En un mundo cada vez más consciente de la importancia de la sostenibilidad, las empresas uruguayas se enfrentan a un panorama cambiante y desafiante. Los nuevos marcos regulatorios sobre información de sostenibilidad, como las normas IFRS S1 y S2 del International Sustainability Standards Board (ISSB) y las ESRS de Europa, están transformando el panorama empresarial global. Este cambio no solo afecta a las grandes corporaciones, sino que tiene un impacto directo en las pymes que forman parte de las cadenas de valor globales.
El rol crucial de las universidades
Uruguay, como parte integral de la economía global, no puede quedarse atrás en la adopción de estos estándares. Países vecinos ya están implementando estas normas y la presión sobre nuestras empresas para adaptarse es cada vez mayor. Las empresas uruguayas que no transformen sus modelo de negocio hacia uno más sostenible corren el riesgo de perder competitividad y oportunidades de crecimiento y expansión.
En este contexto, la academia juega un papel fundamental. La Universidad ORT Uruguay, única universidad uruguaya reconocida recientemente en THE Impact Rankings 2024 por su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, está a la vanguardia en la preparación de profesionales y empresas para este nuevo paradigma.
Como catedrático de sostenibilidad empresarial en ORT, he investigado la relación entre la calidad académica de las universidades y su contribución a los ODS. En un estudio publicado este año en el International Journal of Sustainability in Higher Education, encontramos que la investigación, el número de citaciones y la perspectiva internacional se asocian positivamente con una mayor puntuación en THE Impact Rankings. Esto subraya la importancia de la academia en la promoción del desarrollo sostenible y en la preparación de las empresas para los desafíos futuros.
Las pymes también deben transformase
La adopción de estos nuevos marcos regulatorios presenta desafíos y oportunidades también para las pymes. Por un lado, deberán comenzar a incorporar la sostenibilidad en su modelo de negocio, para generar la información que será requerida por la empresa líder de la cadena de valor alcanzada por las nuevas normas de sostenibilidad. Por otro, esta transformación abre puertas a nuevos mercados, mejora la eficiencia operativa y fortalece la reputación empresarial.
La clave está en ver estos cambios no como una carga, sino como una oportunidad de innovación y diferenciación. Las pymes que se adapten rápidamente estarán mejor posicionadas para competir en un mercado global que cada vez valora más la sostenibilidad. Las que no lo hagan, correrán el riesgo de quedar afuera de las cadenas de valor globales.
El camino a seguir
Uruguay necesita actuar con rapidez para definir la adopción de las normas IFRS S1 y S2. Esto requiere un esfuerzo conjunto del gobierno, el sector privado y la academia. Las universidades deben desempeñar un papel crucial en este proceso. En ORT, por ejemplo, la sostenibilidad se ha incorporado de manera transversal tanto en las carreras de grado como en las de postgrado y en los programas ejecutivos. Esta estrategia educativa refleja una tendencia global, donde la calidad académica y el compromiso con la sostenibilidad van de la mano.
Este enfoque integral en la educación e investigación en sostenibilidad es esencial para preparar a las empresas uruguayas para los desafíos que enfrentan. No se trata solo de cumplir con las regulaciones, sino de reimaginar cómo las empresas pueden operar de manera más sostenible y rentable en el largo plazo, generando triple impacto positivo: ambiental, social y de gobernanza/económico (ESG, por sus siglas en inglés).
La adopción de marcos regulatorios de sostenibilidad no es solo una necesidad para mantenerse competitivo, sino una oportunidad para que las empresas uruguayas se reinventen y prosperen en la economía global del futuro.
El momento de actuar es ahora, y con la colaboración entre empresas, gobierno y academia, Uruguay puede liderar este cambio en la región, asegurando un futuro más sostenible y próspero para todos.
*La columna fue escrita por Dr. Nicolás Gambetta, coordinador académico de los postgrados en contabilidad e impuestos de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales.