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Zacarías Erimias, presidente de la División Iberoamérica de Securitas. Foto: Leo
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De empresa de seguridad tradicional a compañía tecnológica: la transformación de Securitas en la voz de su líder para Iberoamérica, Zacarías Erimias

Mariana Malek

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Personas, data y tecnología son las tres variables que combinó Securitas para repensarse de cara a los próximos 20 o 30 años. La decisión estratégica de hacer un giro en el negocio y el desafío de impulsar un cambio cultural.

8 Abril de 2025 08.03

Zacarías Erimias, presidente de la División Iberoamérica de Securitas, visitó Uruguay por primera vez desde que asumió el liderazgo del área en noviembre de 2024. Securitas, multinacional sueca fundada hace más de 90 años y líder en soluciones de seguridad, cuenta con 3.400 empleados en Uruguay y atiende al 18% del mercado.

Erimias, con más de 15 años en la compañía, ha ocupado diversos cargos, desde director general en el norte de España hasta consejero delegado, antes de ser designado presidente de la División Iberoamérica. El foco de su visita fue fortalecer la visión estratégica de Securitas, centrada en la innovación, el desarrollo digital y una cultura organizacional sólida, con el fin de ofrecer servicios de seguridad más proactivos y alineados con las nuevas demandas del entorno. En este marco, Erimias conversó con Forbes Uruguay.

¿Cuáles son las líneas maestras de la estrategia de Securitas para crecer en un mercado competitivo como el de la seguridad?

Hay un aspecto clave que considero fundamental: no basta con conocer la estrategia, hay que interiorizarla y creer en ella. Es fácil entender la teoría de una estrategia o admirar una presentación bien elaborada, pero solo cuando la hacemos propia y la aplicamos con convicción, empieza a tener verdadero impacto. Eso fue precisamente lo que hicimos en España y lo que estamos impulsando en toda la División Iberoamérica. 

Zacarías Erimias, presidente de la División Iberoamérica de Securitas. Foto: Leonardo Mainé.
Zacarías Erimias, presidente de la División Iberoamérica de Securitas. Foto: Leonardo Mainé.

Nos encontrábamos en un mercado donde el negocio de Securitas estaba centrado en su área más tradicional: la vigilancia. En un sector altamente atomizado, con una oferta excesiva y extremadamente agresiva, la estrategia de Securitas planteaba un cambio esencial: dejar atrás la comoditización del servicio y transformar nuestras soluciones de seguridad mediante la integración de tecnología. Este enfoque no solo implicaba el desarrollo de líneas tecnológicas, sino también un cambio de mentalidad, ya que Securitas no nació como una empresa de tecnología ni como una compañía digital. Sin embargo, entendimos que para evolucionar y aportar un mayor valor, debíamos abrazar esta transformación.

¿Cuáles fueron los principales desafíos en la transición de un modelo tradicional a uno tecnológico?

Uno de los mayores desafíos fue el cambio cultural. Muchas personas muestran resistencia al cambio, no por comodidad, sino porque es lo que han hecho siempre. No se puede transformar una compañía sin conocer y apreciar su capital humano. Tenemos que utilizar la formación como una palanca clave para desarrollar ese activo fundamental. Otra decisión que tomamos, y que ha resultado ser un gran éxito, fue la incorporación de talento joven procedente de diferentes sectores de la economía. 

Esto permite un mix de talento diverso, que acelera el desarrollo de la compañía. Incorporamos profesionales, de todo tipo de industrias, que desafiaban los métodos tradicionales y cuestionaban el statu quo. El resultado fue extraordinariamente positivo. En definitiva, logramos ejecutar la estrategia de Securitas con las personas adecuadas, y esa fue, sin duda, la clave del éxito.

¿Cómo lograron retener a ese talento humano para seguir evolucionando como empresa?

Retener talento es un desafío global, y Securitas ha sabido adaptarse. Antes enfocada en perfiles operacionales, hoy atrae a jóvenes técnicos, como ingenieros y arquitectos. Tras selección y un año de formación, pueden crecer dentro de la compañía, asumiendo roles clave en la gestión de proyectos, fortaleciendo así la retención de talento.

