Los datos, y en particular los datos espaciales, son necesarios para encontrar soluciones significativas a los desafíos mundiales, desde las iniciativas de conservación hasta la ayuda en caso de catástrofe. Gracias a una información precisa, permiten tomar decisiones de impacto en diversos sectores, lo que demuestra su valor en muchos desafíos industriales y sociales.

Utilizar los datos para luchar contra el cambio climático

Todos los desafíos del planeta son un problema de datos. Los datos nos ayudan a comprender los acontecimientos actuales, los sucesos pasados y los posibles resultados futuros. Nos informan de los cambios y nos preparan para nuevos desafíos. También nos ayudan a reducir los efectos de los cambios que se avecinan, especialmente en la lucha contra el cambio climático.

Cuando Dale Lutz y yo fundamos nuestra empresa, "Data for Good" se convirtió rápidamente en un pilar fundamental. Nuestro objetivo era garantizar que las organizaciones pudieran aprovechar nuestro software y nuestros datos para hacer frente al cambio climático y proteger hábitats y especies. Esto les permite elaborar estrategias y tomar decisiones basadas en datos y educar a personas influyentes y al público en general.

Las funciones de los datos en estos escenarios son diversas. Los equipos que luchan contra los incendios forestales pueden utilizar datos climáticos y topográficos para predecir cómo puede moverse y evolucionar un incendio y qué tácticas pueden tener más impacto en su extinción. Los datos históricos sobre incendios similares también pueden servirles de base.

Los datos también pueden ayudar a las comunidades a demandar medidas. La indignación y posterior acción (aunque lenta) en torno a la crisis del agua contaminada en Flint, Michigan, se produjo porque alguien tomó la iniciativa de recopilar y comunicar datos sobre la calidad del agua. Estos datos desencadenaron protestas y presionaron al gobierno local para que hiciera grandes reformas.

Hacer un impacto global

Las agencias medioambientales de todo el mundo tienen acceso a ingentes cantidades de datos, y muchos de ellos son accesibles a través de proyectos de datos abiertos o de solicitudes de acceso a la información. Además, también hay enormes almacenes de datos climáticos de acceso público (por ejemplo, temperaturas, precipitaciones, calidad del aire) a los que se puede acceder fácilmente.

Se trata de datos que podrían (y deberían) utilizarse mejor para comprender las tasas de cambio a escala local y mundial, hacer proyecciones, orientar las decisiones y crear soluciones tangibles que ayuden a prevenir el impacto del cambio climático. Son datos que también pueden ayudar a las organizaciones y agencias que realizan el trabajo a contar historias impactantes que estén respaldadas por hechos reales. 

La única forma de influir en los dirigentes para que hagan cambios duraderos es si hay datos que muestren activamente lo que está ocurriendo y les obliguen a asumir sus responsabilidades.

En la actualidad, muchos de estos datos medioambientales podrían clasificarse como "datos oscuros", un término que escuché por primera vez de Dale. Se trata de datos disponibles y accesibles, pero que no se utilizan activamente para obtener información útil. Esto puede deberse a que la gente no sabe que están ahí o a que no sabe cómo acceder a ellos y utilizarlos.

El desafío es que algunos de los datos de este espacio son muy ricos y complejos, diseñados por científicos del clima para científicos del clima. Para acceder a ellos e integrarlos en un cuadro de mandos o una plataforma, se necesitan herramientas que comprendan ese tipo de datos y faciliten su lectura y análisis.

Tenemos que seguir aprovechando los datos para hacer cambios

Este mes de julio, los meteorólogos registraron la temperatura media mundial más alta jamás registrada. En Canadá, la provincia más occidental de Columbia Británica sufrió la temporada de incendios forestales más intensa hasta la fecha. Europa y Asia sufrieron tanto inundaciones como incendios destructivos, y América Latina aún se está recuperando de una importante sequía. El mundo no puede permitirse que estos datos permanezcan en la oscuridad.

Es necesario democratizar los datos climáticos y medioambientales para que más personas puedan comprenderlos, hacer uso de ellos para elaborar soluciones eficaces y contar historias impactantes. Hay que hacer que estén más disponibles para que todo el mundo pueda ponerse de acuerdo sobre lo que está ocurriendo, lo que podría ocurrir y lo que se puede hacer al respecto.

Como líderes del sector, creo que tenemos una responsabilidad compartida con las agencias, los gobiernos y otras organizaciones de este ámbito para seguir avanzando. Colectivamente, podemos hacer más para fomentar nuevas conversaciones y apoyar el desarrollo de nuevas soluciones con datos. Los datos nos dan realmente el poder de resolver los problemas más importantes del mundo, solo tenemos que seguir descubriendo la información que contienen las cifras para conseguirlo.

*Con información de Forbes US