Es una realidad que muchos puestos de trabajo comenzaron a desaparecer como producto de la transformación digital. La introducción de la inteligencia artificial marcó esa tendencia en todas las industrias con puestos que tenían tareas repetitivas, de extremo control de variables, de procesos muy estandarizados, de procedimientos establecidos, las cuales fueron desapareciendo o, mejor dicho, se reconvirtieron - dado que no podemos polarizar entre tecnología y trabajo humano, sino pensar en un concepto de trabajo híbrido que plantea la necesidad de reinvención de lo humano, de aprendizaje y de innovación.
Ahora bien, desde la pandemia asistimos a una mayor transformación de muchas tareas, puestos y procesos de la mano de la tecnología. Nos referimos a aquello relacionado con canales de ventas presenciales, asistencia, atención al cliente, soporte. Incluso emprendimientos y pymes tuvieron que reinventar sus formas de relacionarse con su cliente incorporando una tecnología de fácil implementación y bajo costo. Es así como vimos que los call centers y la atención personal se transformó en chat bots, asistentes virtuales, etc.
Pero entonces, ¿cómo pueden los trabajadores readaptarse ante estos escenarios para no perder ante la tecnología? En este punto, las posibilidades son muchas. Debemos pensar en dos movimientos fuertes: el reskilling y el upskilling, entendidos como las habilidades para rediseñar las capacidades que necesitamos para el futuro del trabajo.
En este punto, la tecnología se convierte en un aliado al permitirnos formamos y reinventarnos en múltiples plataformas, con multiplicidad de acceso a las disciplinas digitales como UX, programación, Big Data, analytics; es decir, sumando a los trayectos profesionales, las disciplinas digitales.
Las áreas de Recursos Humanos se encuentran en un proceso de aceptación de la transformación de los equipos porque, así como desaparecen puestos, estamos en un eco ciclo donde aparecen nuevos, y donde necesitamos generar valor. De esto se trata el reskilling.
En ese sentido, para posibilitar el desarrollo en este contexto cada vez más turbulento y cambiante, existen cuatro grandes conjuntos de habilidades sobre las que debemos trabajar: habilidades de agilidad, habilidade de negocio, habilidades sociales, y habilidades técnicas.
Será clave entender que el aporte de valor se hace siempre desde el trabajo en equipo, la complementariedad de habilidades, y repensando nuestros esquemas de educación.
*La columna fue escrita por Matías Ponce, cofundador de Estudio Locht y experto en agilidad sustentable.
Autor de HR Makers