Pronto iba a descubrir que era una chica distinta. Pasaron unos minutos y no había nadie a la vista tras la puerta vidriada para entrar a las oficinas de Microsoft Argentina. Pero en un momento ella me vió y me hizo pasar. Aún recuerdo la sorpresa al verla sin sus zapatos. En medio de aburridos lugares corporativos, ví en esa simple demostración que esas oficinas estaban muy adelantadas a su tiempo.
Laura Chernitsky tenía toda la pasión de una compañía que no paraba de dar sorpresas aunque se encontraba en un momento delicado dado que la industria estaba a punto de cambiar. Enseguida me hizo pasar para una nota sobre el DVD con un joven Agustín Raffo que era "quien sabía del tema". Laura resolvía cosas todo el tiempo incluso mas allá de lo que podría esperarse. La "buena sintonía" que logramos para cubrir diversos temas en la Revista Noticias tendría su premio unos meses mas tarde.
Un día de 1995 el director Héctor D'Amico lo anunció: "Bill Gates viene a la Argentina y desde Microsoft nos ofrecieron en exclusiva un videocasette para repartir con la revista". El video en cuestión era una especie de Thriller juvenil en el cual un estudiante se ve inmerso en un historia de ladrones de antigüedades. Todo sucede mientras prepara su clase especial para el colegio donde se usa tecnología de punta. El video mostraba un futuro relativamente próximo, de unos 15 años hacia adelante.
En esas épocas Internet estaba emergiendo y la realidad es que Bill Gates al principio no la vió. El buscador Netscape era mas del 90 por ciento del mercado. Sin embargo, cuando Bill logró notar lo que estaba pasando hizo el movimiento que le permitió sobrevivir y no quedar como tantas tecnológicas que se pierden por el camino. "Todo producto de la compañía debe estar pensado para Internet", dijo Bill. Y así Microsoft no fue un Titanic. La compañía sobreviviría a otros desafíos, pero éste quizá fue el más trascendental.
Su visita a la Argentina, si bien tuvo como meta principal reuniones con empresarios mostrando la cara corporativa de la compañía, incluyó como corolario ese video, junto al primer libro de Bill Gates: "Camino al Futuro". Ambos son una obra maestra de esa futurología concreta, la que describe cosas que sí pueden pasar. Y si se lo lee ahora es asombroso: las predicciones que se describen tan naturalmente sucedieron casi al pie de la letra.
Una de las discusiones del libro es si el ingreso a Internet nos alejaría del contacto humano. Y Bill Gates enfatizaba que somos seres sociales y necesitaríamos siempre estar cerca uno de otros. Que el estar en línea sería una oportunidad para recuperar amigos lejanos y estar mas conectados. Y lo ejemplifica con su amigo Warren Buffett: "He tratado durante años de animarlo para que use una computadora. Me he ofrecido incluso a volar donde estuviera para ayudarlo con los primeros pasos. Pero él no estuvo interesado hasta descubrir que podría jugar al Bridge con sus amigos de todo el país gracias a Internet".
Pasaron los años. He tenido la oportunidad de ver a mas de una veintena de los CEOs tech de las compañías globales. Y de Bill me queda siempre el recuerdo de un hombre mucho más tímido que sus pares. Pero también en sus ojos siempre hay una curiosidad auténtica, del que realmente se hace preguntas nuevas aún las que van mas allá de su compañía. Tal curiosidad lo llevó a leer las lecciones de física de Richard Feynman, "el mejor maestro que he tenido", como lo describe en su blog. Muchos años después en 2009 compraría los derechos para que esas lecciones puedan estar disponibles para todos.
Esa curiosidad tuvo una compañera: Ann Winblad que fue su novia hasta 1987 pero con la que no llegó a casarse. Según se comenta al ser ella cinco años mayor esperaba formalizar mucho antes de lo que estaba dispuesto Gates. Sin embargo, la relación para Bill fue tan importante que antes de elegir a Melinda incluyó un acuerdo por el cual tenía derecho a verla una vez al año. Bill Gates estaba quizá intentando comprar lo que no se puede lograr con el dinero.
Y así el hombre de anteojitos, dinero y fama no logró tener al amor de toda su vida. Tras un encuentro con Epstein, y unos rumores no aclarados de infedelidades, Melinda lo dejó. Ni siquiera Bill Gates logró que lo acepten con todos sus colores. "Esto no es realmente amor", dicen que dijo decepcionado de Melinda durante un encuentro de golf con amigos.
Bill Gates cumple 68 años y no volvió con Winblad. Su novia es Paula Hurd, viuda de Mark Hurd, un reconocido ejecutivo de Oracle, a quien Larry Ellison nombró tras un escándalo sexual que tuvo en HP. La pareja parece bastante asentada, y en todo caso esta vez eligió una millonaria. Algo similar a lo que alguna vez dijo Paul McArtney desconfiado de iniciar relaciones con gente que no tuviera dinero por temor a ser usado.
En un mundo acostumbrado al éxito que se mide en dinero, el hombre que en 1995 previó el futuro de la tecnología, aún esta descubriendo que el gran secreto. El amor es cosa de todos los días.
*Por Pablo Wahnon / Editor de Innovación Forbes Argentina
@pablowahnon