La automotriz BMW impulsa su producción de vehículos eléctricos con el lanzamiento de la Neue Klasse, una nueva generación de seis modelos de vehículos 100% eléctricos que el grupo lanzará a lo largo de dos años y llegará a América Latina en 2025. Al mismo tiempo, mantiene una oferta diversa para atender la realidad de mercados dispares.
El año pasado, uno de cada 5 vehículos vendidos en la región por la automotriz alemana fue eléctrico. La previsión de BMW es que al cerrar este año en Latinoamérica un 25% de los vehículos vendidos haya sido de ese tipo. A nivel mundial, la previsión es de 50% para finales de 2030. Para ello, está realizando importantes inversiones, como la de US$ 800 millones que hará en México para la fabricación de autos eléctricos.
De todos modos, esa no es la única apuesta del grupo. Sebastian Mackensen, presidente y CEO de BMW Norteamérica y director de BMW Group para las Américas, visitó Uruguay por algunas horas. En entrevista con Forbes habló sobre tendencias, el acuerdo de Glasgow y las perspectivas de la compañía en el Río de la Plata.
Electrificación, digitalización y circularidad es la gran apuesta de la compañía. ¿Cuáles son las características de los vehículos que vendrán en el marco de la Neue Klasse?
Los vehículos que se van a producir en este marco son todos 100% eléctricos. En estos mercados va a ser a diferente en velocidad, pero los coches se van a mover cada vez más con la propulsión eléctrica y para ese segmento es el Neue Klasse. De todos modos, como grupo, estamos manteniendo la apertura de la tecnología, pero esta arquitectura está optimizada, enfocada y exclusiva para el tema eléctrico.
También tendrá cada vez más significado en el mundo del automóvil el tema de la digitalización, siendo la comunicación con el auto, cuando no estoy en él, uno de los puntos clave. Lo que ocurre dentro del vehículo también es parte: puedes jugar si estás esperando o mientras cargas, o puedes tener información relevante ahí. Tenemos a nivel mundial más de 10 millones de vehículos que ya comunican y dan información. En este sentido los Neue Klasse van a ser punto de referencia en el mercado.
¿Cómo trabajan en estos nuevos vehículos el tercer pilar, la circularidad?
Lo que queremos conseguir es que cada vez más los ingredientes que usamos en los autos ya se hayan usado o puedan tener un uso después. En las fábricas de BMW el 90% de la energía que se usa es verde, siendo por propia producción o consiguiendo producción sostenible de la zona. Podemos reducir hasta un 40% de las emisiones de CO2 para 2030 en comparación con 2019 y queremos ser neutros en 2050. Actualmente, los vehículos de BMW se fabrican con una media de casi un 30% de material reciclado y reutilizado.
¿Qué rol juega el hidrógeno en los vehículos de la nueva era?
Es un tema al que le estamos dando inversión y foco también. No para tenerlo en la calle mañana, pero tenemos 100 vehículos X5 con combustible H. Estamos viendo en una próxima generación de vehículos también entrar en esta tecnología.
¿Por qué BMW no adhirió al acuerdo de Glasgow? Fue una de las grandes fabricantes de automóviles del mundo —junto a otras como Volkswagen y Toyota— que no se sumaron al compromiso de más de 30 países a dejar de fabricar vehículos a combustión en 2040 para reducir emisiones.
Estamos comprometidos con estos acuerdos. Sabemos que un vehículo 100% eléctrico ayuda más a llegar hasta ahí que un vehículo de combustión. Lo que decimos es que no podemos de hoy a mañana obligar todo el mundo a hacer este salto, sino que es un proceso. También en 2045 pensamos que habrá situaciones en donde el vehículo a combustión puede ser la mejor solución, pero también somos conscientes de que para conseguir estos objetivos vamos a ofrecer una oferta puntera de vehículos eléctricos, por eso desarrollamos el Neue Klasse.
¿La diversidad de opciones es la gran apuesta de BMW?
Si tenemos los mejores motores no necesitamos ir a una dirección sola: hay eléctrico, híbrido conectable y motores a combustión. Como grupo estamos manteniendo la apertura de la tecnología. Mantener esta gama de opciones funciona muy bien en una región con realidades dispares entre mercados. En Argentina hay muy poca ayuda fiscal. El resultado es que los vehículos 100% eléctricos casi no existen. Por eso no podemos llegar y decir “vamos a vender 100% eléctrico aquí”. Después, hay un país como Uruguay, donde hay más de 250 puntos de carga de coches eléctricos y empresas privadas que entran al mercado a montar infraestructura.
¿Cuál es el plan para el mercado uruguayo?
Uruguay es donde tenemos la participación más alta de autos eléctricos, con un 28% frente a otros países de la región donde apenas supera el 10%. Estamos dialogando con el gobierno para ver de qué modo podemos ayudar a seguir desarrollando la infraestructura necesaria para los coches eléctricos.
¿Cómo es el desempeño de la marca en América Latina?
En América Latina, BMW es líder en el segmento premium desde hace 5 años con más del 32% del mercado. Y sube a 40% si se tiene en cuenta a Mini. A su vez, América fue la única región del mundo donde la marca creció doble dígito (un 10,2%) respecto a los seis meses del año anterior.
¿La compleja situación económica de Argentina impacta en el negocio?
Tenemos que mirar nuestro negocio adentro. Y luego el mercado. Estamos funcionando muy bien en Argentina. Tenemos subsidiaria ahí desde 2020 y el año pasado fue la primera vez que fuimos número uno ahí. Ahora, todo el mundo sabe que Argentina está en una situación difícil. Pensamos que debería haber un cambio en el Gobierno o un resultado que esperamos que influya positivamente en la situación de Argentina en general y si esto ocurre pensamos que la perspectiva para nosotros es positiva.