Los agronegocios en Uruguay parecerían estar ante la disyuntiva entre seguir avanzando en su desarrollo o atender a las demandas globales en materia de sostenibilidad ambiental. Si bien ambos objetivos, a priori, pueden parecer contrapuestos, en esta breve lectura tengo la intención de convencerlos de que esto no es necesariamente así.
Uruguay no es un país pequeño, es despoblado. Nuestro país tiene el tamaño medio de un país de la Unión Europea, y dentro de nuestro territorio caben Holanda, Suiza, Irlanda, Israel y Singapur. La diferencia es que en conjunto estos países albergan a 46 millones de personas y nosotros apenas a 3,5. Este aspecto tan sencillo constituye uno de los principales drivers que explican por qué los agronegocios tienen un rol central en la economía uruguaya.
En la medida en que un país necesita 0,5 hectáreas cultivables por persona para autoabastecerse y Uruguay tiene 5 hectáreas por persona, nuestro país produce alimentos para una población 10 veces superior a la propia, por lo que termina exportando entre el 80% y el 90% de su producción. Eso explica por qué los agronegocios representan el 75% de las exportaciones de bienes y más del 20% del PBI medido de forma vertical. Este driver estratégico determinará que los agronegocios en Uruguay seguirán siendo uno de los motores principales de la economía en el futuro.
Esta matriz económica ha llevado a Uruguay a ser el mejor de Latinoamérica en términos de renta per cápita y distribución de renta. Sin embargo, todavía estamos lejos de los países desarrollados y nos arriesgamos a caer en la trampa de la renta media si no generamos los cambios necesarios a nivel productivo. ¿Cómo podemos hacer para evitar esto?
La forma de hacerlo es cambiando los factores de competitividad a través de inversiones estratégicas en capital humano, infraestructura y tecnología que mejoren su productividad, tanto en el sector transable como en el no transable. El desarrollo y la intensificación del sector no serán únicamente produciendo más commodities, sino construyendo pisos adicionales sobre el negocio, y produciendo y exportando productos diferenciados, ingenierías y know-how.
Este tipo de análisis y desarrollos son los que tratamos en el Diploma de Agronegocios Sostenibles de la Universidad ORT Uruguay. ¿Es incompatible esta intensificación productiva con los objetivos trazados en materia de sostenibilidad ambiental?
La respuesta corta sería no. Ya hemos observado en el pasado cómo la intensificación productiva en distintos subsectores como el ganadero, a través de incrementos en la tasa de extracción de equilibrio, han generado un incremento de la producción y al mismo tiempo una reducción de emisiones de CO2 eq. en términos relativos. Lo mismo se podría adelantar con la incorporación de tecnologías y procesos como el riego, el pastoreo rotativo u otras. En síntesis, es posible intensificar la producción y al mismo tiempo mejorar el desempeño de las cadenas productivas en materia de sostenibilidad ambiental, si se hace a través de inversiones estratégicas inteligentes en bienes privados y públicos. Ya lo hemos hecho.
La mala noticia es que el nivel de coordinación entre el sector público y privado todavía resulta insuficiente para impulsar estas inversiones de forma sistemática. Si bien algunas iniciativas puntuales, como los bonos sostenibles, pueden ser una señal en la dirección correcta, esto no será suficiente para alinear los esfuerzos del sector privado. Las políticas públicas que favorezcan inversiones que incrementen la productividad y al mismo tiempo mejoren la sostenibilidad, aunque de forma indirecta, tendrán un impacto muy superior que las herramientas directas que se puedan diseñar.
Uruguay está en condiciones de posicionar sus agronegocios a la vanguardia de estos cambios. Se necesitarán líderes capacitados que encuentren las soluciones necesarias para alinear los incentivos de todos los agentes en la dirección correcta. El mundo nos está mirando.
* La columna fue escrita por Mateo Caputi, coordinador académico adjunto del Diploma de Especialización en Agronegocios Sostenibles.