Tras 16 años liderando el estudio Menini Nicola junto a su amigo Agustín Menini, Carlo Nicola resolvió dar un paso al costado, dejar la empresa en manos de su socio y emprender un nuevo proyecto. Se trata de una decisión que viene madurando desde 2022, cuando regresó de Dinamarca, país donde vivió unos tres años por motivos familiares y en búsqueda de nuevos mercados para la compañía.
"A mi regreso, cuando nos pusimos a rearmar el estudio, nos dimos cuenta que cada uno tenía una visión distinta de la estrategia, de hacia donde queríamos ir. Entonces, llegamos a la conclusión de que la manera más sana era seguir cada uno por su lado", dijo Nicola en conversación con Forbes Uruguay.
A lo largo de estos años, Menini Nicola se ha convertido en un referente en el mercado uruguayo, ofreciendo servicios de diseño de espacios, productos y consultorías, tanto en Uruguay como en la región, registrando un crecimiento anual del 15% aproximadamente.
El nuevo proyecto de Nicola, en el que aún trabaja para lanzar en los próximos meses, se trata de una consultora empresarial en base al diseño. Un servicio innovador en Uruguay, que entiende al diseño como el factor de cambio dentro de una organización, y que a nivel internacional cada vez suma más adeptos. "Muchas veces confundimos el diseño con la parte de estética, pero desarrollar una estructura empresarial o una estrategia es diseño", afirmó.
¿En cuánto vendió su parte del estudio?
Hay un tema de confidencialidad. Sí, te puedo decir que fue 50 - 50. Trabajamos mucho con distinta gente para ver cuál era la mejor tasación de la empresa y logramos un número interesante, por lo que nos quedamos contentos. También trabajamos en hallar la forma de pago, porque algo importante era mantener la integridad y la solvencia del estudio, que termina liderando Agustín, de forma que este pudiera seguir creciendo, pero a su vez yo tenía que poder hacer los retiros necesarios para cobrar mi parte.
¿Ya sabe cuál va a ser su próximo proyecto?
Mi idea es ir por el lado de la consultoría empresarial en base al diseño. Creo que tengo mucha experiencia en éxitos y fracasos, así como liderando equipos y proyectos. Por el momento me voy a financiar con fondos propios. No tengo pensado aplicar en fondos, porque pienso que no necesito. Mi principal activo es mi experiencia, mi recorrido y los contactos que he generado en todos estos años.
¿De qué se trata la consultoría empresarial en base al diseño?
Es tomar un producto o servicio de la organización y, utilizando una serie de herramientas de diseño, hacer un diagnóstico de la empresa y una hoja de ruta para atender ciertas preocupaciones u objetivos. A veces no se entiende por qué un producto no termina de funcionar y en realidad es porque se percibe de peor calidad que la competencia o tu público objetivo ni siquiera lo tiene en el radar, quizás por una cuestión estética. Este tipo de cosas son la que se hacen en el diagnóstico de diseño. Las empresas están acostumbradas a realizar consultorías en muchísimos aspectos, pero no en cuanto a diseño.
¿Cree que el diseño puede ser un factor de cambio en la gestión de una empresa?
Estoy convencido de que el diseño es el factor de cambio en las organizaciones. Muchas veces lo confundimos con la parte de estética, pero en realidad es el desarrollo. Desarrollar una estructura empresarial o una estrategia es diseño y existen herramientas para eso, por ejemplo, el Design Thinking. Hay también herramientas de análisis de tendencia, de perspectiva, de marketing, que son súper potentes. Por ejemplo, para determinar un escenario futuro hay herramientas que aportan datos que te permiten pensar en el mercado a cinco, 10 o 15 años.
¿A nivel internacional es tendencia incorporar estas herramientas en el ámbito organizacional?
Sí. Lo vemos en las empresas multinacionales. H&M e IKEA son marcas que lo tienen muy incorporado. No lo digo solo porque hacen diseño, sino porque uno ve que tienen movimientos rápidos, que están asociados a eso. El Instituto de Diseño de Dinamarca estableció lo que llama la escalera de diseño, donde analizan los escalones de incorporación del diseño dentro de las instituciones. El escalón más alto es el que ya lo tiene incorporado en el ADN de la empresa, lo que permite tener ideas rápidas y más alineadas a una función del mercado, y así moverse de manera más orgánica y flexible.
¿Las empresas en Uruguay están preparadas para eso?
Creo que hay muchas oportunidades. Primero, ya existen experiencias iniciales con Design Thinking. Esto hace que uno no llegue hablando de cosas raras. Por otro lado, algunas empresas, como las fintech, ya están incorporando las miradas transversales a su negocio, lo que implica contratar diseñadores, sociólogos y antropólogos para que el intercambio con cualquier plataforma sea más amigable. Además, hay incentivos, como algunas herramientas de ANDE (Agencia Nacional de Desarrollo), donde los consultores ya están aconsejando contratar consultorías en diseño. Son todas señales, que terminan marcando la tendencia, la necesidad de incorporar una mirada desde el diseño en todas las disciplinas y organizaciones.
¿Alguna enseñanza que se haya traído de Dinamarca para aplicar en Uruguay?
Más que nada aprendizajes personales. Cuando uno va a un lugar lejos en kilómetros y cultura, todo el background que tiene desaparece instantáneamente. Allí uno no tiene amigos, trabajos, ni estudios de referencia, entonces tiene que volver a construirse y empezar a generar una red. Si no, uno no existe. Esa realidad me dio el músculo para parame frente a un montón de cosas en las que soy nuevo, por ejemplo, mi nuevo proyecto. Voy a tener que ir a darme contra eso, testearme, probar el terreno y escuchar mucho. Si bien, acá tengo un recorrido y una red construida, soy nuevo en el terreno y quiero lograr un producto que sea innovador. Entonces, la enseñanza grande es olvidarme del pasado y pensarme como nuevo.
Con su nuevo proyecto busca inspirar y apoyar emprendedores. ¿Cómo surge?
Hay algo que me da mucha satisfacción, que es poder ayudar al crecimiento de alguien y construir proyectos. Entonces, lo que quiero es brindar todo el know how y experiencia que tengo a otros emprendedores, pero el proyecto todavía está en una etapa súper beta.