Uruguay es un gran ejemplo en este aspecto, destacándose por sus bajos índices de rotación en comparación con la mayor parte del grupo. Esto refleja el éxito de nuestras estrategias de desarrollo y compromiso, creando un entorno donde el talento no solo se queda, sino que evoluciona dentro de la organización. 

¿Cómo se lidera en este contexto?

El modelo de liderazgo debe cambiar, pasando de un enfoque tradicional a uno centrado en los contextos, con decisiones ágiles y adaptadas a las circunstancias. 

En tiempos de incertidumbre, la estrategia anticíclica de Securitas tiene un gran potencial de crecimiento, ya que los clientes son más receptivos a nuevas formas de hacer las cosas. Es en este contexto de cambios constantes donde Securitas tiene una gran oportunidad para seguir evolucionando y crecer.

¿Cuál es la visión estratégica de Securitas respecto al futuro de la seguridad privada?

La clave de nuestra estrategia es comprender, analizar y diseñar modelos de seguridad a la medida, asegurando una protección integral y efectiva. La estrategia de Securitas se centra en aportar valor a su propuesta. Vivimos en un mundo de cambios constantes e incertidumbre creciente. Abordamos la protección de los activos de los clientes de manera innovadora y adaptada a los tiempos actuales. No es posible salvaguardar un negocio con los mismos métodos de hace 20 años, especialmente en un entorno dominado por la inteligencia artificial y tecnologías disruptivas. 

Entonces, ¿qué hace Securitas? Lo primero y fundamental: acercarse a sus clientes para conocerlos a fondo. Sin ese conocimiento, no podríamos ofrecer sistemas de protección eficaces que garanticen la viabilidad de sus negocios. Esa es nuestra ventaja competitiva: no solo protegemos, sino que comprendemos el negocio de nuestros clientes para brindar soluciones de seguridad alineadas con sus necesidades reales.

¿Cómo se implementa la integración de la tecnología en las operaciones y cómo se adapta a Securitas este cambio de paradigma?

Nosotros no somos fabricantes, somos integradores. Eso nos permite seleccionar la tecnología en el mercado que creemos que se ajusta mejor a cada uno de los proyectos. Son diseños a la medida de cada escenario de catálogo de riesgos de cada cliente. Lo que nos proponemos en cada uno de los proyectos es la modernización de los servicios y, obviamente, la búsqueda de la eficiencia. Cuando implicas la tecnología, normalmente se produce un cambio obligado en el binomio de costo-eficiencia. Utilizamos las tecnologías de vanguardia que el mercado nos va permitiendo y quien realmente decide qué tipo incorporaremos son nuestros especialistas.

¿Cómo evalúa la experiencia en Uruguay y qué oportunidades visualiza?

En mi rol como presidente de la División Iberoamericana, he trabajado intensamente con el equipo de Uruguay y estoy gratamente sorprendido. Han adoptado rápidamente la estrategia de Securitas, logrando una propuesta de valor integral y destacando en transformación digital, superando la media de otros países.

Uruguay es un mercado altamente competitivo, con más de 300 empresas de seguridad registradas. En este entorno desafiante, el equipo ha logrado excelentes resultados y contamos con una buena participación en el mercado, consolidando nuestra posición y sentando las bases para un crecimiento sostenido. Su capacidad de adaptación y enfoque estratégico refuerzan el gran potencial de expansión en el país, donde la innovación seguirá impulsando nuestra evolución.

¿Cuáles son las particularidades de la región y en qué se diferencia del mercado europeo?

Las particularidades de cada mercado dependen principalmente de la estructura del Producto Interno Bruto (PIB) de cada país y de sus industrias clave. En el caso de Uruguay, sectores como el turismo, la carne y la madera tienen un gran impacto, lo que influye directamente en el crecimiento y desarrollo de Securitas en la región. 

En cuanto a las diferencias con otros países como los europeos, no son muchas, quizás pueda haber alguna por riesgos que existen en otros países de América. Uruguay puede tener el mismo catálogo de riesgos que cualquier país europeo. La clave para nosotros es que, más allá de los riesgos de seguridad, lo que realmente afecta a nuestra empresa es la salud económica de nuestros clientes. Si a ellos les va bien, nosotros también prosperamos.

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