Esteban Cervi está de moda.
El que hasta hace poco era el ignoto creador de la empresa de dominios y web hosting Neolo (nacida tras la crisis de 2001), en los últimos años creó una escuela de habilidades digitales (Pulsión Digital) y últimamente saltó a los medios como fundador de la comunidad "Tech en Europa", nacida el año pasado y que ya agrupa a 1400 argentinos que trabajan en IT en el viejo continente.
Pero la suerte también jugó de su lado para salir del anonimato.
En plena pandemia Cervi decidió emigrar a España (sus empresas no necesitan que él esté anclado en Buenos Aires) y suspendieron los vuelos ante la segunda ola de Covid cuando ya tenía un pie en el avión y todo vendido y embalado. Su nota en la TV quejándose por el episodio se viralizó.
Como si no alcanzara, en marzo de este año volvió a la Argentina de visita y quedó atrapado en el banco. "Me dejaron encerrado en las cajas de seguridad. ¿Me abren por favor?", publicó en su cuenta de Twitter con su foto de cara "sorpresa". Otra vez viral y notas en todos lados.
Más allá de tanto marketing gratuito, Cervi se convirtió en un referente para la comunidad Tech que reside en Europa, para los que están acá pero quieren trabajar afuera, y ahora busca llegar a los que quieren reconvertirse a ese perfil.
En una entrevista con Forbes desde Madrid habló de "la gran renuncia" y cómo se vive en el primer mundo, el futuro del trabajo, la emigración, hacia dónde van sus propias empresas y cómo beneficiarse en el nuevo mercado laboral.
¿Cómo un psicólogo termina creando una empresa de dominios y web hosting?
Por suerte tenemos múltiples intereses. De adolescente bajaba programas, los compilaba en cd´s y los vendía, y yo armaba los tutoriales.
Me interesaba la ciberseguridad, pero era malo en matemáticas entonces empecé a estudiar psicología que me gusta mucho. Un día decido vender otro servicio, alojar páginas web de forma segura, y empecé a vender hosting. Ganaba más que mi mamá y mi papá. Era la época de las punto com y todo el mundo quería tener su página web. De las crisis salen oportunidades, después del 2001 yo me enfoqué en ayudar a que la gente que estaba perdiendo su trabajo pudiera por lo menos tener una web para empezar a vender online. Y además no veo ser psicólogo muy distinto a hacer marketing o a emprender, porque vos lo que buscas es ayudar a que te conozcan. Crear propuestas de valor, darle a los demás lo que quieren y cobrar por algo.
En 2018 abriste Pulsión Digital. ¿Cuándo te diste cuenta que podías monetizar tus saberes?
Yo viví una startup desde cero, sin ningún tío millonario, sin ningún inversor ángel. Competimos con compañías estadounidenses que tienen 43 millones de clientes y una inversión en marketing 50 millones de dólares al mes. Entonces dije "si yo pude lograr 10 mil clientes en distintos países del mundo, este saber puedo trasladarlo y ayudar a otros emprendedores". Siempre fui un apasionado por transmitir lo que sabía. Mi mamá y papá son docentes, educadores. Y hoy una persona que estudió arquitectura puede estudiar UX Design, porque los principios que se usan son los mismos. Un redactor del papel tiene que saber un poco de SEO, de UX Writing. Yo no sé de todo, pero tenía una red de profesionales que me fui armando a lo largo de los años. Entonces hice de puente entre ellos y la gente.
¿Cómo es el perfil de los alumnos?
En general son personas de entre 35 y 45 años que ya tienen una disciplina y necesitan aprender algo puntual -marketing, comunicación, cripto- para estar actualizados. Hoy alguien que trabaja en finanzas y no entiende de cripto se está quedando afuera. Y el curso que más se vende es gestión de proyectos, porque todo el mundo necesita para su vida personal y profesional gestionar mejor las tareas, ahorrar tiempo, convencer a las personas de su equipo de que cumplan.
Pero en plena pandemia, en medio de eso, emigraste a España y hoy uno de tus cursos es sobre cómo emigrar. ¿Cómo encaja eso con la tecnología ?
En la Argentina hay un récord de gente emigrando, sobretodo profesionales con papeles. Y buscan info de calidad. Todos pasamos un duelo migratorio, perdemos el status, nadie conoce lo que estudiaste ni a la empresa donde trabajaste. Y tus contactos ya no te sirven. Entonces traemos especialistas para ayudarlos a que tengan una adaptación lo más feliz posible. Además sabemos que el 30% de las que estudian en nuestra plataforma tienen interés en migrar físicamente o migrar su fuente de ingresos. Un sueldo mínimo en España son 1000 euros al mes, y 300.000 pesos en Argentina es un buen sueldo. En España no contratas alguien senior por 300.000 pesos al mes pero en Argentina sí, entonces muchas empresas contratan latinoamericanos aprovechando eso.
