Que la aseguradora se base en los datos del reloj inteligente de una persona para ofrecerle un seguro de vida personalizado en base a sus hábitos. Que un sensor sea el encargado de detectar un siniestro al instante y así evitar demoras, llamadas y cualquier tipo de esfuerzo por parte del usuario. Pagar un seguro de auto que dependa del uso y la calidad o riesgo en la conducción, y que lo mismo aplique a bicicletas, monopatines y, por qué no, a heladeras, celulares, televisores o cualquier objeto o dispositivo conectado a Internet. O que, si se obstruye un caño en una casa, la aseguradora lo detecte y avise para actuar antes de tiempo.
De la mano de las insurtech — startups de seguros que nacen 100% digitales—, el mercado asegurador, siempre tildado de tradicional, poco flexible y costoso, está atravesando su momento de revolución.
El número de empresas tecnológicas de seguros no para de crecer, al igual que la valoración de este mercado y la cifra de las inversiones destinadas al sector.
En 2021 la inversión global llegó a los US$ 10.000 millones, y aumentó un 38% con respecto al año anterior, según un informe de la consultora japonesa NTT Data. Y los datos de la investigadora de mercado india Mordor Intelligence indican que los ingresos del mercado global de insurtech —que en 2019 eran de US$ 5.000 millones— alcanzarán los US$ 10.140 millones para 2025.
DATA ALIADA
Una de las embajadoras de este mercado es Lemonade, aseguradora puramente digital fundada en Israel que cuenta con un asistente virtual encargado de recopilar la información, gestionar los presupuestos y los pagos, además de un bot para recibir los reclamos y otro para responder las preguntas de los clientes.
En 2020 compró Metromile, empresa estadounidense de tecnología que ofrece seguros de autos de pago por milla. Esta adquisición le permite conectar un dispositivo en los vehículos que recibe todo tipo de señales: paradas repentinas, accidentes, excesos de velocidad.
En base a esta información, que se sube a la nube, la empresa fija los precios del cliente, que varían cada mes. Gracias a las posibilidades que brinda el big data, la prevención es otra palabra que cobrará cada vez más fuerza en el mercado de los seguros.
“La aseguradora no tiene que solucionar, tiene que prevenir, decir: 'mirá, se está por gastar la rueda'. Tiene que estar antes”, apunta Pablo Tiscornia, managing director de la aceleradora The Latam Insurtech.
Más allá de las insurtechs, otros jugadores también están siendo responsables de la disrupción del mercado: gigantes como Amazon y Mercado Libre ya están incursionando en este sector.
La firma de Jeff Bezos lanzó el año pasado en Reino Unido la Tienda de Seguros, que ofrece procesos simplificados para contratar seguro de hogar. En tanto, Mercado Libre se unió a mediados del 2022 a la insurtech Klimber —nacida en Argentina— para ofrecer seguros personales a través de Mercado Pago en toda la región.
La gran ventaja de estas compañías con respecto a otras es, justamente, la cantidad de datos que almacenan de sus usuarios, lo que facilita la posibilidad de ofrecer servicios personalizados con una precisión extrema, una de las grandes aspiraciones de buena parte de las insurtech.
A esto se refiere Tiscornia, de The Latam Insurtech: “Mi situación es particular, y los seguros tienen que ser acordes a lo que yo necesite. Por eso hay plataformas a las que los seguros les tienen muchísimo miedo, como Mercado Libre, porque tienen mucha data de las personas, se están metiendo en esto y las aseguradoras tienen que tener mucho cuidado”.
Desde RUA Asistencia, nacida en Uruguay y con presencia en varios países del mundo, también se manejan cada vez más volúmenes de datos a la hora de brindar sus servicios.
“Encontramos que la información era muy rica para analizar determinados comportamientos. Esta información es importante para las aseguradoras para mejorar su oferta, segmentar sus carteras y hacer propuestas personalizadas, no tan paquetizadas”.
Por ejemplo, una persona que conduce con menos riesgo o que prácticamente no utiliza su auto puede ser premiada con una baja en el costo del seguro. “En este manejo de la información, lo que logran las aseguradoras es tener una actitud más proactiva”, destaca el CEO y fundador de RUA Asistencia, Diego Sayanes.
El Internet de las Cosas (IoT) juega un rol clave en el desarrollo de los servicios de las insurtech. “En otros mercados se empieza a hacer uso y provecho del Internet de las Cosas que tengas cerca para adquirir esa información y trabajarla eventualmente para mejorar la oferta.
