En los últimos años, hemos sido testigos del impacto radical de la tecnología en la vida de las personas, y de un modo muy particular, de las mujeres en América Latina. En un mundo en constante evolución, donde las barreras de género han sido un obstáculo persistente para el progreso de las mujeres en los negocios y en la sociedad en general, la tecnología se ha convertido en una aliada estratégica para derribar aquellas limitaciones históricas.
En términos de educación, la tecnología hoy nos demuestra que ha democratizado la enseñanza, permitiendo que cualquier persona pueda acceder de forma remota a instituciones que permiten profesionalizarse y mejorar su calidad de vida. Ya no es necesario vivir cerca de una universidad o instituto de formación, ni depender de horarios rígidos para obtener una educación de calidad. Esto ha abierto nuevas oportunidades para mujeres de todas las edades que desean capacitarse y acceder a nuevas formas de empleo gracias a la formación en línea.
La educación financiera es otra área en la que la tecnología ha desempeñado un papel crucial. El acceso a información financiera y la comprensión de temas relacionados con contribuciones y gestión de capital financiero son fundamentales para la independencia económica. Las mujeres, que históricamente han enfrentado desafíos para acceder a recursos financieros y para tomar decisiones informadas sobre sus finanzas personales, ahora pueden beneficiarse de aplicaciones y plataformas en línea que les brindan acceso a instrumentos financieros y herramientas de gestión.
Además, la tecnología ha facilitado el acceso a redes profesionales, comerciales y de colaboración que son fundamentales para el desarrollo personal y socio laboral. Las mujeres ahora pueden conectarse con personas de todo el mundo, acceder a oportunidades de trabajo remoto y aprender de otros profesionales sin importar su ubicación geográfica. Esto ha eliminado las limitaciones que antes las relegaban a un espacio geográfico o territorio particular y a las limitaciones de información que pudieran absorber de su entorno.
La flexibilidad laboral también ha mejorado significativamente gracias a la tecnología. La posibilidad de trabajar desde cualquier lugar ha permitido a las mujeres equilibrar sus responsabilidades familiares y profesionales de una manera más efectiva. La tecnología ha allanado el camino para que ingresen a la fuerza laboral y avancen en sus carreras sin tener que sacrificar su vida personal.
Todos estos factores contribuyen a la inclusión de las mujeres, que a lo largo de los años han enfrentado exclusiones y limitaciones generacionales. La tecnología ha tenido un impacto profundo en la calidad de vida de ellas, brindándoles un mayor acceso a la educación, información sobre finanzas personales y oportunidades laborales. Sin dudas la innovación tecnológica está construyendo un futuro más brillante y equitativo para las mujeres en América Latina.
Además de los beneficios mencionados anteriormente, es fundamental abordar la brecha salarial de género, un problema persistente que ha afectado a las mujeres en América Latina y el mundo durante décadas. La tecnología puede jugar un papel importante en la transparencia salarial y en garantizar que las mujeres reciban una remuneración justa por su trabajo. En este aspecto, las plataformas y herramientas en línea pueden proporcionar información sobre las tasas de remuneración en diferentes sectores y empresas, lo que permite a las mujeres tomar decisiones informadas y luchar por la igualdad salarial. Al aprovechar la tecnología para abordar esta brecha, estamos dando un paso importante hacia un futuro donde todas tengan las mismas oportunidades y reconocimiento económico que sus colegas masculinos.
Sin duda, la tecnología está desempeñando un papel esencial en la superación de las barreras de género en los negocios de América Latina. La democratización de la educación, la educación financiera, el acceso a redes profesionales y la flexibilidad laboral están empoderando a las mujeres y permitiéndoles alcanzar su pleno potencial en el mundo empresarial y en la sociedad en general. Las invito a seguir fomentando la adopción y el uso efectivo de la tecnología para que todas las mujeres tengan la oportunidad de prosperar y contribuir al desarrollo de nuestra región. El futuro es prometedor, y juntas podemos lograr un cambio positivo duradero.
*La columna fue escrita por Valeria Rodriguez, Directora Lyra Argentina