Los líderes del futuro, bajo un nuevo paradigma
Las competencias, las habilidades y la mentalidad de los nuevos líderes deberán adaptarse a las exigencias que plantean los nuevos tiempos. Qué rasgos y características son más relevantes.

El liderazgo no es una categoría inmóvil ni definitiva, sino más bien una función que evoluciona y se va transformando de acuerdo a los desafíos que impone el contexto. Es por esta razón que las empresas están muy atentas a las características de sus líderes, que deben adaptarse y en muchos casos incluso adelantarse a los cambios para que ese liderazgo sea más eficaz.

En función de los tiempos que se avecinan, donde la incertidumbre amaga a convertirse en una constante y la estabilidad será una condición cada vez más escasa, la búsqueda de líderes apropiados para atravesar esa etapa será un aspecto crítico para las organizaciones. Estos son algunos de los perfiles de liderazgo que responden a esa búsqueda:
 

Líderes emocionalmente inteligentes 


Se destacan por el modo en que manejan sus emociones y, en consecuencia, colaboran para que el resto del equipo haga lo propio. Se conducen en base a la empatía y la sinceridad, poniendo especial énfasis en asegurarse que todos se sientan escuchados. En la dinámica interpersonal, son cuidadosos a la hora de conseguir el equilibrio necesario para mostrarse disponibles sin ser invasivos. Mantienen la calma, practican el autoconocimiento e implementan una comunicación sólida, cercana y auténtica.

 (Pexels)

Líderes digitales 

A partir de un fuerte compromiso, poseen la capacidad de crear oportunidades e inspirar a sus equipos en función de un objetivo planteado. Saben que esos equipos deben sentirse conectados estrechamente no solo a la misión de la compañía, sino también entre sí. Uno de sus rasgos es la fuerte orientación al aprovechamiento de las nuevas tecnologías, lo cual los lleva a formarse y entrenarse de manera intensiva en ese aspecto. Diseñan con más detalles los encuentros digitales para compensar el componente de conexión humana o el carisma que se da de manera más natural en entornos cara a cara.


Líderes coach 

Ayudan al talento a descubrir sus propósitos personales, a la vez que estimulan a sus equipos a reflexionar sobre las oportunidades de reskilling o up-skilling. Comprenden la importancia de ser proactivos y están permanentemente atentos al estado de ánimo de la fuerza de trabajo para poder anticiparse y actuar rápidamente en consecuencia cuando haga falta.

 

Líderes más humanos

Son los que encuentran el modo de involucrar a la persona completa, más allá de su faz laboral. Ponen el acento en aspectos como la seguridad y la salud, la situación familiar y, por supuesto, las perspectivas laborales actuales y futuras de cada colaborador, para que puedan sentirse a gusto y seguros en sus puestos.


Líderes “ambidiestros” 


La clave de esta modalidad de liderazgo es la capacidad de resiliencia frente a las disrupciones, que les permite mantenerse competitivos en un mercado en rápida evolución. Tienen la habilidad para gestionar las tensiones entre la optimización y la innovación. Esto motiva a los equipos, valida la coexistencia de agendas competitivas y demanda creatividad.

El viejo estilo de liderazgo se apaga inexorablemente, planteando a las organizaciones la necesidad de explorar nuevos caminos. En ese proceso, saber qué tipo de perfiles se buscan y por qué, será sin dudas indispensable para transitar con éxito este tiempo plagado de retos y transformaciones.

 

*La columna fue escrita por Marina Ierace, Directora General de Cegid América Latina