Más del 80% de las emisiones globales de dióxido de carbono son causadas por la producción y consumo de energía, siendo el 60% de esa energía desperdiciada o utilizada de manera ineficiente. Es en este contexto que el concepto de Electricidad 4.0 cobra gran importancia ya que busca reducir el consumo energético, y esto puede lograrse tanto a nivel personal como industrial, con automatización y digitalización.
En este escenario, Schneider Electric -líder global en tecnología y soluciones para la eficiencia energética- proporciona resultados medibles y sostenibles para garantizar reducción de consumo, prevención de fallos y continuidad en la operación en industrias y edificios, contribuyendo así a la descarbonización del nuevo mundo.
Además, Pablo Gaggiolo, vicepresidente de industria en Schneider Electric, resalta que la digitalización de la electrificación es el mejor camino como vector de descarbonización, ofreciendo resultados medibles y sostenibles, con tecnologías que ya existen y que pueden ser aplicables.
La Electricidad 4.0 está vinculada a las energías renovables y la sostenibilidad. La tendencia de aplicaciones se da en nuevos edificios e industrias, las cuales tienden a ser 100% eléctricas, digitales y asociadas a energías limpias y renovables como la solar, la eólica o la hídrica. A su vez, “funciona a través de soluciones y dispositivos que permiten una gran eficiencia energética. Esto, a través de la aplicación del Internet de las Cosas, es decir, la digitalización en todos los procesos”, comenta el ejecutivo.
Cambio climático y electricidad 4.0
Como indica la ONU, los efectos del cambio climático se han acelerado sobre todo por la actividad humana. Es decir, principalmente por la quema de combustibles como carbón, gas y petróleo. Por otro lado, las industrias y edificios (en los que pasamos un alto porcentaje de nuestra vida y, antes del comienzo de la pandemia de 2020, generaban casi 40% de las emisiones globales de CO2 relacionadas con la energía) también forman parte de los principales emisores de gases de efecto invernadero.
Por eso, es importante ir disminuyendo el uso de energías que tienen como base la quema de combustibles fósiles. La energía eléctrica es la única que puede generarse a partir de recursos limpios de una manera sencilla.
Si bien Europa, Estados Unidos y algunos países de Asia han estado a la vanguardia, en nuestra región la tendencia hacia la electrificación está comenzando a tomar más relevancia y en el caso específico de Argentina y Latinoamérica, se observan algunas iniciativas positivas en la materia.
“En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), llevada a cabo en noviembre pasado, la Argentina se comprometió a desarrollar el 30% de la matriz energética nacional con energías renovables”, menciona Rafael Segrera, presidente de Schneider Electric para Sudamérica.
No obstante, el derroche de energía en países como Argentina todavía es muy grande por eso, “nuestro enfoque principal tiene que estar en este tema. La digitalización, por ejemplo, tiene todas las condiciones para ayudar al país a ser carbono neutral ya que impulsar este proceso no sólo permitirá tener energía de un modo más inteligente, eficiente y controlada, sino también más sostenible y resiliente, pues se logra una mejora en el uso diario de la misma, logrando la disminución de la huella de carbono".
La electricidad 4.0 en acción
La electricidad 4.0 ya es una realidad en Argentina. Empresas de diversas industrias se han sumado a la digitalización y automatización.
Esta tecnología se puede llevar a distintas áreas de la vida contemporánea y a distintas escalas: desde el hogar de una familia, hasta edificios, centros de datos, industrias y otras clases de infraestructura. Por lo que, si las fuentes renovables son una realidad y ya existen soluciones en el campo de la digitalización para ser utilizadas en todo el mundo –incluso en el tema urbano, donde también hay muchos desafíos que enfrentar–, el debate ahora, según los expertos, es necesariamente cuánto tiempo nos llevará hacer el cambio. “Tenemos que mirar al día de hoy y trabajar en conjunto por una industria descarbonizada y más eficiente, porque está cada vez más cerca 2030”, concluye Segrera.