, anunció recientemente que dejará de fabricarla, y las existencias actuales desaparecerán para agosto de 2026. La compañía citó una baja demanda global como la razón para discontinuar una vacuna que tomó más de dos décadas y costó más de 1.500 millones de dólares desarrollar.
La otra vacuna licenciada contra el dengue, TAK-003, es fabricada por la compañía japonesa Takeda. Aunque esta representa una mejora modesta sobre la vacuna de Sanofi, también tiene limitaciones significativas. Esta vacuna tiene un mejor perfil de seguridad que Dengvaxia, pero no parece ser efectiva contra el virus dengue-3 y es incierto si funciona contra el dengue-4.
Millones de dosis de la vacuna TAK-003 se distribuyeron en países de América Latina durante el reciente aumento de casos de dengue, y en los próximos años estarán disponibles datos sobre su seguridad y efectividad en el mundo real. Sin embargo, Estados Unidos podría no beneficiarse de esta información porque la compañía retiró su solicitud de revisión ante la FDA, requerida para licenciar la vacuna. No está claro si Takeda volverá a participar en este proceso, ni si la vacuna estará disponible en el futuro en Estados Unidos.
Janssen, una empresa de Johnson & Johnson, también abandonó recientemente la lucha contra el dengue. La compañía anunció que dejará de desarrollar el medicamento experimental Mosnodenvir que estaba diseñado para ser el primer tratamiento antiviral contra el dengue. No está claro si otro desarrollador adquirirá los derechos de este medicamento y continuará con su desarrollo. Al igual que con Dengvaxia, la decisión de Janssen representó años de esfuerzo perdido y millones de dólares invertidos.
¿Estamos perdiendo la guerra contra el dengue?
Un aspecto positivo es que algunos científicos siguen desarrollando vacunas y fármacos contra el dengue. También hay interés en utilizar tecnologías de infusión de anticuerpos más nuevas, como las que se utilizaron para tratar a los pacientes con COVID-19, para prevenir o tratar las infecciones por el virus del dengue. Las preparaciones de anticuerpos podrían proporcionar protección a corto plazo contra el dengue durante los brotes o como tratamiento para las personas ya infectadas.
El Serum Institute of India está probando sobre el terreno una preparación de anticuerpos diseñada para tratar a pacientes infectados con el virus del dengue. Se supone que los anticuerpos interrumpen la multiplicación del virus en el organismo, reduciendo así la gravedad de la enfermedad que sufren los pacientes. Grupos académicos y agencias del gobierno de Estados Unidos también están explorando el uso de anticuerpos anti-dengue fabricados.
En el ámbito de las vacunas, el Instituto Butantan (Brasil) obtuvo la licencia tecnológica de la vacuna contra el dengue de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos y completó un ensayo de campo a gran escala (aproximadamente con 16.000 personas) para probar la formulación de su vacuna: Butantan-DV. Esta parece ser bien tolerada y previene una proporción significativa de las enfermedades dengue-1 y dengue-2. La empresa anunció que proporcionó a Anvisa, los reguladores brasileños, toda la documentación final necesaria para que determinen si la vacuna puede registrarse y ponerse a disposición en Brasil.
Panacea Biotech, en India, obtuvo la licencia de los mismos materiales del NIH y comenzó un ensayo de campo de la vacuna a gran escala en 2024. Merck (MSD) es otro licenciatario y también se espera que inicie ensayos de campo. Si la vacuna tiene éxito y MSD busca una licencia en los EE.UU., el acceso aún está a años de distancia.
¿Qué hay del futuro de la investigación en dengue?
A pesar de que grupos académicos, gubernamentales y de la industria trabajan en desarrollar opciones de prevención y tratamiento para el dengue, existe un riesgo real de que los recursos destinados a este trabajo se agoten pronto.
Históricamente, el gobierno de Estados Unidos desempeñó un rol importante en el avance de la investigación sobre el dengue a través de agencias como el Departamento de Defensa, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH). Sin embargo, dependiendo de las decisiones políticas y presupuestarias futuras, es posible que estas actividades pierdan prioridad, lo que limitaría el liderazgo estadounidense en este campo y desalentaría a otras entidades a continuar su trabajo.
El dengue es un problema que necesita atención inmediata. Si los recursos y la innovación no se alinean con las necesidades, enfrentaremos un desafío aún mayor para prevenir y gestionar las infecciones, tanto en los países más afectados como en regiones donde la amenaza apenas comienza a manifestarse.
*Con información de Forbes US.