Con una inversión de US$ 20 millones, Citibank inauguró en junio modernas oficinas en el corazón de Carrasco. Se trata de una
fuerte apuesta a la digitalización en un país que se consolida como plaza de operaciones confiable y estable para multilatinas, compañías globales y clientes institucionales.
Citi innova al abandonar el formato tradicional de oficinas en Uruguay, donde cumple 108 años de presencia ininterrumpida. En su nueva y única sede en el país (dejó la histórica sede de Ciudad Vieja y un piso en World Trade Center), cuenta con infraestructura de vanguardia y de última tecnología donde trabajan sus 90 empleados. Están ubicadas en Carrasco Valley, sobre Costa Rica y Eduardo Couture.
“Esta sinergia permitirá brindar un servicio más adecuado a nuestros clientes para los tiempos actuales y los que vienen”, comenta Gabriel González, CEO de Citi Uruguay.
Hace cinco años, cuando recibía 180 clientes por día en su sucursal de Ciudad Vieja, el banco inició un proceso de sustitución de productos de presencia física como cheques, letras de cambio o depósitos en sobres por soluciones digitales. Ese camino permitió recibir menos clientes en forma física y “ser más eficientes” en la atención. “La pandemia terminó por acelerar ese proceso”, indica.
Con la mudanza al nuevo edificio, Citi se propuso ir “un paso más” y operar “sin efectivo” (cashless). “Dentro de poco tiempo en el edificio va a decir: 'Este banco no maneja efectivo ni transacciones en efectivo', anuncia González. La nueva sucursal incluye un diseño donde no hay cajas ni una gran bóveda para guardar dinero. “Si alguien quiere un peso tiene que pedirle a algún empleado”, bromea. Actualmente, la sucursal opera dentro del mismo edificio donde se entregan cheques y documentación física.
“El proceso de hacernos cashless fue muy largo e innovador en Uruguay, porque hoy no hay otro banco en esta situación”, destaca.
Por ejemplo, un cliente del Citi no puede hoy concurrir a su sucursal con un cheque para cobrarlo o realizar depósito en efectivo. “Nuestro norte es ser un banco 100% digital”, insiste, ya que forma parte de una estrategia global para reducir el riesgo operacional y
de seguridad.
Atractivo y estrategia
González dice que el “gran número de clientes regionales y globales” que eligen a Uruguay para invertir “da muestra de que el país es atractivo para cierto tipo de inversiones desde hace mucho tiempo. Lo estamos viendo hoy con nuevas inversiones que van a venir”.
El foco de Citi está en la banca institucional (Institucional Clients Group), básicamente grandes empresas y gobiernos, con la fortaleza de estar presente en 95 países y operar en más de 150 países.
“La globalidad es un eje central en la propuesta de valor para los clientes”, explica el CEO. El negocio local tiene un segmento “muy importante” en multinacionales y multilatinas. “En Uruguay también tenemos casos de empresas digitales locales, por ejemplo, que tienen escala global, o en segmentos como pharma, con alcance latinoamericano”, acota.
En las últimas dos décadas, varias multilatinas eligieron a Uruguay como su centro financiero, tanto para hacer tesorería, centro de compras, de distribución, de servicios compartidos, entre otros.
En el marco de la inauguración del nuevo edificio, Citi recibió la visita de ejecutivos regionales y globales. “Todos se fueron muy im-
pactados con el ambiente de negocios en Uruguay y lo que puede generar hacia adelante”, destaca González.