El creciente interés de empresas globales por instalarse en Uruguay genera expectativas y la estrategia de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) es seguir trabajando para lograr más arribos. Desde su nuevo rol como presidente de la cámara, Perea asegura que por primera vez se vislumbra la oportunidad de transformar al país gracias a la tecnología, la ciencia y el conocimiento.

Al asumir la presidencia de CUTI hizo referencia a más empresas extranjeras que manifestaron su intención de instalarse en Uruguay. ¿Qué expectativas genera este interés?

Hay muchas empresas extranjeras con intenciones de instalarse en el país. Hemos trabajado fuertemente con Uruguay XXI y con Uruguay Innovation Hub y sabemos que tenemos un lugar fantástico para que las tecnológicas vengan a hacer punta desde acá. La gran mayoría de las empresas de CUTI vendemos para Latinoamérica y el mundo. Eso es un potencial enorme para que quienes quieran entrar en estos mercados lleguen a Uruguay, se apalanquen en el ecosistema local y desarrollen, desde acá, esa llegada a la región. 

¿Cuál es el diferencial de Uruguay que seduce a empresas globales?

Fundamentalmente son dos. Por un lado la seguridad jurídica y los beneficios para la inversión extranjera. Hay estudios que indican que cerca del 90% de los que han invertido en Uruguay están satisfechos o muy satisfechos. Ese es un factor central por el que hay que seguir apostando. Otros elementos fundamental es la calidad de la formación de nuestros talentos. No sólo la calidad técnica sino también humana. Los que hemos vivido arriba de aviones desarrollando mercados, sabemos que muchas veces al llegar a un nuevo mercado, cuando nos reconocen como uruguayos surge la referencia a alguna empresa colega que ha dejado gratos recuerdos. Somos un país serio, somos empresas serias, somos trabajadores serios, y nuestros productos son de calidad. De hecho, el 85% de nuestras exportaciones son para para Estados Unidos y Inglaterra, dos mercados super exigentes que requieren calidad. 

¿Qué falta por hacer para que más empresas extranjeras concreten su llegada?

Lo que le falta a muchos otros sectores: la apertura de nuevos mercados y generar condiciones para esto. Es claro que venimos haciendo un esfuerzo con el gobierno en este sentido, porque hay otros países que gracia a tratados de libre comercio, gracias a acuerdos para evitar doble tributación y demás, logran entrar con mejores condiciones a mercados donde a nosotros nos cuesta muchísimo competir. Tenemos la calidad y la capacidad para aumentar nuestras exportaciones, estamos haciendo los deberes que tienen que ver con la reconversión hacia lo que es el desarrollo de productos, para poder expandir más las soluciones nacionales, pero necesitamos abrir mercados que nos den condiciones correctas de competitividad.  

¿No es necesariamente un TLC lo que se precisa?

Se precisan mejores condiciones arancelarias, que existen para algunos mercados, pero faltan muchos más. Necesitamos seguir trabajando juntos con el gobierno. 

La otra pata fundamental es la transversalidad que nos permita sumarle tecnología al resto de las industrias locales para que aumenten su productividad y competitividad. Así, a través de la tecnología, además del impacto directo, también podemos apoyar al resto de las industrias exportadoras para que el país pueda seguir creciendo, y ojalá, acelerar el ritmo de crecimiento. 

En CUTI vemos la oportunidad de transformar el país gracias a la tecnología, la ciencia, la aplicación de las diferentes capacidades de nuestra gente en beneficio de la productividad de las empresas. Realmente, queremos concretar estos objetivos a partir del conocimiento. Ricardo Pascale lo dejó escrito en su último libro, El Uruguay del conocimiento. Creo que todos tenemos esta conciencia, pero necesitamos acelerar para llevar al país a su máxima potencia.

¿Hay acciones que se estén concretando para favorecer este escenario?

Vemos una aceleración y concreciones que son bien importantes, tal vez mucho más significativas de lo que hoy imaginamos. Por ejemplo, que se haya instalado en el país el Laboratorio de IA de Microsoft, que es, además, una herramienta fantástica para nuestras startups y empresas que encuentran allí un laboratorio a su disposición, y el resultado queda como capital intelectual. También está el Antel Open Digital Lab, que a partir de que Antel tomó la posta en IA, hace un desafío con Google para que empresas puedan resolver problemáticas de la mano de la IA de Google. Que haya venido NewLab, una institución de innovación referente a nivel mundial. Que tengamos desde hace muchos años a TATA y siga apostando por Uruguay, igual que otras empresas referentes. Hoy no hay un producto de MercadoLibre que no tenga una parte desarrollada acá. Creo que se han dado pasos gigantes en cuanto a atracción de esas empresas referentes, porque el que piensa en venir va a mirar quién está, cómo le fue, si está contento. Tenemos que ponerle carbón a esa máquina y abrazar esos logros para multiplicarlos. 

La instalación de la aceleradora Cubo Itaú en Uruguay es uno de estos logros. ¿Cómo se gestó?

Cubo se instala en Uruguay dos años después de empezar a hablar de esta posibilidad y nos manifestaran sus dudas. Es una comunidad fantástica de innovación abierta y puede hacer que todo ese ecosistema brasileño use Cubo Uruguay para vender a Latinoamérica. Lo ideal sería que esas empresas que están acostumbradas a una economía continental, como es la brasileña, encuentren en las alianzas con las empresas uruguayas la forma de que sus productos se vendan en Latinoamérica. Es una oportunidad divina y los amigos de Cubo la están visualizando.