¿Cuándo dijiste: 'Me voy'? .
Cuando uno ve que hay más oportunidades en otro países, con fronteras abiertas, reglas del juego claras, cuando ves que si te esfuerzas puedes conseguir más cosas, con seguridad y mercados más grandes. No es para cualquiera, tiene que haber mucho deseo y ganas. Hoy "Emigrar a España" es el segundo curso que más vendemos, con 90 inscriptos en la primera edición.
La pregunta que se hacen todos es: ¿Hay trabajo en Europa?
En España el 30% de los empleos son de tecnología y en Madrid en 45%. Las oportunidades están en las ciudades más grandes, Madrid, Barcelona, Málaga. Pero es para gente con algún tipo de preparación. En temporada hay trabajos de turismo y restauración, pero es con sueldo mínimo y con mucha rotación, para empezar está bien. Es muy importante tener papeles, en España casi no hay trabajo en negro, y necesitas un recibo de sueldo para todo, incluso para alquilar, sino es muy difícil. Los argentinos tienen mucho talento y el español recibe bien al argentino, siempre y cuando no use esa cosa del ventajeo, la trampa, la soberbia o creerse superior. Hacerse el canchero acá no funciona. Hay que venir a trabajar y demostrar. Se pide mucho programación, full stack, python, finanzas también.
Desde ese lugar... ¿Cómo ves el futuro del trabajo?
La gran renuncia es algo que está sucediendo, las personas no quieren ir a la oficina de 9 a 18 sino trabajar desde la casa, quizás con más de un empleo. Una de las claves va a ser que las personas trabajen su marca personal, diferenciarse de otros que hacen lo mismo, porque así va a tener más posibilidades de ser contratado o mejor salario. Veo también que hay una búsqueda de mejor calidad de vida, no quieren los sueldos más altos y estar todo el día delante de la pantalla, sino estar con los hijos y viajar más. Estamos yendo a un lugar de más flexibilidad, las empresas que te ponían un ping pong y te daban golosinas ahora tienen que darte flexibilidad para seguir con tu vida, porque quedó claro en la pandemia que el trabajo no es lo más importante. Al final el empleador tiene que mirar el resultado, porque capaz haces el trabajo en 2 horas en vez de 8.
¿Qué recomendás para beneficiarse en este nuevo mercado laboral?
Es muy importante -y la mayoría de la gente no lo hace- nutrir tus activos digitales. Tener un Twitter, un IG, sabiendo que la empresa que te va a contratar lo va a ir a mirar. Hay que recolectar pensamientos de lo que uno lee, hacer videos, animarse a generar contenidos y tener varios activos digitales: redes sociales, sitio web, listas de correo, un podcast, un canal de youtube. Tenemos que producir contenido porque el 99% de la gente lo consume y lo importante de esta era es ser creador de contenidos. Cuando no estemos más en este mundo van a quedar nuestras creaciones. Entonces hay que ser más creadores que consumidores.
Cerrando tu recorrido, llegaste a España y creaste ´Tech en Europa´, una comunidad digital de emigrados conectada por Slack. ¿Era una necesidad personal o del grupo?
Mucha gente que ya emigró te ayuda. Yo pregunté si había gente en Europa trabajando en tecnología y me empezaron a contestar en Twitter que sí. Puse un formulario de Google para recolectar los mails, y cada uno invitaba a un par que conocía. No había ninguna comunidad que los integre, y eran herramientas muy sencillas. Hoy somos 1400 personas en Slack que nos juntamos en distintas ciudades, por toda Europa. Además creamos un newsletter con avisos de empleos para los que siguen en Argentina y quieren trabajar para Europa.
Las empresas, como las personas, también tienen que cambiar todo el tiempo. ¿Las tuyas a dónde van?
En Neolo estamos empezando a ofrecer servicios complementarios. Por ejemplo VPN, para que puedan conectarse desde cualquier ubicación. También estamos ofreciendo servicios de marketing a las Pymes que hacen el hosting con nosotros. Aprovechamos nuestra cartera de clientes para estar ahí y acompañarlos. En Pulsión Digital estamos viendo que a pesar de que la mayoría de la gente simplemente quiere actualizar o sumar nuevas habilidades digitales, otros no. Quieren insertarse en la industria de la tecnología, no simplemente actualizarse. Estamos metiendo Bootcamps, que son cursos super intensivos con salida laboral con empresas españolas. Hay mucho déficit de talento digital en España y Europa. En Argentina el talento sobra, faltan las empresas. Entonces tomamos talentos de latinoamérica, los entrenamos y les buscamos trabajo. La persona no tiene que pagar nada del curso, lo paga después, cuando ya está trabajando.