Se está empezando a usar el Apple Watch para entender los hábitos de la persona”. Uruguay no llegó aún a tal nivel de personalización, pero va por ese camino, apunta el ejecutivo.
ALIANZAS
The Latam Insurtech se especializa en juntar el mundo de las aseguradoras con el de las insurtech, y en esa unión reside una de las claves para el crecimiento del mercado: las aseguradoras tienen el know how, y la manera más rápida de digitalizarse —sin necesidad de atravesar una lenta curva de aprendizaje— es, sin dudas, asociarse con una insurtech. Producir tecnologías tan sofisticadas podría llevarle años a cualquier aseguradora.
“Entonces, la asociación con este tipo de empresas da la posibilidad de innovar mucho más rápido, sacar productos con más velocidad y trabajar con equipos con gente joven. Esa es una tendencia”, apunta Tiscornia.
Un ejemplo de alianza es la de Banco Santander con Ecolicuá, startup uruguaya que adquirió con el fin de agregar tecnología y talento.
Fundada en 2017 por Felipe Herrero y Luciano Corujo, Ecolicuá oficia como un corredor de seguros de autos tecnológico que conecta a las cinco principales aseguradoras de este sector con los consumidores finales, quienes pueden acceder a la información de cada aseguradora —a la que le cobra una comisión— de manera simple y didáctica, comparar sus servicios y precios y tomar la decisión.
Se evita así la “asimetría de información” que tendía a ocurrir cuando el corredor tradicional era el único posible intermediario, y quien tenía una marcada influencia en la decisión del cliente final.
De esta forma, Ecolicuá es una insurtech que, lejos de competir, nace de la alianza con las principales aseguradoras. Al mismo tiempo, su aplicación también ofrece seguimiento de los siniestros. “Si te pasa algo, vamos a seguir el proceso por atrás.
Lanzamos una aplicación donde el cliente puede ver las facturas pendientes, sus datos, la póliza y todos los documentos del seguro”, apunta Corujo.
Foliume, insurtech uruguaya con sede en Madrid, también surge como aliada de las aseguradoras tradicionales.
Mediante analítica avanzada e inteligencia artificial, la startup les ofrece la posibilidad de detectar cuáles son los clientes con más posibilidades de darse de baja, en qué momento y bajo qué canales, para así mejorar los ratios de fuga, y detectar qué otros productos se les pueden ofrecer a estos clientes, para potenciar la venta cruzada.
“Pensamos que este es un típico producto que resuelven las grandes consultoras, como McKinsey, Boston Consulting Group, pero en realidad el problema desde el punto de vista del modelo de datos y de cómo trabajas el algoritmo es similar en todos los casos.
Entonces, ¿por qué no lo paquetizamos y lo ofrecemos como una solución de suscripción, en vez de que tenga un alto costo de implementación?”, reflexionaba Martin Fagioli mientras ideaba la empresa junto a su socio, Guillermo Vergara. Ahora trabajan para 18 clientes entre España, Alemania y Latinoamérica.
A impulso de las insurtech, los seguros están cada vez más presentes en la vida cotidiana de las personas. ¿Salió a trabajar y olvidó el celular? ¿Se le rompió el lavarropas?
Las aseguradoras ofrecerán soluciones para estos pequeños inconvenientes. “Mientras más personas estén aseguradas, mejor será su futuro. Eso tienen que buscar las aseguradoras: es el lugar para poder vender más y tener mayor penetración”, concluye Tiscornia.
SEGUROS EMBEBIDOS
Otra de las grandes tendencias tecnológicas que ya son una realidad en el mercado asegurador son los seguros embebidos. A través de esta modalidad, cualquier empresa —desde un kiosco hasta una tienda de celulares— puede asociarse con una insurtech para ofrecer seguros junto a cualquiera de sus productos.
“Voy a comprar una bici, por ejemplo, y con la compra de la bici ya añado el seguro de las ruedas y el manillar. Voy a subirme al ómnibus y cuando pago el boleto me dan la posibilidad de poner un peso más para asegurar el viaje. Y si al comprar un celular te dicen que pongas unos pesos más para asegurar la pantalla, seguro decís que sí. Tiene que ser en el momento exacto, y ahí entra la personalización”, explica Pablo Tiscornia, managing director de la aceleradora The Latam Insurtech.
Los seguros embebidos también abrirían la puerta a que cualquier empresa entre de lleno en el mercado asegurador, pero por su cuenta. Es el caso de Tesla, que está creando su propio seguro (InsureTesla) para no tercerizar el servicio.