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¿Cuáles son los tentáculos de las criptomonedas en el crimen internacional?

Sebastián Montes

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Desde donaciones a grupos terroristas, operaciones en la darknet e incursiones en el mercado de la droga.

17 Octubre de 2022 08.00

En agosto de 2020, una investigación entre el Buró Federal de Investigaciones (FBI), la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y la División de Investigación Criminal del Servicio de Impuestos Internos (IRS-CI) logró la mayor incautación de criptomonedas en la historia: US$1 millón de Al Qaeda y las brigadas al-Qassam, brazo militar de Hamas.

Los terroristas han adoptado blockchain y técnicas de recaudación de fondos por Telegram o Facebook, así como plataformas de criptomonedas: Al Qaeda usó Bitcoin Transfer, una plataforma con sede en Idlib, Siria.

Según datos de Chainalysis, compañía de análisis de blockchain, esa plataforma alojó direcciones de grupos terroristas para recibir y lavar donaciones de sus seguidores por redes sociales. Pero esto no solo estaría sucediendo con exchanges ocultos en Oriente Medio, sino también en plataformas reconocidas: Binance habría procesado US$ 2.400 millones de piratería informática, fraudes de inversión y ventas ilegales de drogas en línea, según una investigación de Reuters publicada en junio de 2022.

Por su parte, Chainalysis dijo en 2020, que Binance habría recibido fondos criminales por US$ 770 millones solo en 2019, más que cualquier otra plataforma de este tipo.

Binance
 

Al ser consultado por Forbes sobre el tema, el director de Binance para América Latina, Maximiliano Hinz, desmintió esta información, asegurando que “fuimos el primer exchange del mundo que exigió a todos los usuarios tener su contabilidad, es decir, una persona necesita tener su identidad verificada para estar en la plataforma”.

Según el ejecutivo, esto restringe las posibilidades de lavado de activos y financiación del terrorismo, ya que les permite conocer la identidad del 100% de sus usuarios. No obstante, algunas billeteras incluidas en la plataforma han sido incautadas por autoridades de distintos países, entre ellos Colombia.

Un ejemplo para entender: una billetera de 'papel' donde un narcotraficante invisible tiene US$1 millón en la stablecoin Tether, que es comprada en El Salvador y que cumplió toda la regulación de ese país, terminaría siendo un depósito para el criminal y quedaría registrado en el blockchain. ¿Habría una alerta? En principio, no.

La delegada para Finanzas Criminales de la Fiscalía General de la Nación, Luz Ángela Bahamón, explicó a Forbes que, al ser la primera transacción que se ejecuta en esa billetera, se une a las muchas operaciones que se producen al día en blockchain. Mientras no haya una alerta o indicativo, no hay forma de establecer el volumen del ilícito.

Criptomonedas
 

“Los protocolos que pueda tener una u otra moneda pueden limitar el seguimiento y la trazabilidad de los recursos. A la par de eso, lo que tenemos que hacer es siempre ir adelante a través de la consecución de herramientas forenses que nos permitan ir quitando esas reglas y esos protocolos para facilitar nuestra labor”, añadió la funcionaria.
 

Nivel de gravedad


La delincuencia cripto alcanzó un máximo histórico en 2021 con US$14.000 millones. La cifra creció 79% frente a los US$7.800 millones registrados en 2020, según Chainalysis.

Sin embargo, al observar el total de la industria cripto (US$15,8 billones en 2021, un 567% más que los totales de 2020), es claro que crece más el uso legítimo de la criptodivisa que el de la actividad delictiva. Los analistas de Chainalysis no dudaron en afirmar que la cuota de la actividad ilícita en el volumen de transacciones de criptodivisas “nunca ha sido tan baja”. Las transacciones con direcciones ilícitas representaron solo el 0,15% del volumen de transacciones de criptodivisas en 2021, a pesar de que el valor bruto del volumen de operaciones ilegales alcanzó su nivel más alto de la historia.

