Itaú fue el banco que más creció en todo el sistema financiero uruguayo: un 30% en el último año móvil. Uno de los sectores que impulsó esta expansión fue el agro, que representa alrededor del 25% del total de créditos de Itaú.
Todo ese crecimiento "fue orgánico y bien estructurado, entendiendo muy bien el negocio, con excelentes equipos, trabajando cerca de los clientes y entendiendo cuáles son los objetivos", destacó el director de Banca Mayorista, Agustín Tafernaberry. Esto es un diferencial respecto de varios competidores a nivel local, que hicieron crecer sus balances mediante distintas fusiones y compras.
Los niveles de liderazgo de Itaú en Uruguay son similares a los registrados en Brasil, indicó el director de Banca Empresas, Valentín Martínez: "Es un banco que siempre quiere estar en el top 3, y en Uruguay lo está. En la banca corporativa privada tenemos un 26% en el market share de créditos, y 28% en depósitos, según información de la consultora Exante". Agregó que "en los últimos dos años hemos liderado el crecimiento".
Ese crecimiento se sostiene en base a construir relaciones a largo plazo con los clientes, mucho foco en negocios sostenibles y una estrategia para el sector agropecuario que se enmarca en la estrategia general del banco.
Para potenciar su expansión, Itaú aumentó su patrimonio en US$ 200 millones, a través de una operación que se concretó recientemente, indicó Martínez.
Cercanía al cliente
Martínez remarcó que hoy Itaú es "el principal banco privado en la cartera de agro". En los 25 años de trabajo del banco junto al sector en Uruguay incrementó su presencia en el interior del país y en la actualidad cuenta con cinco sucursales: en Mercedes, Maldonado, Paysandú, Salto y Tacuarembó.
A eso se sumó la posibilidad de operar a distancia, que "les hace la vida muy simple a los clientes". En los últimos años también se desarrolló la herramienta de créditos a plazo fijo 100% digitales. "Se pueden liquidar los préstamos a través de home banking, con las claves correspondientes; esto ha sido algo notable, porque la gente no tiene que trasladarse de su establecimiento", valoró.
Tafernaberry, quien trabaja desde hace 28 años en el banco (donde además es director de Tesorería Institucional), destacó que en el sector agropecuario Itaú se ha "diferenciado por estar cerca del cliente y brindarle herramientas adecuadas para la gestión del negocio".
Acompañar los ciclos
En cuanto a los productos financieros, Martínez señaló en primera instancia a los tradicionales, como los préstamos para la zafra, de corto plazo, que adaptan su vencimiento al ciclo de cada cultivo.
Itaú trabaja con varios sectores productivos. En su cartera de agro, lo que más prevalece son las explotaciones mixtas (agrícola-ganaderas). El arroz fue uno de los primeros rubros donde incursionó, pero también tiene "muy buenas líneas para la zafra" de cultivos de secano, una alianza con Pantalla Uruguay (ganadería), estrecha relación con la industria frigorífica (proveedores de insumos y traders) y cercanía al rubro forestal.
El banco ofrece, además, préstamos a largo plazo, para inversiones, que también se establecen con las cuotas de acuerdo al ciclo productivo. "Ahí también tenemos cierta flexibilidad, una cuota más alta en junio o julio, con la zafra de verano, una más chica en verano, con la zafra de invierno", explicó Martínez.
Tafernaberry señaló que dentro del área Mayorista también hay un equipo de estructuraciones especiales para proyectos de inversión de mayor envergadura. "Se estudian y arman operaciones a medida, bien estructuradas. Contemplamos también la cobertura de riesgos", dijo.
Tarjeta Visa Agro
Itaú también buscó dar soluciones de perfil minorista para los productores, como la tarjeta Visa Agro, que ofrece descuentos y beneficios en los comercios.
"Este producto tiene algo único en la plaza: el resumen de cuenta no es mensual, sino que se puede diferir al momento de venta de la producción; tiene 180 días para el pago. Por lo tanto, el productor puede comprar todos los insumos y elegir pagarlos el 30 de junio, por ejemplo, sin costo", detalló Martínez.
Tafernaberry, en tanto, destacó los convenios con las empresas más importantes de maquinaria agrícola, de insumos y remates. Dijo que la tarjeta "se está usando mucho para la compra de toros. Al comprador le queda mucho más sencillo pagar en la zafra de terneros, por ejemplo. Es un producto que está funcionando muy bien".
Riesgos y coberturas
Gran desarrollo tuvieron los productos para mitigar riesgos que surgen por la fluctuación de precios de los commodities. Tafernaberry admitió que les "han sorprendido los volúmenes de operaciones" en los mercados de futuros y opciones. "Cuando llega la volatilidad también llegan las oportunidades, y los volúmenes de operaciones se han incrementado exponencialmente", dijo.
Señaló que a lo largo del año Itaú propone varias instancias de workshops de educación, "para acompañar a las personas que trabajan en las finanzas de las compañías, entender los riesgos y cómo se pueden utilizar mejor las herramientas".
En la reciente edición de la Expo Prado, el banco realizó un workshop con la consultora internacional Nóvitas. "Fue una instancia que duró casi todo el día. Estamos en un fuerte trabajo de educación, que no hace más que ampliarles el foco a los clientes", destacó.
Negocios sustentables
Itaú se propone apoyar y fomentar una producción sostenible y generar negocios sustentables. "Itaú es el único banco privado que en Uruguay tiene un reporte anual de sustentabilidad, que cubre todos los sectores de actuación", señaló Martínez.
Uno de sus grandes focos para acompañar al sector agrícola son los productos para financiamiento del riego. "Hemos crecido muchísimo, nuestros clientes nos lo demandan cada vez más, estamos con muchísimas operaciones, muy interesantes, a lo largo del litoral y de otros puntos del país", informó.
Martínez se refirió también a los beneficios fiscales para realizar estas inversiones, que "los productores los toman, porque sirven". Agregó que desde el banco "armamos productos con condiciones que son muy atractivas para el productor, sobre todo en los plazos", donde el más común es a 10 años.