La madera es uno de los materiales de construcción más antiguos, y es el principal en la construcción residencial en varios países del hemisferio norte, Australia y Nueva Zelanda, entre otros. Su empleo en nuestro país ha sido bastante restringido, circunscribiéndose mayoritariamente a viviendas individuales. Sin embargo, en los últimos años dos factores principales vienen cambiando esta situación: el primero, está relacionado con los procesos, costos y plazos de producción de obras de arquitectura y de ingeniería civil, y el segundo con la disponibilidad de madera y productos de ingeniería de madera en el mercado nacional.

Conjuntamente, el uso intensivo de madera en arquitectura está en línea con los argumentos sobre la necesidad de utilizar los recursos naturales en forma eficiente y mitigar, en lo posible, los efectos negativos de las emisiones de carbono.  Se trata de promover el uso de un material derivado de un recurso natural y renovable cuya producción insume menor cantidad de energía que otros materiales; que una vez puesto "en servicio" permite la fijación de carbono durante toda su vida útil, y que su empleo masivo permite generar edificaciones energéticamente eficientes y responsables con el medio ambiente. 

Si bien hasta hace poco tiempo atrás la oferta de madera para uso estructural en Uruguay provenía del exterior, en la actualidad es posible encontrar madera de producción nacional. Este cambio es fruto de las políticas gubernamentales que se vienen desarrollando desde la década de los 80, y en particular a partir de la promulgación e implementación de Ley Forestal Nº 15.939 de 1987 que promovió las plantaciones de especies exóticas de rápido crecimiento.

Actualmente Uruguay cuenta con alrededor de 1,2  millones de hectáreas de bosques implantados (fundamentalmente de pinos y eucaliptos) de los cuales más del 95% tiene certificación forestal. Parte de esta masa forestal es extraída con fines industriales, e incluye la producción de pulpa de celulosa, de madera sólida (aserrada y rollizos), de tableros de madera (contrachapados y MDF) y productos de madera masiva.  

Considerando que la edad mínima de cosecha del árbol para la producción de madera estructural en Uruguay oscila entre 18 y 25 años dependiendo de la especie, de las condiciones edafológicas del suelo y de las condiciones climáticas, entre otros factores, es factible que una parte de esa masa forestal plantada hace tres décadas esté siendo cosechada para producir madera estructural, y esté disponible en el mercado local. 

El empleo intensivo de madera en proyectos de arquitectura e ingeniería civil de gran envergadura, ha llamado en las dos últimas décadas la atención de prestigiosos arquitectos e ingenieros de la escena internacional. El desarrollo de los productos de madera masiva, tales como la madera contralaminada (CLT), madera laminada encolada (glulam) o la madera laminada tarugada (brettstapel) y el uso de software de cálculo estructural, posibilitan gran flexibilidad en el diseño y la ejecución de edificaciones en altura y puentes. Esto, sumado a la creciente preocupación por el cuidado del medio ambiente, ha posicionado a la madera como "el material del siglo XXI". 

Existe entonces, una oportunidad de desarrollo para el sector productivo forestal-maderero uruguayo, y una demanda de conocimiento sobre características, prestaciones y usos de los productos de madera por parte del sector de la construcción.  

En general, el desarrollo y la adopción de una tecnología de construcción requiere contar con tres insumos básicos: i) materiales aptos, con especificaciones técnicas conocidas; ii) un cuerpo normativo que abarque desde la caracterización y especificaciones de fabricación de productos y componentes, hasta el diseño, cálculo estructural y la ejecución de obras; y iii) recursos humanos capacitados. 

Con el fin de contribuir a la formación de recursos humanos altamente calificados, la Facultad de Arquitectura de la Universidad ORT Uruguay lanza el programa académico "Master en Edificaciones en Madera (MEM). El objetivo del master es capacitar profesionales universitarios especializados en el diseño, cálculo y construcción con madera estructural, incluyendo la eficiencia energética y la industrialización de la construcción. 

Entrega una formación que permite al graduado contar con una amplia base de conocimientos y habilidades de aplicación profesional. El programa está dirigido a profesionales graduados en Arquitectura, Ingeniería Civil y en otras ramas de la Ingeniería. 

El programa curricular se estructura en diez asignaturas, de las cuales nueve tienen una modalidad teórico-práctica y la décima es un proyecto fin de curso. La duración prevista del Master en Edificaciones en Madera es de 18 meses y la primera edición comienza en abril de 2025.