Hay que ir con cautela, ya que la cifra puede aumentar a medida que se identifiquen más direcciones asociadas con operaciones ilícitas. “Al ser una actividad subrepticia, es difícil establecer el total del universo de actores que la conforman y el volumen transaccional”, aclaró Bahamón.

La tecnología blockchain contiene la trazabilidad de toda operación. Si se realizan transacciones hacia billeteras previamente identificadas como riesgosas, o de propiedad de una persona que se tenga identificada como delincuente a través de otras labores investigativas, se podría emitir una alerta.

Precios de las criptomonedas luego del Merge de Ethereum
 

Ante dicho escenario, no es extraño que los mercados de la darknet establecieran un nuevo récord de ingresos en 2021, aportando un total de US$2.100 millones en criptomonedas. De ese total, unos US$ 300 millones fueron generados por tiendas de fraude, que intervinieron en la venta de inicios de sesión robados, tarjetas de crédito y kits de explotación, etc. El resto, más de US$ 1.800 millones, fue generado por mercados centrados en la droga.

Un portavoz del FBI explicó a Forbes Colombia que los delincuentes de la web oscura necesitan formas seguras y fiables de pagar por bienes y servicios ilícitos en línea. Por ello, los activos virtuales siguen siendo el método preferido para intercambiar valor en los mercados ilícitos en línea, siendo el bitcoin el más popular.

Pero, si bien el mandato del FBI implica las leyes federales existentes, remite a las autoridades debidamente constituidas en políticas de regulación. Por ello, autoridades como el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) consideran esencial una respuesta global que incluya a los proveedores de servicios de criptografía.

“Los países necesitan entender que las criptodivisas no están limitadas por las fronteras físicas, por lo que deben asegurarse de que las empresas de activos digitales puedan identificar, rastrear y, cuando sea necesario, congelar los activos de cripto”, comentó un portavoz de la GAFI a Forbes.


Las alternativas


Rastrear a los grandes criminales y cuantificar sus posesiones a partir de una base de datos públicos es una de las principales diferencias entre la delincuencia basada en criptomonedas y la que prefiere el efectivo. Mientras que, en este último, los criminales de mayor valor neto tienen redes de bancos extranjeros y corporaciones ficticias para esconder sus posesiones, las transacciones en criptomonedas se guardan en la cadena de bloques y todos pueden verlas.

Así, las autoridades pueden seguir con las incautaciones y llevando a la justicia a los responsables; pero, el sistema financiero aún tiene mucho que aprender: si bien el blockchain es un nuevo frente en materia de lavado, hay muchos métodos 'tradicionales' para blanquear capitales.

blockchain
 

“Aunque no lo crean, en la banca tradicional está por encima la joyería, los bienes raíces y sectores como construcción, etc. Las cripto sí tienen su participación y su riesgo, pero lo que las diferencia del efectivo es la trazabilidad”, subrayó el director de producto del exchange mexicano Bitso, Jose Luis González Birlain.

Así, cuando la ley actúa, se restituye a las víctimas de la delincuencia cripto, porque se desmiente la idea de que la criptomoneda es un activo imposible de rastrear.

¿Cuánta criptomoneda está actualmente en manos de criminales y por lo tanto podría ser incautada por los cuerpos técnicos de investigación? De acuerdo con los analistas de Chainalysis, la respuesta es una función no solo de los ingresos de la delincuencia basada en las criptomonedas en 2021 a nivel mundial, sino de los ingresos delictivos de todos los tiempos que aún tienen las direcciones visibles.

Los actores del conflicto ya tienen un panorama claro, y a pesar de que las herramientas para combatirlo apenas se están empezando a descubrir, las acciones en el terreno internacional ya trazan un camino que no solo desmitifica los rumores que se han generado en torno a la industria de activos digitales, sino que han ayudado a desentrañar, poco a poco, el lado oscuro de las criptomonedas.

 

*Publicada en Forbes Chile

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