El surgimiento de las fintechs generó un desafío para los bancos. Con estructuras operativas más chicas y productos para clientes de sectores no bancarizados, que en regiones como América Latina superan al 50% de la población, las empresas de finanzas tecnológicas han captado la atención de millones de usuarios alrededor del mundo. Además, provocaron que la banca tradicional deba buscar alternativas para no perder terreno en este sector.
En ese sentido, cada vez son más los bancos que abren divisiones o empiezan a incursionar en la Web 3.0. Sobre todo para reducir costos operativos, un punto que suele afectar a este tipo de compañías.
“Estos son los gastos en que incurre una institución en sus operaciones comerciales”, explican en el BBVA. Y agregan al respecto: “Normalmente, los gastos se dividen en tres grupos: gastos de personal, otros gastos operativos y gastos generales, también conocidos como 'OPEX' (arrendamientos, publicidad, suministros de agua, electricidad y gas, TI, entre otros costos) y provisiones por depreciación (asociadas con el deterioro o depreciación de activos físicos y la amortización de CAPEX)”.
En todas estas acciones, los bancos suelen gastar miles de millones de dólares al año. Un ejemplo de esto es el Bank of America, cuyos costos operativos para el tercer cuatrimestre del 2022 fueron de 22 mil millones de dólares. Otro caso es el Deutsche Bank que entre septiembre del 2021 y el mismo mes del 2022 declaró 23 mil millones de dólares en costos operativos.
Cómo puede ayudar la Web 3.0 a los bancos
Una investigación reciente de Bain & Company destaca que la Web 3.0 podría reducir los costos operativos de los bancos hasta un 25% y así volverlos más competitivos. “Además de reducir los costos operativos, las innovaciones de la Web 3.0 pueden generar otras oportunidades para los bancos, incluida la reducción del riesgo operativo y la liberación de capital en los balances bancarios a través de procesos optimizados”, destacan quienes estuvieron detrás del estudio.
El mismo se llevó a cabo con 70 ejecutivos de instituciones bancarias y más de la mitad de ellos resaltó que la Web 3.0 cambiará el modo de trabajo de los bancos tradicionales. “Los banqueros comentaron que están interesados en lanzar nuevas ofertas con pagos y valores programables, intermediar una gama más amplia de activos del mercado privado una vez tokenizados y aprovechar la disponibilidad de datos de mayor calidad para nuevos análisis y consejos”, señala el informe. “Las capacidades de la Web 3.0 permitirán a los bancos brindar servicios en torno a activos tokenizados, lo que incluye permitir que se utilicen como garantía y para administrar la liquidez”, continúa.
Todo esto beneficiaría a estas instituciones para no perder la intermediación que tienen con sus clientes, un miedo cada vez mayor desde el surgimientos de las fintechs y empresas relacionadas que ofrecen productos financieros a través de distintos avances tecnológicos.
Cuáles son los temores
Más allá del surgimiento de las fintechs, la banca sigue siendo una de las industrias más fuertes a nivel global. Según la consultora Ibisworld, se espera que este año el sector genere cerca de tres trillones de dólares en todo el mundo. Por lo tanto, los directivos e inversores no suelen tomar decisiones a las apuradas ya que hay muchos intereses de por medio que podrían verse afectados.
“Si bien la Web 3.0 hará que el sistema bancario sea más eficiente, no está exento de desafíos. El efecto en la rentabilidad general es incierto ya que la eficiencia y la competencia afectan los precios”, destaca la investigación de Bain & Company al respecto. Por lo tanto, el camino hacia la adopción de Web 3.0 se verá complicado por varias barreras.
“Para empezar, los legisladores y reguladores empezaron a considerar pautas y reglas claras que van a ser esenciales para que los titulares avancen. Además de la regulación y la legislación incipientes, los encuestados también mencionaron la cantidad de cambios que se requieren en los procesos bancarios existentes como otro obstáculo principal”, afirma el reporte. Y finaliza: “Los encuestados dijeron que creen que la adopción de la Web 3.0 en la banca llegará en un promedio de cinco a seis años; por lo tanto, el progreso hasta 2030 tenderá a ser gradual y variará según el caso de uso y la geografía en general”.
¿Qué pueden hacer los bancos?
A medida que se desarrolla la Web 3.0, los bancos querrán pensar más como disruptores si desean tener éxito. Para hacer esto, los aspectos que deben cambiar incluyen:
● Modelos operativos: los bancos podrán crear una coordinación central que alinee las iniciativas con la ambición general, realizar un mejor seguimiento de los resultados, capturar sinergias tecnológicas y hacer grandes apuestas en situaciones de alto valor.
● Ecosistemas selectivos: los enfoques cautivos de la Web 3.0 se desvanecerán para la mayoría de las instituciones a medida que las asociaciones generen más valor, incluso al conectarse o construir ecosistemas.
● Estrategia de inversión: en comparación con muchas otras inversiones que hacen los bancos, las inversiones de la Web 3.0 tienen un período de pago largo e incierto, incluso cuando el mercado cambia rápidamente. Muchos casos de uso requerirán coordinación con otras instituciones. Los bancos deben estar dispuestos a reinventar los procesos y canibalizar los negocios existentes, aunque esto debe equilibrarse con las consideraciones financieras, la capacidad de cambio y el cumplimiento normativo.
● Talento: el talento de la Web 3.0 es escaso, por lo que los bancos deben desarrollar estructuras que atraigan a estas personas, así como buscar formas de acceder al talento y las capacidades a través de socios del ecosistema.
● Riesgo: la Web 3.0 debería ofrecer mejoras significativas en la gestión de riesgos, pero los bancos deberán evolucionar los procesos y métodos existentes, así como trabajar con los reguladores para desarrollar la regulación y supervisión relevantes.