Forbes Uruguay
Nicolás Kölliker, cofundador de Chill It. Foto: gentileza Chill It
Innovacion

El argentino que cofundó un dispositivo para enfriar bebidas presente en 300 puntos de venta en Uruguay y planea llegar al doble en 2025

Fernanda Kosak

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¿Y si hubiera un microondas pero al revés? Con este disparador tres emprendedores crearon Chill It: sus planes para el mercado uruguayo.

23 Abril de 2025 09.02

Eran compañeros de facultad y cada vez que cruzaban al kiosco tenían el mismo problema: la bebida nunca estaba tan fría. Santiago Schmidt, Marcos Condomí Alcorta Nicolás Kölliker transformaron el problema en inspiración y crearon Chill It, una startup que se gestó como tesis universitaria en Argentina y ahora es referente de innovación en el ámbito del "consumo instantáneo".

La idea es simple: una máquina a la que le das una botella o lata a temperatura ambiente y en medio minuto te la devuelve fría (o extra fría). En otra de sus versiones tiene también temperaturas especiales para enfriar el vino a la temperatura ideal. Hoy su negocio es b2b (siendo supermercados, marcas de bebidas y restaurantes los clientes principales) pero en un futuro no descartan hacer máquinas más pequeñas que se usen a nivel doméstico

Los sistemas de refrigeración se colocan en puntos de venta clave -como tiendas de conveniencia y restaurantes- donde las marcas compran las máquinas para garantizar que sus productos estén siempre fríos o a la temperatura que requieran,lo que potencia sus ventas. Además, las máquinas proporcionan datos en tiempo real sobre las ventas y el uso, lo que las hace aún más valiosas para las marcas, que pueden optimizar su distribución en función del rendimiento de cada punto de venta.

En estos tres años que lleva el proyecto, ya han logrado desarrollar su producto y patentar su novedosa tecnología en 100 países. "Llevó mucho tiempo y plata", dice Kölliker,  cofundador y COO, y explica que no solamente patentaron el hardware que enfría, sino también el software detrás, que almacena y arroja datos y hasta puede hacer cosas como leer el código de barras de la botella y "no enfriar la de la competencia", si es que la máquina la compró una marca determinada para aumentar sus ventas. 

"El principio de funcionamiento no es complejo, pero lo que hace que esto funcione bien es el software que controla cómo enfriar cada tipo de bebida", La máquina no solo enfría rápidamente, sino que también optimiza el consumo energético, ya que es más eficiente enfriar una bebida cuando se la va a consumir que tener heladeras prendidas todo el tiempo para mantener el frío cuando las bebidas pueden pasar días o semanas allí. 

Uruguay, el laboratorio

Lo que comenzó con una inversión de alrededor de US$ 200.000, escaló. A poco de haber captado inversión, cuyo monto y detalles prefieren no revelar, el capital no es su mayor preocupación, pero sí consideran que es "algo constante" y que irán por el camino del venture capital más adelante. 

El primer gran paso en su internacionalización lo dieron en México cuando cerraron un importante acuerdo con una marca de cerveza local. Su segundo desembarco fuera de fronteras fue en Uruguay y el objetivo a nivel local es testear, poner a prueba su producto y modelo de negocio. Kölliker destaca a Uruguay como un país "súper amigable" y hace énfasis en la cercanía cultural que sienten con el país por ser argentinos. También da cuenta de que, por su escala, es un buen "país laboratorio".

Hoy en día  tienen 300 máquinas en el mercado uruguayo entre sus dos líneas Artica— para bebidas en general— y Wine— especial para vinos— en supermercados, restaurantes, estaciones de servicio y autoservicios. "La idea este año es, como mínimo, duplicar ese número y empezar a consolidarnos a nivel nacional llegando al interior de Uruguay en lugares como Tacuarembó, Paysandú y Salto", sostiene Kölliker.

 A largo plazo, consideran que su producto puede usarse en todo el mundo por lo que el objetivo es "expansión global". 

 

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