El desafío de atraer nuevamente al talento a los espacios de trabajo
Andrea Ávila CEO de Randstad para Argentina y Uruguay
Andrea Ávila CEO de Randstad para Argentina y Uruguay
Las áreas de RRHH están frente a enormes desafíos y ante la necesidad de redefinir sus procesos en función de los cambios que se están dando en las organizaciones y el mundo del trabajo. En paralelo, hoy se está gestionando el regreso a las oficinas, algo que podría prejuzgarse como simple si solo se tratase de volver a la situación prepandemia. Sin embargo, es un proceso bastante más complejo el que enfrentan las áreas de Recursos Humanos en todas las industrias, porque implica que las personas se reacomoden gradualmente y se acostumbren a nuevas rutinas.
El reto principal está en lograr atraer el talento nuevamente a los espacios de trabajo presenciales porque, aunque parezca una obviedad, no alcanza con decir que es momento de volver. Hoy resulta central comunicar el cómo, el por qué y el para qué. Allí es donde RRHH tiene que trabajar con los equipos para mostrarles el valor que tiene en términos de productividad, creatividad, socialización y bienestar esa vuelta a la oficina. Y también ayudarlos, acompañarlos e incentivarlos para romper la inercia del acostumbramiento a rutinas de bajo desplazamiento y a una muy limitada socialización que es lo que ha predominado los últimos dos años.
Cada persona es un mundo y existen empleados que sienten la necesidad de regresar y otros que no están dispuestos a volver a la oficina tal como lo hacían antes. Para muchas personas la pandemia trajo aparejado un replanteo existencial, un cambio de prioridades que se ve claramente en los resultados de la última edición del Randstad Workmonitor, un relevamiento semestral que realiza Randstad en 34 países sobre las expectativas, estados de ánimo y comportamientos de los trabajadores. Del estudio surge el 72% de los encuestados a nivel global indicó tener mayor claridad sobre sus objetivos profesionales tras el paso de la pandemia y en argentina esa sensación de mayor claridad alcanza al 81% de los trabajadores. Como consecuencia de esta mayor conciencia sobre sus necesidades, el 84% de los argentinos desea mayor flexibilidad en su trabajo.
Este cambio de prioridades y las decisiones de carrera laboral motivadas por la expectativa de un cambio de estilo de vida están obligando a las organizaciones a adecuar sus propuestas de valor al empleado y, en la coyuntura, a redefinir y visibilizar lo conocemos como “Workplace Value Proposltion”, para que el trabajador perciba el valor que tiene el regreso a la oficina, algo que es clave para que el trabajo híbrido sea posible.
En el mismo sentido, este contexto hace aún más necesario el trabajo de las áreas de RRHH de manera personalizada, delineando paquetes de beneficios y arreglos de flexibilidad uno a uno para poder retener al talento.
Paralelamente, los esquemas de trabajo híbrido -que son los que seguramente perdurarán en el tiempo-, están empujando a una reconfiguración de las oficinas y espacios de trabajo. Así podemos ver desde empresas que han decidido reubicar sus oficinas en las afueras de las grandes ciudades, hasta las que cambian de esquemas de locaciones centralizadas a distribuidas, pasando por las que rediseñan sus espacios para transformarlos en lugares abiertos que funcionan bajo la lógica del coworking y el hotdesk.
Este fenómeno de menor presencialidad ha puesto a las empresas frente a la necesidad de hacer esfuerzos extraordinarios para transmitir cultura, gestionar el clima y dar forma a un ambiente ameno que incida en el compromiso los colaboradores. Y este es un tema clave para la mirada para las áreas de RRHH, porque los ámbitos laborales son centrales para la transmisión de cultura, porque inciden de manera directa en la percepción que los colaboradores tienen del lugar donde trabajan. Y justamente el ambiente y clima de trabajo es hoy uno de los factores más importantes a la hora de elegir una empresa para trabajar.