Seguramente nunca siquiera reparaste en los testículos de elefantes y el porqué no los ves a simple vista. Pera una reciente publicación en la revista Trends in Ecology & Evolution trata sobre cómo los elefantes pueden haber desarrollado formas especiales de protegerse contra el cáncer.
El artículo escrito por Fritz Vollrath, PhD, profesor de biología en la Universidad de Oxford, presentó un gran argumento para que se observen los testículos de los elefantes más de cerca.
Los elefantes tienden a ser muy grandes, pero esa obviedad encierra una paradoja. A primera vista, esta situación de “vivir a lo grande” podría poner a los elefantes en desventaja frente al cáncer. Esto se debe a que cada vez que una célula se divide, existe el riesgo de que cometa un error al copiar su material genético e introduzca una mutación que finalmente conduzca al cáncer.
Entonces, en teoría, un animal grande como un elefante tendría muchas más divisiones celulares y, por lo tanto, tendría un riesgo mucho mayor de cáncer. Pero en realidad, lo contrario puede ser el caso. Los elefantes pueden tener un menor riesgo de cáncer que muchos animales más pequeños, una observación que se denomina paradoja de Peto. Esto hizo pensar a algunos los científicos que los elefantes tienen algún tipo de basura especial en la trompa u otras partes del cuerpo para suprimir el desarrollo del cáncer.
Una clave puede ser el complejo genético TP53 , que se denomina el "Guardián del Genoma". Este complejo de genes codifica la proteína p53, que inicia una cascada de reparación del ADN o mecanismos de basura celular para proteger las células en división. Los elefantes en realidad tienen 20 copias del gen TP53, lo cual es unas 19 copias más que cualquier otro animal. Sí, nosotros y los demás mamíferos sólo tenemos una.
Hay algo más sobre los elefantes, a saber, sus testículos. Normalmente, durante el desarrollo fetal, los testículos en un humano, si los tiene, comienzan en su abdomen pero finalmente descienden hasta donde descansan ahora: en su saco escrotal. Los elefantes son diferentes. No son tan buenos en el saco por así decirlo. Sus testículos permanecen sin descender en lo profundo de sus cuerpos.
El hecho de que los testículos de los elefantes permanezcan en lo profundo de sus cuerpos los mantiene calientes, en cuanto a temperatura. La masa corporal de los elefantes puede servir como hornos tostadores gigantes. Además, los elefantes tienen otras razones para tener calor. No sueles ver demasiados elefantes en el telesilla de Vail, Colorado. En cambio, tienden a habitar en climas más cálidos. De hecho, muchos de sus hábitats pueden calentarse bastante.
Eso trae a colación la genial razón por la que tus testículos terminaron descendiendo. Cuando sus testículos cuelgan afuera, es menos probable que se calienten, suponiendo que no haga algo imprudente con un horno tostador. Aunque puede pensar que sus testículos están calientes, en realidad no deberían estarlo, al menos en cuanto a la temperatura. Mantener sus testículos en un ambiente más fresco reduce el riesgo de daño a su esperma y a todas las células involucradas en la producción de sus nadadores. Y el daño a su esperma puede resultar en mutaciones que pueden transmitirse a su descendencia.
Y en la publicación de Vollrath se argumentó que proteger a la descendencia es una gran fuente de presión evolutiva. Las mutaciones que dan lugar a una descendencia más sana y más longeva tienen más probabilidades de transmitirse de padres a hijos. Escribió que "en los cromosomas con ADN dañado, p53 ayuda a estabilizar los telómeros y, por lo tanto, asegura el cruce correcto, fundamental para las divisiones celulares saludables".
Vollrath postuló que "los elefantes inicialmente desarrollaron múltiples copias de TP53 no para combatir el cáncer sino para proteger la producción de esperma en los testículos que estaban cada vez más expuestos a la temperatura a medida que los animales crecían en tamaño durante su historia evolutiva". Argumentó que "la selección de espermatozoides es un poderoso impulsor de la evolución y el éxito reproductivo de un toro dependerá de manera crítica de la calidad de sus espermatozoides".
Ahora, si no tienes orejas muy grandes y flexibles, te estarás preguntando qué tiene que ver todo esto contigo. Después de todo, es probable que no tenga "testículos de elefante" como término de búsqueda para sus noticias y fuentes de redes sociales y varios sitios de Internet. Y si lo hace, puede ser por una razón diferente. Sin embargo, tenga en cuenta que los humanos tienen mucho que aprender de otros animales.
Los humanos no son necesariamente los mejores en todo. Saber cómo los elefantes pueden combatir el cáncer puede eventualmente ayudar a los humanos a desarrollar nuevas estrategias de prevención y tratamiento del cáncer.
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