La generación Silver en América Latina: una fuerza laboral que pide y desea reinventarse
Fabiana Gadow CEO de Korn Ferry Argentina Uruguay, Paraguay y Bolivia
Fabiana Gadow CEO de Korn Ferry Argentina Uruguay, Paraguay y Bolivia
En un mundo laboral en constante evolución, la flexibilidad se ha convertido en un requisito clave para todas las generaciones, y las personas mayores de 50 años no son la excepción. En América Latina, la generación "Silver" o "Plata" -personas +50 que buscan mantenerse activas, relevantes y en crecimiento- enfrenta un desafío fascinante: seguir aprendiendo y así contribuir en un entorno donde las condiciones económicas y sociales pueden ser complejas, pero el potencial de crecimiento personal y profesional sigue siendo inmenso.
En mis conversaciones con personas de esta generación, un patrón se repite: si tuvieran que cambiar su actividad laboral, lo harían por algo que les ofrezca flexibilidad, oportunidad de aprendizaje y, sobre todo, un sentido de propósito. Esto trasciende los límites de edad y es incluso más común en la generación Silver que en los más jóvenes. Sin embargo, las realidades económicas de América Latina añaden una capa de importancia al reconocimiento salarial, un factor ineludible en un contexto de crisis recurrentes. La estabilidad financiera y el ingreso continuo son esenciales para esta generación, que no puede darse el lujo de retirarse sin un respaldo sólido.
El fenómeno de la inteligencia artificial es otro tema que tiene una perspectiva única en América Latina. Si bien en muchas partes del mundo la IA es vista como el futuro inevitable, en nuestra región solo cuatro de cada diez adultos muestran un interés activo. En cambio, lo que realmente impulsa a esta generación es la oportunidad de reinventarse y aprender. La región se destaca por su talento inquieto, con una disposición natural hacia el aprendizaje y la innovación.
Para la generación Silver en este lado del mundo, no se trata solo de mantenerse en un trabajo, sino de innovar, de romper las barreras de la tradición, y de explorar nuevas formas de colaboración. Conceptos como el "sombreado" (shadowing) -en el cual un trabajador acompaña a otro para formarse en un nuevo rol- y las contrataciones por proyecto son cada vez más comunes. El rol de asesor, consultor o mentor es una función natural para esta generación, que se ha convertido en una guía invaluable para las generaciones más jóvenes, mientras que, a su vez, también aprende de ellas.
Personalmente, al cumplir 60 años experimenté una mezcla de emociones que me sorprendió. Este proceso me recordó que, en lugar de finalizar una etapa, estoy iniciando otra llena de oportunidades y aprendizajes. La experiencia que hemos acumulado, combinada con la templanza y perspectiva de la madurez, es altamente valorada y puede generar un impacto profundo en el entorno laboral.
La generación Silver se encuentra en una posición única para contribuir con su madurez, amplia perspectiva, experiencia en gestión de crisis, templanza, visión y trayectoria relacionándose con gente diversa. Nos enfrentamos a desafíos específicos de la región, pero tenemos versatilidad y una capacidad de adaptación que es invaluable para las organizaciones que puedan mantenerse relevantes en un entorno cambiante. Este rol de docencia informal ocupa un lugar relevante en la vida laboral de los adultos, y tenemos que potenciarnos. No hay que desestimar esta etapa, es maravillosa.
La generación Silver tiene mucho que enseñar y mucho que aprender. Este equilibrio entre experiencia y deseo de reinvención no solo es inspirador, sino también esencial para el desarrollo económico y social de la América Latina.