Habrá que barajar y dar de nuevo
Agustina Pérez Comenale Abogada especializada en tecnologías y profesora en UM
Agustina Pérez Comenale Abogada especializada en tecnologías y profesora en UM
Los activos virtuales se encuentran en plena adolescencia. Más allá de que para varios suene como una herramienta disruptiva, la misma comenzó su camino en el año 2008, y ya vivió varios triunfos y derrotas. A cada paso, vemos errores y aciertos que ayudan a moldear la economía digital del futuro.
Comenzamos con un marco regulatorio que era de unas pocas jurisdicciones, para hoy ver un mapa lleno de proyectos de ley, sandbox y otros avances muy notorios en Asia, UE y EE.UU., así como en toda Latinoamérica.
En la cuenta regresiva a año nuevo, recordamos aprendizajes que nos dejó este 2022:
I) La importancia de un activo virtual (AV) no estable (con gran volatilidad) versus uno estable (colateralizado, que tiene paridad con un valor asignado).
El desplome de Terra/Luna generó alarma y terminó con la trilogía sobre "utility, equity y security" para prestar atención a las subcategorías de un AV estable: i) Puede tener paridad con otros activos (ej: una moneda fiduciaria - el dólar estadounidense), una cartera de activos virtuales o con commodities, ii) El AV algorítmico genera su respaldo a través del código programado y actúa de manera automática controlando la oferta y demanda del colateral.
Como dicen, "a veces se gana y a veces... se aprende", y tanto la industria como los usuarios aprendieron los fallos y riesgos que puede implicar un activo virtual estable algorítmico.
II) La caída de varias casas de cambio de criptomonedas (exchanges). Según fuentes públicas, una de ellas utilizó fondos de usuarios de manera inapropiada generando un efecto dominó en la industria. Más allá de los errores y razones de sus caídas, esto dejó fuertes cimientos: i) Distinguir entre DeFI-(DEX) y CeFI-(CEX).
El primero es la utilización de la tecnología descentralizada en su naturaleza pura, donde el usuario tiene sus claves y custodia de los AV, mientras que en el segundo éstas están bajo una plataforma centralizada. Más allá de que hoy hay una desconfianza en los sistemas centralizados, esto no significa que no se pueda operar en ellos de una manera segura y efectiva. ii) La nueva prueba criptográfica del respaldo de estas exchanges a través de una "prueba de reserva" (PoR) con auditorías de terceros, donde publican sus billeteras y se puede auditar los saldos de las mismas, así como conocer su composición en tiempo real (y ver qué AV contienen). Hoy el mercado no perdona estos últimos errores, y desafía a sus actores a recuperar la confianza perdida.
Finalmente, destacar: iii) el poder de las redes sociales, que impulsan a la transparencia, pero dejan un gris en cuanto a veracidad de la información.
III) La industria no solo tuvo episodios oscuros este año. Un gran para incentivar buenas prácticas y generar un impacto positivo en el medioambiente fue el merge de Ethereum (ETH). Fue uno de los mayores proyectos con impacto sustentable, cambiando el sistema de gobernanza y condiciones de la minería.
IV) El impacto de las criptomonedas en la guerra Rusia / Ucrania, donde las mismas facilitaron el éxito en las donaciones inmediatas a diferencia del sistema financiero tradicional.
Por último, entender que las tecnologías descentralizadas distribuidas (DLT) y/o blockchain, son herramientas susceptibles de programación y van más allá de ser una simple unidad de valor. Ya están presentes en varios proyectos financieros, como las "CBDC" (monedas digitales bancocentralistas).
Todos estos acontecimientos ayudaron a que los usuarios, actores de la industria y reguladores vivan y aprendan las ventajas/desventajas de este mercado y que acompañen el proceso de maduración y aceleración de la economía digital. Estos tiempos llevan a esclarecer el mercado, comenzar una nueva etapa y visualizar su potencialidad con un uso adecuado junto a una comunidad colaborativa.
Como mencionó Henry Ford, "el verdadero progreso es el que pone la tecnología al alcance de todos" y "un tropezón no es caída".
(*) Esta columna no contiene consejos financieros. Los activos virtuales pueden tener gran volatilidad y operar en marcos con falta de regulación. Fue publicada en la Edición de Forbes de Diciembre de 2022.